El pasado lunes y en la Iglesia Conventual del Carmen tuvo lugar la apertura del Curso Cofrade y con él, nos encontramos de nuevo en esta página con un curso, que el Consejo de Hermandades tiene por delante augurándole el éxito de una buena gestión religiosa y cofrade; anticipándose al Sínodo de la Familia, que comenzará el próximo mes para acometer toda la problemática que -las familias- plantean hoy más que nunca y por tanto necesitan respuestas válidas e importantes.
Y el Consejo, como no puede ser de otra manera, estará atento y a la altura de las directrices que emanen de este acontecimiento; porque las hermandades ‘también son familias’. Sin descuidar otros objetivos propios, que como misión de normativas y de arbitrajes de las mismas tiene la obligación de contemplar, de velar y de asumir bajo su responsabilidad inherentes.
Por eso son bastantes los temas pendientes a tratar qué, aunque estoy seguro que estarán en la mente de mis hermanos cofrades y consejeros. No obstante permitidme que como cualquier cofrade inquieto y desde mi punto de vista, insista y dirija la atención principalmente a la ‘formación’ a la -formación cristiana y cofrade- que se debería impartir y/o divulgar a todos los niveles y a todos los cofrades y de manera muy especial, a los más jóvenes, cuyo requisito, se hace cada vez más necesario e imprescindible para nuestras queridas hermandades y cofradías.
Es evidente que -formar- se basa en adquirir conocimientos y quien no lo tiene, difícilmente pueden conocer el verdadero espíritu y el objetivo de la empresa donde se encuentra inmerso; en este caso, su propia hermandad qué, a la sazón y por añadidura, le impulse al conocimiento pleno y exacto de la figura que la sustenta: que no es otra, que ‘Jesucristo El Señor’.
Por otra parte, le seguiría en importancia según lo descrito en los párrafos anteriores, la conveniencia del estudio -si se contempla- para poner en marcha una asamblea de hermandades y cofradías de la diócesis; demandadas también insistentemente tantas veces por muchos cofrades veteranos con la idea de aunar criterios y tratar de adaptarse a las nuevas tendencias, que plantea actualmente la sociedad, cada vez más secularizada, apartada de la Santa Madre Iglesia y de la ausencia de valores.
Otra cuestión, sería la necesidad de ajustar armónicamente los horarios y los itinerarios de las hermandades con el fin de evitar el vacio y las grandes demoras que se padece -entre procesiones- a su paso por la Carrera Oficial. Teniendo en cuenta que si en otras ciudades con mayor números de procesiones lo hacen, ¿por qué no es posible hacerlo en la nuestra?
Otro tema que se debería recordar, tener presente y dedicarle su tiempo y su estudio desde el principio de este curso, a la propuesta -caso de realizarse- que oportunamente hice en este mismo medio y en otros varios, sobre la idea de dedicar la ‘Semana Santa de 2016’ a nuestro paisano, escultor, imaginero e hijo predilecto de la ciudad, Alfonso Berraquero García, por la aportación de sus numerosas imágenes, que sin duda han contribuido a potenciar, nuestra ya importante y esplendorosa Semana Santa, por considerar que se merece este homenaje público en su honor de eterna gratitud y no de menor reconocimiento.
Y por todo lo expuesto, quiero aclarar que solamente me mueve como cualquier cofrade, el deseo de colaborar y aportar ideas en base al amor y al cariño, que siento desde muy niño por este singular, entrañable y apasionante mundo cofrade-religioso-cristiano; de sus cultos y de sus manifestaciones piadosas, y de la religiosidad popular a través de sus procesiones, que escenificando la Pasión de Cristo, constituyen -bien entendido- una verdadera ‘catequesis’ en la calle y otra manera de practicar el ‘apostolado’ mediante la corrección fraterna, espiritual, penitencial, caritativa y cristiana.
Por último pedirles y agradecerles a todos los que participan directa o indirectamente en este complejo mundo cofrade: clero, hermandades, hermanos, fieles, devotos, cargadores, músicos, asociaciones para-cofrades, asociaciones varias, autoridades civiles y militares, colegios profesionales y ciudadanos en general, que aporten sus ideas y ‘sus colaboraciones’. Y tened presente que dependiendo de ellas y de sus cercanías, asistencias y actuaciones. Así serán nuestras hermandades. Y como consecuencias, nuestra ya prestigiosa Semana Santa de la Isla de San Fernando. Y me tranquiliza saber que la delegación de cultura de nuestro Ayuntamiento seguirá, a diferencia de otros, apoyando a nuestras muy queridas hermandades y cofradías. DIARIO Bahía de Cádiz