No creo que en Cádiz haya más escritores, ensayistas, gafaspasta, intelectuales en una palabra, que en el resto del territorio patrio, no lo sé, pero sí que estos se hacen mas presentes. Puede que sea porque en una ciudad asediada por el mar y por los vientos, con cada vez menos habitantes, esta fauna -lo digo desde el cariño-, unido a las ganas de protagonismo y la relevancia social, se hace más visualizable.
Si recorremos las páginas, virtuales o en papel, de los periódicos locales de la semana que terminó ayer, lo podemos comprobar. Personalmente ha sido una semana estresante, no he dado a basto para asistir a inauguraciones, homenajes, libros nuevos en primera presentación, y libros ya viejos en su enésima puesta en escena; ha habido tardes que he tenido que hacer doblete para intentar estar al día de la novedades ‘culturetas’, llegando a una conclusión que es una duda: no sé si he visto mil indios, o mil veces el mismo indio.
Sea por que algunas instituciones han pasado de la irrelevancia a la inoperancia, como es el caso del Ateneo, sea por que la población gaditana está en recesión, la población de ‘intelestuales’ se hace más presente en terrazas, bares y baretos, restaurantes… Te los puedes encontrar en una mesa en la Alameda o en la calle Ancha, tomando un te -en otra época era absenta-, con la calva coronada por un sombrero bien anclado, que aquí los vientos hacen estragos con los sombreros, con una pipa humeante entre los labios y la mirada perdida con una pose que advierte a los viandantes -ojo, no molestar, ‘intelestual’ en proceso de reflexión filosófica-.
Algunos de los cónclaves me recuerdan a las escenas de Cirano de Bergerac, cuando la nata de la ciudad se reunía en fiestas ‘literarias’ y cada uno suelta sus endecasílabos con rimas asonantes o consonantes, que no es que sean surrealistas… y es que a la mariposa se le pone ‘cola’ porque rima con ‘ola’, y punto.
No hace mucho, un amigo me decía, ¿te has fijado la cantidad de especialistas-expertos que hay en Cádiz? Y es verdad, tenemos una tendencia a especializarnos en las cosas y personajes más que irrelevantes, con el único objetivo de conseguir algún día un espacio en la prensa local en el que figure nuestro nombre en negrilla, con el subtítulo en itálica, que rece: experto en el carajo de mar.
Y es que aquí nos atrevemos con todo, si hay que escribir poesía se escribe, si hay que escribir prosa se escribe también, si hay que cantar se canta, y si hay que pintar se pinta, que luego el tiempo hará su trabajo llevándonos al olvido, eso si, sin recibir ninguna crítica negativa, quizás sea porque en Cádiz se perdió hace tiempo esa facultad y costumbre para criticar, parece que todo vale, que todo es bueno, y no es así, obviamente.
Y mientras tanto nos vamos metiendo en campañas electorales, con panfletos a todo color sin pie de imprenta sobre el agua de Loreto, que no sabemos lo que cuestan, o taxis, que reconvierten sus lunas traseras en especie de peceras, desde que nos saludan ‘pececillos’ con cara de cierta tristeza, ¿o es abnegación?, pasados por ‘fotochops’ -malos por cierto- para intentar que nos familiaricemos con los ‘nuevas caras’, eso sí, no se preocupen que lo pagamos entre todos, lo uno y lo otro. DIARIO Bahía de Cádiz