A mí en las jornadas electorales me pasa lo que a mi hermana en los partidos de tenis de Rafa Nadal, que sabe que el partido ha terminado cuando ve a Rafa por los suelos. Ella, mi hermana, se dice pa sus adentros: “hala, ya ha terminado y ganado otra vez”; pues en las elecciones me pasa igual, cuando veo a Pablo Iglesias, a Floriano, a Pedro Sánchez o a la Teofila decir todos a la vez: “hemos ganado las elecciones”. Pues yo digo eso, ya se ha terminado la jornada electoral.
Pero alguna alegría también se produce, y se demuestra que dios también existe, aunque no mucho. Una amiga de Barcelona me decía esta noche electoral, “Fermín, es la primera vez que voto a una lista electoral que gana”, y es que ver a Ada como la más votada en Barcelona mola mazo…; pero ver a Manuela como más que posible alcaldesa de Madrid mola dos mazos.
Rita a la que el recuento en la noche electoral la pilló entre dos gin-tónics, la vi desfondada, no me extraña, son muchos años ya, y ni el hígado ni los años perdonan, y lleva demasiados sacrificándose por una ciudad -¿que la quiere y la respeta?- hartándose de pacharán, marisco… con lo malo que es para el colesterol y el ácido úrico. ¡Visca Valencia!
Mientras, ayer, hoy de madrugada, pensaba cómo iban a justificar los amigos de Podemos Cádiz que tendrán que borrar las líneas rojas que ellos mismos se impusieron, de no llegar a ningún acuerdo con los partidos de los recortes -PP y PSOE-, si quieren la Alcaldía de la ciudad… pero empezó a resonar en mis adentros la murga de los currelantes, y….
hay que acabar con tanto bribón
pues le vamos a dar con el
tran, traca, tran, pico pala, chimpun
y a currelar, para pa para pa para pa pa pa…
La verdad, se me pasó ese punto de dudas, e imaginé a Teófila de portavoz de la oposición, gritando desde su sitio, sin el plus de tener su audio al doble de decibelios que el resto de los miembros del Consistorio, o a PepeBlas sin su patineta y mantilla de primera fila en la procesiones, ¡ojo!, ¿y el careto de Jorge, saliendo de incógnito por la puerta trasera de San Juan de Dios?
Las dudas me corroen, pero no sé si Fran Matías González es más de la corriente inglesa -vamos de los que dimiten y se dedican a su profesión, una vez que pierden elecciones-, o de los del sacrificio; sí, esos que siguen sacrificándose por su ciudad, España y la humanidad, y siguen, y siguen y siguen…
Y como decía, dios existe pero poco, porque si no, no permitiría muchas cosas. ¿O dios no tiene que ver nada en esto? DIARIO Bahía de Cádiz