No me puedo yo sustraer esta semana, aunque quisiera, a las declaraciones del señor Cañete en referencia a su cara a cara con la señora Valenciano. Como sé que habrán leído mil y un artículos de opinión sobre el mismo tema no les aburriré con mis impresiones, que no dejan de ser de estupor y asombro ante la catadura moral y la zafiedad de un, nada menos, que ex ministro del gobierno de mi país. ¡País!
El caso, es que este tema o el tipo en sí, me ha recordado a otro sujeto encantador, director del Departamento de Relaciones Laborales de la CEOE hasta el pasado enero. Licenciado en Derecho y esbirro de la patronal desde que salió por la puerta de la facultad, no era empresario aunque él parecía creer lo contrario.
En el auto currículo que circula por la red y con el que suele presentarse a distintos eventos, omite siempre que sus comienzos laborales fueron como letrado de la entonces Organización vertical de los sindicatos franquistas.
Este personaje ha dicho, entre otras lindezas, que como los viajes ya no se hacen en diligencia, cuando a un trabajador se le muera un familiar de primer grado (véase padres o hijos), no son necesarios tantos días de permiso (dos, si es en el mismo lugar de residencia, y cuatro si se tiene la desconsideración de morirse lejos).
“La legislación laboral actual está obsoleta y no corresponde con la necesidad que tiene una persona para ir a un acontecimiento de este tipo”, “evidentemente, con los vehículos que hay ahora se trata de horas de desplazamiento, o a veces de una hora” (sic).
Estas declaraciones las realizó en una Asamblea de la CEOE que se celebró bajo el lema “Tiempo de valores. Tiempo de personas”.
De todas formas, el hombre reconoció que tal vez podía haber molestado y lo sentía, pero también cree que existe una “hipersensibilidad” con ciertos temas.
También propuso en su día un nuevo contrato precario para jóvenes, con una duración entre seis meses y un año, sin protección por desempleo y con cuotas empresariales cero. Además entiende, con gran magnanimidad que “no se trata de fusilar funcionarios, pero si hay colectivos que sobran…”.
La Inspección de Trabajo le multó con 25.000 euros por humillar a sus subordinados, con especial inquina hacia las mujeres de su departamento. La infracción fue calificada de muy grave. Según se desprende de la denuncia de los trabajadores y de las conclusiones del informe de la Inspectora (tenía que ser mujer, la jodía), también sus métodos y organización del trabajo son nefastos, poco productivos e ineficaces (¡anda mira como lo que denunciaba de los funcionarios!).
Pues que quieres que te diga, yo estoy de acuerdo contigo Pepe.
Teniendo las mejores infraestructuras ferroviarias del mundo, amén de cienes y cienes de kilómetros de autovía, quien necesita cuatro días para enterrar a un padre, una madre o un hijo. En realidad, podríamos aprovechar el viaje y hacer como se hacía en la India, quemar en la misma pira del finado a la viuda y ahorrar días de permiso. Si es que se les da la mano y te cogen el brazo.
En cuanto a las mujeres, principales causantes de esta crisis, todas para casa y acabamos con el problema del paro de una buena vez. Si alguna fatiguita persevera y se resiste, cuando tenga un hijo, como las indias del Amazonas, se agacha, lo pare y vuelve al trabajo.
Las tías sólo traen problemas en el entorno laboral y a la mínima te denuncian por acoso sexual. ¡Coño!, si una piba está buena, está buena, joder. ¡Tanta pamplina ya! Todo esto si no se les muere un hijo, y como son “hipersensibles”, se pegan cuatro días a costa de la empresa.
En fin, machotes, a mi me ponen los tíos como vosotros. Hombres de una vez y no nenazas de esas que comparten las labores del hogar y juegan con los hijos. ¡Calzonazos!
Te imagino con esa gracieta tuya, bronqueando a tus doce subordinados en tu pequeño reino de Taifas, soñando con ser nombrado empresario del año (sin empresa). Poniendo a los trabajadores en su sitio ¡con dos cojones! y me pone cari, que le voy a hacer. No entiendo cómo te han despedido.
Ya está bien de feministas machotas, de piojosos del 15-M, indignados por tonterías y pensionistas quejosos.
Con hombres como tú y nuestro intelectual ex ministro (ejemplos de la generosidad de la transición en este país) es cómo vamos a salir de esta.
Ni que decir tiene que se te notan los mimbres de cuando estabas en el vertical sindicato de Paco (¡tiempos aquellos!). ¡Por fin ha vuelto el hombre con mayúsculas!