Vaya semanitas que han pasado, qué “pechá” de ostias, guantazos, tortazos… como ustedes prefieran denominarlos, aunque por desgracia, han sido figurados, en el orgullo, y alguno debería haber sido físico.
El primer guantazo de la lista ha sido de nuestro, tras ese acto, no tan señor alcalde, el revés que le ha dado al pueblo chileno, negándose a subir al Esmeralda, con el argumento de que “en él se cometieron torturas durante la dictadura de Pinochet”.
¿Quién se cree usted que es para darle lecciones morales a nadie? Si el pueblo de Chile ha hablado, y ha elegido cambiar el signo de un dictador por uno de esperanza, esa decisión tiene que respetarla, no existe mayor humillación para un tirano que coger su juguete y ponerlo al servicio del pueblo. Si usted no quiere nada donde un dictador haya cometido injusticias mande demoler Valcárcel, los castillos de San Sebastián, Santa Catalina… ya que allí también se cometieron barbaridades. Y para desagravio el de usted, hace tiempo escribí un artículo defendiéndolo de ataques sin fundamento, pero hoy me he quedado con las ganas de darle una torta, aprenda a ser más abierto que Cádiz vive del turismo y los feos al de fuera se pagan caros.
Sopapo de ida y vuelta, el que se ha llevado el alcalde por parte del Gobierno central, ha tenido que llorar prácticamente por la invitación a la inauguración del puente. Ya que hablamos de símbolos están tratándolo de convertir en un escudo electoral pepero. En el puente debería haberse dado otro tortazo, al analfabeto que ha escrito el cartel, con faltas de ortografía. En fin, que esperamos de una sociedad donde el sumun de la cultura es el gran hermano.
Últimamente, en nuestro Ayuntamiento, parece que van a volar las ostia, entre Podemos y el PP, mientras el “angelito” del PSOE, otro que ha vivido de siempre del partido sin dar un palo al agua, espera ansioso para recoger su cosecha. Tranquilo chaval, que alguna te va a llover a ti también.
Tortazo el que le deberían haber endiñado a Trueba tras sus declaraciones, de “no me he sentido español ni cinco minutos”, oye que cada uno puede sentirse lo que le de la gana, pero se ha de ser coherente, si yo quiero pertenecer a un estado, entidad… tampoco admito su dinero y menos para hacer la mierda de películas que hace usted.
Y hemos de recordar una mano abierta que se va, la del Partido Andalucista que ha emitido sus últimos estertores. Un partido que en mi Cádiz nació moribundo, un lujo al que no podíamos apoyar dado que dos de sus pesos pesados el jerezano Pedro Pacheco y el algecireño Patricio González siempre gritaron su deseo de capitalidad y de novena provincia, respectivamente, a los cuatro vientos. Aquí quedó muy claro que eran el enemigo no echaremos de menos a esa mano abierta, que quedaba muy bonita en la bandera, pero nunca abierta a la cordialidad. Nada, descansa en paz y no vuelvas nunca, que tu recuerdo quede purgado y alguna vez podamos tener un partido que de verdad luche por los andaluces.
En fin, unas semanas en los que los guantazos han sido figurados, pero a lo mejor se debería haber dado alguno físico, y que más de un listo llevara marcada en la cara cinco dedos triunfantes. Tanta tensión acumulada no puede ser bueno. DIARIO Bahía de Cádiz