Alguna vez se ha leído en la prensa la idea, que por otra parte ya se tenía desde hace al menos un par de años, de establecer una comunicación vial más directa desde Los Tres Caminos hasta Navantia y de paso a La Carraca.
Recuerdo seguramente igual que ustedes, la época dorada y de apogeo de la Empresa Nacional Bazán -hoy Navantia- que coincidía plenamente con otra etapa no menos resplandeciente del Arsenal de La Carraca.
La carga de trabajo de dicha empresa y el mantenimiento y encargos de los buques de La Armada sostenía en gran parte la estabilidad y la alegría del sector y de la Isla.
Eran los decenios de los años 60, 70 y quizás aunque menos, parte de los 80. Nuestra Marina había firmado aquel acuerdo con la de los EEUU, cuyo resultado nos trajo buques -para ellos- ya en desusos tipo Aragón, Castilla o Dédalo y -para nosotros- suponía reformarlos y lo que ya todos conocemos.
No obstante fue evidente, que el desarrollo de esta situación, favoreció la actividad y el trabajo en ambas factorías tanto en el personal de adentro como en el de afuera. Y significó el desarrollo de industrias auxiliares, contratas, proveedores, transportes, comercios, talleres y un largo etcétera, hasta que se llegó a potenciarse la Base Naval de Rota.
Durante este periodo de tanta actividad en la zona. ¿Cuántos vehículos pesados entraron en La Isla por el viejo, estrecho e histórico puente Zuazo? recorriendo un largo camino de accesos angostos, llenos de dificultades, con dos puentes más; uno, para pasar por debajo -cuando se podía- debido a su escasa altura (el de La Alcantarilla) y cuando no, se retrocedía buscando el desvío por La Estación de Ferrocarril para pasar (si su paso a nivel no estaba cerrado, situación que ha permanecido hasta hace algunos años) para hacerlo en definitiva por encima de otro puente -el de Hierro- limitado también en altura, estrechez y peso máximo (38 toneladas) hasta llegar a su destino. Y últimamente se construyó otro, por cierto mal trazado y peor estructurado técnica y urbanísticamente (según los técnicos ajenos al proyecto): el del Gran Poder.
Curiosamente he de señalar pormenorizadamente todas estas evidentes dificultades y los tonelajes que han soportados esos viales inadecuados en una época tan vital, cuando ahora que no existe una situación -ni siquiera parecida- en ninguno de los dos Centros, se piense en construir como -se planteó en su día- esta vía desde luego más directa desde Los Tres Caminos a dichas Factorías.
La idea no exenta de dificultades tanto técnicas de resolución como económicas por la crisis, pero no insalvables, siempre fue, es y será -buena- porque hubiera supuesto beneficios para todos, pero mayoritariamente para Navantia que, por tradición y la calidad de sus trabajos, constituye no sólo una principalísima seña de identidad de esta Isla, que si no se remedia, se nos muere asfixiada y que es necesaria conservar y mantener en pos de ese personal tan profesional y cualificado; incrementando su carga de trabajo naturalmente.
Sin embargo, se me ocurre más por el deseo de ver a nuestra isla prosperar, que el de una realidad posible, comentar ¿Cómo los que tratan de acometer esta obra ahora, dejaron pasar la ocasión del tan discutido trazado del tren-tranvía viniendo de Chiclana a su paso por Los Tres Caminos.
La incorporación de dicho tren-tranvía a la red ferroviaria como se pretende, podría haberse previsto, precisamente por Los Tres Caminos en lugar de La Ardila, en el supuesto caso de su permiso, tanto de Renfe como de Adif. Y hubiese significado: abrir la pretendida vía que se alargaría no sólo hasta Navantia o sus proximidades, sino que se facilitaría también el acceso a la Casería, Fadricas y Punta Cantora. Eludiendo su paso por la calle Real y evitando el puente levantado en La Ardila, cuando el recorrido propuesto, hubiese posibilitado también, detenerse en la Estación de San Fernando-Bahía Sur (parada obligada de acceso a la ciudad y muy repercutible para los efectos económicos del centro comercial repercutible en la ciudad). Es decir, como vulgarmente se suele decir: hacer varias dianas de un sólo tiro. ¡Un verdadero sueño, verdad!
Pero -todo lo narrado- sea realizable o no, sea un deseo o una quimera, está visiblemente relacionado a fomentar y favorecer el progreso de nuestra querida ciudad y el bienestar de todos sus ciudadanos. DIARIO Bahía de Cádiz