La desesperación se palpa en todos los ambientes… La frontera solo es un límite imaginario que cada uno le pone dentro de su mente a sus niveles de contención.
Realmente, ¿es esta la democracia que queremos? ¿Es lógico celebrar el día del trabajador en casa? ¿En la calle manifestándonos año tras año conseguimos algo?
Señores, si nos manifestamos por tradicionalismo, ¿qué reivindicamos? Recuerdo que Zapatero fue reelegido, que Rajoy saldría nuevamente ganador, que la gente no quiere votar, que es una estupidez la democracia, que todo seguirá igual… ¿Por qué directamente no nos suicidamos tras un cuarto oscuro nacionalmente? Sería más fructífero y divertido.
La desesperación se palpó en la festividad del currelante. Muy bien, me siento como si me dieran una palmadita en el hombro tras una pataleta. Como la piruleta que se le da al niño jocoso que no se calla ni bajo el agua.
Tras esto, nada. La vida sigue. Los anti-sistemas seguirán rompiendo estúpidamente los escaparates de los pequeños empresarios. Nos seguiremos enfrentando contra nosotros mismos. Los dirigentes, que lo saben, callarán o meterán cizañas oportunistas para captar la atención de la tercera edad, o de los españolitos for ever. Estos últimos son los que se dan golpes en el pecho y asimila que el país va así por culpa suya.
Los becerros del año seguirán pastando los brotes verdes de la imaginación que los medios reflejan en un espejo de pulcritud. Aquí el que no se consuela es porque no quiere, señor.
Mientras, en la frontera seguirán llegando oleadas de personas. ¿Estamos al tanto de que son seres humanos como tú? Bien, pues seguiremos contando cifras, ocultando rostros y situaciones totalmente lamentables. ¿Qué hacer ante eso?
Si el barco se hunde, ¿es lógico meterle más peso? Lamentablemente no. Entonces, ¿nos tiraremos piedras como estamos acostumbrados? Efectivamente.
Más, yo propongo la ley del talión. Ojo por ojo, diente por diente. ¿En una manifestación los graciosos de turno tiran y revientan el mobiliario urbano? Pues que se contenga con lo mismo. ¿En la frontera empiezan los inmigrantes a responder de manera violenta? Con el corazón en un puño, se debería hacer lo mismo.
Pero no. Es más bonito exigir palos para el estudiante que busca una educación mejor, pero dejar entrar impunes a personas que, desde otra perspectiva, hace lo mismo por querer aprovecharse de un Estado cada vez más roto.
¿Qué me lloverán críticas a mí por mi opinión? Pues lo lamento, así veo las cosas. Todos somos personas, y no veo justo que la ley se ponga más dura con la Marea Blanca, Marea Verde, o cualquier otra plataforma que luche por nuestros derechos, pero en las fronteras políticas critiquemos la actuación policial.
En ambos lados ellos hacen su trabajo, los interesados no importan. ¿Por qué? Es más bonito crearle ilusiones a un necio, que decirle a un listo los derechos que están perdiendo. Aquí la gente pisa España con un pie y sale con el otro.
La puerta del Sur recibe a los que no tienen nada, para despedir por la puerta Norte a los que se van despojados buscando lo que no encuentran en casa. Una lástima de situación. Nuestra economía crece menos de lo que baja, pero lo celebraremos en casa de Rajoy. Puesto que se irá del currelo con menos parado de los que empezó… ¿Seguro?