“Espero que no llueva en Semana Santa, ya que me quiero ir a Sevilla a ver sus pasos”; “En Cádiz no se entiende de cofradías en Sevilla son mucho mejores”… ¿Cuántas frases de esta habré escuchado en esta semana? ¿Cuántas veces he deseado que siguiera existiendo el destierro como condena? Incontables.
¿Qué mierda nos pasa a los gaditanos? En cualquier pueblo, ciudad, están orgullosos de sus tradiciones y aquí las tiramos, las abrimos, las regalamos. Lo de fuera siempre es mejor, lo de fuera vale mucho más.
Personalmente no me gusta la semana santa, me aburre, pero a joderse, la de mi Cádiz es la mejor y lo digo a boca llena, y por una única y sencilla razón, deja beneficios en mi ciudad, a la que amo con locura, la que me embruja, la que me inspira, la que me desespera.
Mi padre me enseñó que “dinero llama a dinero”, una gran verdad, al que le van bien las cosas le entra más trabajo por las puertas, el bar que está lleno es porque vale y entrarás, el artesano que se ve trabajando, aunque sea un favor o un mueble que aun no tiene dueño, conseguirá más faena. Un carpintero no puede estar de brazos cruzados, un restaurante no puede estar con el cocinero en la puerta… una ciudad en fiesta no puede estar sin sus hijos.
Muchos Judas, prefieren irse en la semana santa a Sevilla, en la cabalgata de reyes a Jerez, con la sempiterna excusa de que es “mejor, más bonita. ¡Catetos! Si nuestra cabalgata está vacía, las administraciones, verán que no interesa y no gastarán más de lo imprescindible o la erradicarán. ¿Por qué pensáis que en Sevilla o Madrid tienen cabalgatas tan magnificas? Porque están patrocinadas por empresas privadas, que al ver como el pueblo se vuelca la usan de publicidad.
Pero aquí seguimos igual, de derrotistas, de gilipollas integrales sin remedio, agrupaciones de Carnaval a la carta para que la entiendan en Burgos, chirigotas, antaño señeras, buscando desesperadas letristas a 100 kilómetros al norte, donde el máximo exponente de chiste es sacar una tijera de gigante comprada en un chino, donde son incapaces de cantar un cuplé sin un ‘power point’ que lo explique.
Tenemos una joya, un casco antiguo majestuoso, la mejor playa urbana de Europa, altares cristianos, restos romanos, un paraíso en forma de azoteas y torres miradores, dos castillos guardianes de la novia de los poetas, pero aquí también tenemos a un montón de hijos de puta incapaces de recoger las mierdas de sus perros, capillitas que le ponen el culo a Triana, mercenarios que prefieren cantar sus pasodobles o tocar sus marchas afuera, una Junta de Andalucía poniendo zancadillas y todo con nuestro consentimiento.
Se dice que el gaditano nace donde le da la gana, pero hay días que pienso que también en Cádiz nacen muchos que no merecen ser gaditanos. DIARIO Bahía de Cádiz
Amen