“La presencia, el Lunes Santo, de la Legión en Algeciras, fue un hito histórico por la masiva asistencia de personas, que proporcionó ‘hacer caja’ a los parkings, taxis, bares, kioscos…”
Cualquiera que esté encuadrado en un ‘sarao’ político, debe acatar la disciplina interna. Teniendo que admitir las mortajas que le impongan, perdiendo absolutamente la libertad… Debiendo cerrar el ‘pico’ acerca de cuanto vieren o hicieren, para que su régimen alcance los objetivos…Por ello, determinados gobernantes, desde mucho antes de la dictadura de Franco y hasta el actual sistema político corrupto, han ejercidos “con más pena que gloria”, bajo palio o no, clamando a su Dios y con el bastón de mando fustigando durante sus mandatos. Favoreciendo, sin embargo, a sus partidarios a la accesibilidad de sus ‘comederos y abrevaderos’.
Consecuentemente, hay muchísimos que pierden su dignidad por recibir cancha en un determinado momento. Aunque, también hay muy pocos, quienes desde su absoluta negatividad a pertenecer a esos y a otros partidistas ‘chiringuitos’, gozan en libertad del azahar en primavera, a pesar de tener que pagar un alto precio, impuesto desde el inquisidor hedor de zahúrdas cochineras.
Por ello, entiendo que, para muchos no hay mayor tristeza que ser ciego en democracia. Al sentir, pensar y actuar desde su subjetividad acorde a pingues intereses. No permitiéndoles sus fines y sus radicalismos respetar el sagrado derecho de la justicia, igualdad y libertad. Al actuar a favor de los regímenes que los cobijan, en vez de hacerlo por el bien de la comunidad en general.
Recuerdo que, en la última visita realizada por los Príncipes de España a San Roque (Cádiz), siendo alcalde de la localidad, Pepe Vázquez, insigne socialista y republicano. Expresé sobre dicha visita, de Felipe y Letizia, mi pensar en la tribuna semanal de un diario comarcal. Recibiendo varios días después una atenta llamada telefónica de mi admirado Pepe Vázquez. Diciéndome, entre otras cosas que, “me comprendía pero que también lo debería comprender a él, al gobernar para todos los sanroqueños”.
Todo lo anterior viene a colación, porque a raíz del desfile procesional efectuado en Algeciras, el pasado Lunes Santo, 30 de marzo, por legionarios desplazados desde Ceuta. Aún colean las reacciones y comentarios en contra. Pero, supongo que, el alcalde del PP de Algeciras, José Ignacio Landaluce, realizó dicha iniciativa por el bien del pueblo algecireño en general…Provocando la Legión que se colapsara totalmente la ciudad, con la inesperada cantidad de almas procedentes de ciudades limítrofes, que se dieron cita abarrotando los accesos, calles y plazas del pueblo. Superándose todas las perspectivas y dispositivos programados.
Es sabido que, me encuentro al otro lado del poder político, la Iglesia y ejércitos… Por ello, la Semana Santa y la Legión me interesan, en su justa medida, por temas culturales, artísticos… Por lo que, a pesar de la sangre roja de mis venas ¿Qué me impide y por qué no puedo contemplar? los desfiles procesionales con sus majestuosas tallas, ni escuchar los sones de los instrumentos musicales interpretar el poema La saeta de Antonio Machado.
Por ello, reconozco desde mi liberalismo que, la presencia el Lunes Santo de la Legión en Algeciras, fue un hito histórico por la masiva asistencia de personas, que proporcionó ‘hacer caja’ a los parkings, taxis, bares, kioscos… Siendo relegada la fe capillita y la otra a un segundo lugar, porque en esa procesión las estrellas no fueron ni el Cristo de la Columna ni la Virgen de las Lágrimas, sino los caballeros legionarios cantando al desfilar El novio de la muerte. DIARIO Bahía de Cádiz