El pasado día once más uno del mes de enero, es decir el martes día doce como el mismo conferenciante dijo -refiriéndose al 11 de enero de 1766- tuvo lugar en el Centro de Congreso “Cortes de la Real Isla de León”, la brillante y amena conferencia que pronunció el Ilmo. Sr. D. Juan Torrejón Chaves, académico de la de San Romualdo, para conmemorar los 250 años del “nacimiento” de la Real Villa de León o lo que es lo mismo: de nuestra muy querida Isla-ciudad de San Fernando.
En dicha conferencia se desveló y se puso de manifiesto el pensamiento que muchos isleños hemos tenido de aquella situación, si no de un modo académico y tan detallado como la que expuso dicho académico. Sí al menos, bajo la sospecha propia del profano en la materia.
Por tanto asistimos a conocer la realidad de algunos mitos que hemos sostenidos a través de transmisiones equívocas o escasamente documentadas para poder ahora rectificar y colocarlas a tiempo en el lugar adecuado que históricamente les corresponden.
Independientemente del rigor y el minucioso recorrido que hizo el conferenciante, se deduce qué, pese a todas las oposiciones, transacciones, especulaciones diversas, obstáculos varios, cambios de estructuras, poder político, intereses y cuántas situaciones pudieron crearse para que la Isla no creciera ni prosperase. Existía una realidad tajante, exclusiva y evidente que no ha podido soslayarse: ‘La Isla nunca fue segregada de Cádiz’.
Las crónicas y los medios gaditanos de la época también hicieron un flaco favor a la Isla; restándoles en no pocas ocasiones el valor a los méritos contraídos de sus ciudadanos o bien contabilizándolos como suyos. Y son numerosos y variadísimos los casos y los ejemplos que se podrían describir, aunque este no sea el objetivo único de este artículo.
Pero si diferenciar que estas y otras pequeñas anécdotas, reflejan en cierto modo, el espíritu sesgado acumulado desde entonces por algunos de los sectores gaditanos dominantes de aquella época, para los cuales, la Isla era sólo eso: ‘una tierra destinada al ocio y al recreo’.
Sin embargo hoy afortunadamente es justo reconocer en franca contraposición, que estos matices diferenciales se han eclipsados, salvo algunas reminiscencias que quedan todavía guardadas en la conciencia de los más nostálgicos y reticentes.
Pero lo que realmente importa y es edificante qué, Cádiz y San Fernando actualmente son dos grandes ciudades, cercanas, muy apetecibles y hermanadas, donde en la Isla habitan y tienen sus hogares centenares de gaditanos. Y recíprocamente otros tantos isleños trabajan en Cádiz en una pacífica convivencia felizmente compartida.
Finalmente en cuanto a la futura rehabilitación del espléndido edificio que como Ayuntamiento tenemos la suerte de poseer; el mayor de Andalucía y el tercero más grande de toda España, que es sin duda, la joya arquitectónica de estilo neoclásico más valiosa y destacada de esta Real Villa de León, planteó -recogiendo opiniones- de los muchos asistentes al acto, que merecía un trato exquisito y muy especial en la ejecución prevista de dicha rehabilitación.
Por eso y a la vista de la foto virtual, que se expuso en el transcurso de la conferencia, para indicar como quedaría su fachada una vez rehabilitada, cabe citar la disconformidad un tanto generalizada, en cuanto a suprimir las cornisas horizontales situadas debajo de los ventanales, que hacen un efecto de ensanchamiento transversal del edificio, contrario al que ahora se pretende con su prevista eliminación, que lo haría más alargado todavía, dada la altura que ya de por sí tiene como se podía apreciar en la citada foto virtual. Eso en cuanto a su exterior.
Y con respecto al interior, gravemente deteriorado teniendo en cuenta los más de ocho años que lleva cerrado, se supone que se rehabilitará sin modificar piezas tan esenciales como la biblioteca Lobo, la sala Isabelina o las piezas más nobles de dicho Ayuntamiento, nuestra primera Casa Consistorial y casa de todos los ciudadanos. Evitando así -como antecedente- lo ocurrido ya en el Real Teatro de las Cortes, cuando se rehabilitó y quedó aceptable pero modernizado; perdiendo todo su encanto y sobre todo, el sabor antiguo que marcaron sus años y su historia.
Finalmente como hizo el propio conferenciante, terminar con otra anécdota a propósito de -la Casa Consistorial- que no obstante fue además de anecdótico un ‘hecho verídico’ que ocurrió aquí en la Isla como hubiera dicho el fallecido y recordado humorista Paco Gandía.
El citado hecho sucedió hace bastante tiempo. Y fue que llegó a la Isla un forastero en tren a la antigua Estación y nada más bajarse, se encontró a un guardia municipal (el guardia en cuestión también fallecido, tenía nombre y apellidos y era muy conocido), al que le preguntó por la Casa Consistorial. Y el citado guardia, le respondió: ’aquí no tenemos casas de esas’ y las que había cerca de la plaza de los toros, las cerró el Sr. Alcalde.
¡Esperemos que la que poseemos de verdad quede razonable, armónica y eficazmente rehabilitada, pero dispuesta, eso sí, al servicio común y práctico de todos los ciudadanos, porque otra cosa no, pero tiempo ha tenido! DIARIO Bahía de Cádiz