Me gustaría que lo entendieras. Hasta aquí llegó. No por egoísmo. Simplemente es por salud. Sobre todo, mental.
A buen seguro te lo tomes mal. Lo veas como un capricho, como una patada en la espinilla. Pero no lo es. Simplemente es optar por coger el camino más largo, el más complicado, el más desagradable, el que menos puede complacerte. Pero lo hago por salud. Por la tuya y la mía. No quiero ir de víctima. Tampoco lo hagas tú.
Quizás no lo veas, pero el tiempo pasa. Las explicaciones no se dan, tampoco se piden. Igual es un error. O puede que no, porque para eso cada cual es responsable de su propia vida. Y eso es lo que se busca a veces, ser dueño de tus días. Porque, por evitar ciertas situaciones, en ocasiones la mochila se va llenando, y llega un momento en el que la espalda duele. Y seguro que tiene que doler, pero cuando te miras en el espejo y ves que no te resulta suficiente con tirar de ti, sino que tienes que hacerlo además de otras personas, no hay descanso, físico ni mental.
Cada cual puede y debe vivir su vida a su manera. No tenemos otra, y sería injusto desperdiciarla. Pero siempre hay que tener presente que para poder hacerlo es mejor si no se pasa factura a terceros. Nuestra libertad tiene como límite la libertad de otras personas. Y a veces puedes no darte cuenta de que estás poniendo puertas a otros. Si por falta de empatía o por dar prioridad al yo-mi-me-conmigo lo dejo a tu elección.
Me gustaría que lo entendieras, porque dar el paso nunca es fácil. Pero hasta aquí, porque no puedo más. Por salud mental. Por nosotros. Igual con el tiempo un día me lo agradecerás. DIARIO Bahía de Cádiz