Los macarras y los pijos de los países “tradicionalmente democráticos y desarrollados” dan la nota cuando vienen a España. Sí, será una minoría pero es muy amplia. En Salou, el pijerío anglo nos enseña el culo por la calle y ejecuta toda clase de memeces. En Ibiza algo parecido o peor y las aficiones de equipos de fútbol de aquellas tierras luteranas se explayan a gusto rompiendo enseres y humillando a inmigrantes.
Son países de orden, los países que imponen a otros la austeridad, cuyos habitantes más jóvenes crecen en la rectitud y severidad de comportamientos y que van reprimiéndose hasta que estallan estas algaradas que en sus tierras no consuman por miedo a los coscorrones de sus mayores pero que aquí se las permiten los niñatos como si salieran al recreo desde un colegio en el que les azuzan con la disciplina, el ahorro y otras chorradas que luego colocan el famoso informe Pisa a su favor pero al precio de enlazar con la cultura bárbara del palo y tentetieso medieval y moderno.
Los latinos somos los vagos, claro, ellos son los activos, tan activos que lo desactivan todo: utensilios, tranquilidad, dignidad de las personas que quieren un trozo de pan y un trabajo, se trata de una manifestación de germanía medieval que existe porque el imperio romano se derrumbó por errores propios y aciertos ajenos y nos dejó en manos de estos come carne cruda que eructan al son de una cerveza y una Coca Cola.
Lo que más me maravilla de España y de Andalucía en particular es que la gente llega a un bar, pide sus consumiciones, se las lleva a las mesas y nadie se suele ir sin pagar y paga cuando quiere, no cuando lo manda el camarero. Esto es impensable en otras tierras, ¿dónde está la educación democrática y dónde el gamberrismo y la codicia?
El orden de esos países que confunden el desarrollo con la calma impuesta por las costumbres puritanas me lo paso por la entrepierna pero, eso sí, jamás actuaría así en sus países y les aconsejo a nuestros macarras y pijos que tampoco lo hagan porque hay que demostrarles a esos postmodernos que aún hay estatus y que no es lo mismo proceder de culturas de taparrabos que de lo grecolatino y lo árabe cuando lo árabe estaba en su cenit. DIARIO Bahía de Cádiz Ramón Reig