En el campo hay una serie de combinaciones climatológicas, que si se dan en un orden determinado, hacen que salgan a la luz toda un serie de plantas, hongos, incluso flores, que de no producirse esa combinación, al menos hubieran pasado desapercibidas para el común de los mortales. Pues ahora, con el pretexto estar en contra de intentar solucionar el desaguisado que ellos montaron en Cataluña, se han tirado al monte; bueno al monte no, que se manchan los mocasines de barro, quería decir a las calles de Madrid.
Es todo tan ‘déjà vu’ que parece sacado de un guion de cine, de ese cine entre Berlanga y Costa Gravas, del primero las escenas esperpénticas de ver a un Cayetano jurando por Snupy que no hay derecho que utilicen botes de humo “por puto defender a España”, que se irritan los ojos y tal. Del segundo, el modus operandi de fascistas de toda la vida, de sus gritos, sus saludos brazo en alto, sus estrategias…, que ha recogido en numerosas películas el director de cine franco-griego.
Decía al principio que se había producido un fenómeno comparable a la salida de las setas en el campo, que aunque parecían que no estaban allí, con un poco agua y al siguiente sol, brotan, pero brotan porque estaban allí. Pues lo mismo, no es que no hubiera fascistas hasta ahora, estaban, nunca han dejado de estar, solo ha hecho falta que hayan sonado discursos antisistema, arengas incendiarias y un goteo incesante de coqueteos entre la derecha y el fascismo para que broten en pleno asfalto madrileño.
Han salido y se han quedado afónicos de gritar contra casi todo lo que puede significar avance social, y muy poco o casi nada sobre Cataluña. Era una excusa lo de la amnistía, lo que les preocupa de verdad es que no ganaron para mandar el pasado mes de Julio, que les queda cuatro años de chupar rueda.
Es verdad, como bien se puede observar, que junto a fascistas confesos, se ven los nuevos cachorros que van en grupo al salir de clase de alguno de los colegios y universidades de “postín”, es decir de lo que viene a ser de la enseñanza privada y/o concertada. Miméticamente vestidos, casi sin quitarse el uniforme, bien sea del propio colegio o esa ropa cara, de marca, comprada en las tiendas de firmas, o en las boutiques del Corte Inglés. Escuchando cómo hablan, cómo se mueven, cómo se visten, me recuerdan a esos chicos y chicas que nacen con las mechas de fábrica y que a determinadas horas pueden salir de algunos de los colegios de la Avenida, o de las afueras de El Puerto de Santa María. ¡Ains esa enseñanza concertada!
no es que no hubiera fascistas hasta ahora, solo ha hecho falta que hayan sonado discursos antisistema, arengas incendiarias y un goteo incesante de coqueteos entre la derecha y el fascismo para que broten en pleno asfalto madrileño
Desde que aquel, el que nos metió en una guerra para poder poner los pies encima de una mesa en Washington, dio la consigna de “El que pueda hacer, que lo haga”, salen todos en bandada, como en las cacerías salen las aves al escuchar el primer disparo.
Sale gente con vocación golpista, todos en fila, a pasearse. El CGPJ fue el primero, cómo no. Le siguieron alguno de los sindicatos policiales, era de esperar. El Colegio de Abogados de Madrid, lógico aunque innecesario. Algún juez aportando su granito de arena imputando ahora de terrorismo a alguno, Tejero, si, el del 23F. denunciando a Sánchez de romper España, bueno, es pura nostalgia. El Sindicato de Inspectores de Hacienda, bueno de estos no me lo esperaba sinceramente, ellos tan serios… Los últimos que he visto la CEOE, muy preocupados mientras la bolsa recibe con subida la formación de gobierno la semana que viene. Tened cuidadín, pishitas míos, que se os ve la pluma, quizás de forma innecesaria y prematura.
Y mientras tanto, zapatero a tus zapatos, a formar gobierno progresista y plurinacional, a seguir gobernando para la gente. Habrá que evitar errores pasados y acordarse de aquella frase que patentó alguien con el bonito nombre de Buenaventura: “al fascismo no se le discute, se le combate”.
Sí sólo dejasen participar a los què cómo mínimo hayan cotizado 5 años a la TGSS hubiese quedado casi desierta.
Con las de veces què me he manifestada en MADRID (hasta un 1° de Mayo) és una lástima què no haya podido por motivos de agenda participar en una «algarada» en FERRAZ me hago una foto con los «Cayetanos» y en mi pueblo de SANT ANDREU de PALOMAR me harto de firmar autògrafos.