Llueve en Cádiz y llueve sobre mojado. Llueve mucho y sigue haciendo frío. No necesito las dulzonas mentiras de adorno de un ilusionista para asumir la crudeza de este temporal. Es como si el invierno permanente en que habían metido a nuestra ciudad se resistiera a marcharse de manera definitiva. Os contaré un secreto a voces: los instigadores del invierno de la razón siguen malversando la realidad para congelar nuestras esperanzas.
Que nadie se engañe. Llueve mucho pero no llueve de la misma manera para todos. Llueve duro, frío, de golpe, torrencialmente. Llueve de manera inclemente sobre quienes son presa del desempleo; llueve hasta la inundación sobre los barrios sin servicios, abandonados; llueve amargamente sobre las familias desahuciadas a las que apenas les queda el techo de un Ayuntamiento al que quieren mantener atado de pies y manos para que no pueda ser escudo de los más golpeados por su crisis. Llueve de manera brutal.
Cuando llegamos a este Ayuntamiento pensamos en comenzar otro tiempo, entre otras cuestiones porque el advenimiento de una nueva época política y social era y es tan necesario como inexorable. Los datos terribles sobre la falta de desarrollo económico y social en nuestra ciudad nombraban numéricamente la verdad a la que pertenecemos: Cádiz está en una situación de emergencia económica y social que no puede, que no debe esperar ni un día más.
Los 20 años del cortijo del PP han extenuado las arcas municipales. El desastre de su gestión económica ha endeudado a este Ayuntamiento para muchos años. Toda la red clientelar que ese partido ha ido afianzando durante años ha creado una ciudad ficticia, edulcorada a golpe de infraestructura hueca y vacía. ¿Para qué sirve tanto patrimonio rehabilitado si no disponemos de presupuesto para habilitar viviendas para aquellos que se quedan sin lo más básico? ¿Para qué sirve el insulto a la inteligencia de aquella consigna que mentía al decir que Cádiz era la ciudad que sonreía si no hay presupuesto para generar empleo? Mis vecinos y mis vecinas no piden limosna, no aspiran a beneficencia y sí a la dignidad de una vida ganada a través del empleo. ¿Para qué sirvió tanta fanfarria, tanta publicidad, tantos mamotretos, tanto despilfarro si no para alabar egolatrías tan pagadas de sí mismas como inútiles para el desarrollo igualitario de nuestra ciudad? Son estos fabricantes de inviernos, estas rémoras del pasado quienes extienden sus tentáculos hacia el futuro intentando bloquear otro presente, necesario, urgente y diferente.
Claman estos esbirros de la nada, estos hijos de un PP investigado por corrupción, estos provocadores del desempleo y el recorte de derechos civiles y sociales; claman, digo, sosteniendo dos argumentos: que el presupuesto pone en riesgo las nóminas de los empleados públicos. Estos trileros, que convirtieron la política en publicidad, mienten sin pudor. Fueron ellos los que congelaron los derechos de los empleados públicos, fueron ellos los que hurtaron pagas extras a estos trabajadores y trabajadoras, fueron ellos los que mantuvieron durante años a decenas de trabajadores en fraude de ley. Los mismos que se comportan como si estuvieran limpios de polvo y paja del fracaso de un gobierno basado en el subvenciono y mando. Estos gallos negros aún no se han percatado de que caminan espasmódicamente y sin cabeza, sin ofrecer ni una sola propuesta. Más que andar se tambalean apenas insuflados por su odio, ya que no tienen más alternativa para Cádiz que la indecencia de saberse culpables de nuestra ruina sin tener la honestidad de admitir sus errores y dejarnos hacer. Los empleados públicos de este Ayuntamiento seguirán percibiendo sus nóminas, seguirán estando sujetos al derecho de los trabajadores, seguirán trabajando por y para la ciudad. El Ayuntamiento ya no volverá a ser un chiringuito amoldado a ningún partido político. El Ayuntamiento tendrá como principal y único objetivo servir a la ciudadanía y no a los espurios intereses de grupos de presión.
El segundo argumento vomitado por el PP es tan genérico como superficial: el “caos económico”. Desde que soy alcalde, lo cierto es que se vuelve a pagar a los proveedores, se ha reducido la deuda en más de 10 millones de euros, se ha parado el dislate de la publicidad destinada a comprar opiniones y sembrar mentiras. Hay que recordarles a estos demagogos de azul que el caos es tener unas cuentas municipales arrolladas por una deuda astronómica. El PP hacía presupuestos sin calcular, sin tener en cuenta los rudimentos más básicos de la economía. ¿Alguien de los que está leyendo esto podría tener una economía basada en la desproporción de este endeudamiento? Muy probablemente ya estaría en la cárcel, o se habría ido de vacaciones a Panamá.
Lo único que quiero decirles a estos señores del PP es que se hagan a un lado, que nos dejen hacer. Que nos dejen crear solidaridad y justicia social suficiente para que, entre otras muchas cosas, no vuelva el hambre infantil a las calles gaditanas. La miseria, el dolor, la inhumanidad normalizada y continuada a lo largo de dos décadas, ocultada por la bambalina de mueca sonriente con que se nos atiborró, debe marcar el camino de la vergüenza y la deshonra para un PP que estigmatizó a varias generaciones de gaditanos y gaditanas.
Perdido el norte sólo nos queda el sur. El norte con sus recetas neoliberales que provocaron la reforma constitucional del 135, con nocturnidad y alevosía. El norte que se desangra a través de la inhumanidad de una mirada de mercachifle. El norte que no mira a los ojos de la realidad, que solo sabe cifrar. El norte que cierra, que se encierra y que no deja pasar a los hijos de sus guerras. Porque eso y no otra cosa es lo que son los refugiados; hijos de las guerras del norte.
Aquí en el sur creemos en la solidaridad porque nosotros mismo somos refugiados de recetas económicas imposibles si aspiramos a una vida digna, libre e igualitaria. Y en ese camino nos encontramos con muchos compañeros y compañeras de diferentes formaciones políticas que se quedan pasmados cuando no avergonzados ante la actitud de sus direcciones.
Compañeros y compañeras del PSOE: escuchad la voluntad del pueblo de Cádiz que nos encargó un gobierno de cambio. Sumaros a ese cambio o dejadnos hacer de una vez por todas. No vale seguir dilatando. No vale seguir replicando el mismo patrón de comportamiento: primero bloqueáis, luego desgastáis y finalmente os ofrecéis como agentes de solución. No podéis seguir rigiéndoos por el cálculo electoral, porque de ser así ni Cádiz ni vuestra propia militancia os lo perdonaría. No podéis excusaros en tecnicismos para intentar bloquear nuevamente el cambio.
Sabéis que estos presupuestos son lo más posiblemente transformadores teniendo en cuenta el roto que nos ha dejado el PP y el maldito 135 de la Constitución que pactasteis. No podéis seguir mostrando la virulencia de una oposición tan extrema. Muchos vecinos y vecinas se preguntan por qué sois tan violentos con nosotros y fuisteis tan suaves con el PP. Nadie entenderá que os sigáis poniendo del lado del PP a la hora de construir un nuevo invierno. Los presupuestos que hemos presentado sabéis que son técnicamente solventes, legalmente impecables, políticamente abiertos y socialmente necesarios.
Hemos ido incluyendo vuestras propuestas, os hemos dado muestras de querer converger, pero sin embargo parece que habéis optado nuevamente por bloquear el ejercicio de gobierno. Será vuestra responsabilidad posibilitar el cambio o seguir favoreciendo al Partido Popular. Dadnos la mano, caminemos juntos. Cádiz merece un comportamiento responsable y singular por parte de quienes podemos generar la transformación.
Por otra parte, resulta delirante esa idea que plantea el responsable económico del PSOE de Cádiz, que quiere crear trabajo a través de la destrucción de empleo. ¿Cómo si no se puede comprender que se quiera recortar el presupuesto a Onda Cádiz a la mitad? Eso significaría poner de patitas en la calle a más de 20 personas ¿O es que esto no lo habíais calculado? Por favor, el presupuesto es algo demasiado importante como para dejarlo en manos de profesores de la soberbia. Por no hablar del ataque al derecho a la información. Dejad de atacar a Onda Cádiz, están haciendo un trabajo bueno y responsable. Ya no es la tele del PP, ahora es la televisión de todos los ciudadanos y ciudadanas. El Consejo Audiovisual de Andalucía ha subrayado la independencia del medio, su transparencia, su falta de manipulación. En campaña propusisteis su liquidación, luego en un pleno defendisteis que siguiera, ahora volvéis al ataque. Por favor, sosiego y responsabilidad. Estamos a tiempo. Podemos hacerlo. Debemos hacerlo.
Llueve, pero el tiempo está cambiando. Que nadie se engañe… la primavera ya es imparable. DIARIO Bahía de Cádiz
ARTÍCULO DE: José María González ‘Kichi’ (alcalde de Cádiz)
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