Mucho más que un pico, mucho más que un acto machista durante la entrega de la copa en un mundial de fútbol. Esto ha sucedido con todas las cámaras retransmitiendo una celebración deportiva, con Reina, Infanta y tos sus avíos en el palco. Aún siendo importante, escandaloso, deleznable, propio de machirulos orangutanes, o de orangutanes machirulos, que se esfuerzan día a día en demostrar las teorías Darwinianas de la evolución de las especies, y creen que el hombre no es la evolución de gorilas y orangutanes, sino al contrario, son estos últimos hacia donde irremediablemente ellos evolucionan. Si no llegan estar las cámaras, seguro que nadie hubiera dicho nada.
Pero decía que, pese a la gravedad de la agresión ‘per se’, como casi siempre puede tener aspectos observables que merecen la pena.
El primero, la cantidad de machistas que salen de sus escondites cuando se sienten amenazados, o amenazadas que de todo hay. A mí que me gusta la fotografía, es estas ocasiones pasa lo mismo que cuando salgo al campo con la cámara cargada, me sitúo escondido, tras un árbol, por ejemplo, das un par de palmadas y ¡zas!, salen todos volando, solo tengo que disparar, la cámara de fotos me refiero.
Pues ha pasado lo mismo, ha sido liarse el escándalo con el señor que se tocaba los huevos en el palco, e inmediatamente han salido los que dicen, ¡va, si solo es un pico!, cuando no otros y otras se han puesto a aplaudir como si no hubiera un mañana. Y yo dándole a la cámara, clic, clic.
Algunos hablan de machismo residual, y a todas luces esto es machismo instalado y alimentado sin parar.
En otros casos han guardado absoluto silencio cómplice, es el caso de los superstar de la primera división, que todos sabíamos que estaban agazapados, como los niños que se esconden tapándose los ojos, creyendo que como ellos no ven, nadie les ve. Pero claro esta táctica en señores que ganan un pastizal y con pelos allí mismo no cuela. Y mi cámara de fotos, clic clic clic. Así periodistas, comunicadores, guionistas de programas como ese de chef o superchef, o algo así, y clic, clic…
el movimiento feminista no puede enfrentar hombres contra mujeres, porque esta lucha a la vez que estéril es falsa. Hace falta un movimiento feminista que integre, que sume en definitiva
Llegados a este punto cabe hacerse algunas reflexiones, entra dentro de la ética social, y no solo estética: ¿es admisible que personas influyentes, de una u otra manera, ocupen las pantallas de televisión minimizando, haciendo chistes… con el pico del energúmeno ese? Por favor, no me digan que entra dentro de la libertad de opinión, eso sería como admitir que la esclavitud, la persecución y exterminio de judíos, hay que diferenciar entre opiniones y valores cívicos y democráticos; por cierto, soy de la opinión que no se les puede regalar un púlpito, y menos a cargo de los presupuestos públicos.
En otro orden de cosas, la verdad es que la respuesta social ha sido amplía, llegando más allá de otros casos. Se han movilizado mujeres, hombres, deportistas y feministas de toda la vida, y esto es muy importante, sin duda, pero o conseguimos que la mayoría de hombres se pongan en clave feminista, o con la mitad de la población no se cambia nada, al menos, a la velocidad que sería necesaria. Por esta razón el movimiento feminista no puede enfrentar hombres contra mujeres, porque esta lucha a la vez que estéril es falsa. Hace falta un movimiento feminista que integre, que sume en definitiva, y que atraiga a los hombres a sus postulados, alejándose de los que entienden que el feminismo es enfrentar a mujeres contra hombres.
Otra cuestión que también quiero poner sobre el tapete. El feminismo no es patrimonio de nadie, y a la vez es patrimonio de todas y todos. Da mucha lastima ver a algunos que aprovechan que el Ebro pasa por Zaragoza, para intentar patentar eso del “no es no”, o “solo si es si”, y no amiguitos, dais pelín pena, la verdad.
Es muy curioso, y de seguir así no sé dónde puede llegar la historia de ese señor, día a día hay nuevas y espeluznantes informaciones. Lola Gallardo, jugadora de fútbol declaraba según algún diario: “No me entra en la cabeza. Puede estar eufórico, pero creo que lo estaba por otras cosas, no porque las féminas seamos campeonas del mundo”. Y la curiosidad me invade, mi imaginación no sé por qué vuela a las montañas de sal de San Fernando. DIARIO Bahía de Cádiz