“Mariano Rajoy, al ser entrevistado en el descanso del Real Madrid – FC Barcelona, exteriorizaba tener cara de boniato asado, porque los culés le estaban dando a los vikingos, un baño con cava sin descorchar las botellas”
El sábado pasado, 21 de noviembre, fui uno más de los millones de telespectadores en todo el mundo que, a las 18, 15 horas, me encontraba cómodamente sentado en el butacón del despacho estudio de mi casa, presenciando la retransmisión, en un canal de pago, del partido de fútbol entre el Real Madrid y FC Barcelona.
La cuestión es que, una vez más, se impuso la cantera del Barça a la cartera del Madrid. Puesto que, si los catalanes alinearon a unos cinco canteranos. Los de la capital de los reinos españoles a ninguno. Demostrándose, además, que el juego o trabajo en equipo, es fundamental para obtener los mejores resultados. Siendo clamoroso y humillante los cuatro goles que le endosó el Barça al Madrid en su sinfonía interpretada. Goleada que pudo haber sido mucho más abultada. Pero me hubiera gustado que hubieran conseguido la manita, si es que Munir el Haddadi, por ejemplo, no hubiera fallado el quinto. No extrañándome, por tanto, que Piqué se enfadara mucho con él, porque de conseguirlo hubiera acallado, aún más, a los muchos que le silbaron durante el partido.
Creo que, la razón sólo tiene un camino. Y Piqué diciendo verdades evidentes a los merengues… es capaz de sacar a sus jugadores, directivas e hinchadas de sus ‘casillas’ por la puerta de atrás, como salió lamentablemente Iker, o por la de adelante como salen las excelencias del palco de autoridades, del equipo que pregona ser el más importante y señorial del mundo. No extrañándome, por tanto, que al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, al ser entrevistado en el descanso, exteriorizara presuntamente tener cara de boniato asado, porque los culés le estaban dando a los vikingos, un baño con cava sin descorchar las botellas.
En fin, es evidente que, me gusta la cultura y el arte, pero no el fútbol. No obstante, fue el Barça de Guardiola, Iniesta, Xavi Hernández, Messi… el que me acercó de nuevo al balompié español, después de muchos años sin querer saber absolutamente nada de este juego ‘toca pelotas’… Por ello, hace un mes hasta contraté el canal Abono Fútbol, para el día que me apetezca y quiera ver un partido del Cádiz, Betis o Barça. Aclaro que, si nombro a estos tres equipos, es porque considero que sus aficiones e historias son más que las de un club de fútbol. Demostrándolo el sábado en el Bernabeu, el Fútbol Club Barcelona, porque todos sus jugadores alineados parecían tener no ocho como el título de la película, sino once apellidos catalanes, a pesar de haber nacidos y crecidos, muchos de ellos, a miles de kilómetros de distancia de Cataluña. Pero en los sentimientos hacia esos colores no hay ninguna, al existir muchos lazos de unión deportivos y de otras índoles.
Por lo tanto, no sé si usted, estimado lector, sintió un orgasmo. Se puso como una moto. O se subió por las paredes por el resultado a favor o en contra de sus preferencias o deseos. Pero en mi caso fue todo un deleite, observar los rostros pálidos desencajados de multimillonarios e idolatrados futbolistas. Así como, las de sus fanáticos seguidores, abucheando y con el flamear de pañuelos al presidente blanco, Florentino Pérez. Siendo lamentable que, los empleados de su régimen ‘deportivo’, utilizaran la megafonía del estadio para silenciar dicha bronca de desaprobación.
Consecuentemente, como no hay más ciego como el que no quiere ver, ni sordo como el que no quiere oír ni escuchar. Me apetece recordar, para finalizar, los versos grabados a los pies de la Torre de la Vela de la Alhambra de Granada, del poeta mexicano Francisco A. de Icaza, que dicen: “Dale limosna mujer / que no hay en la vida nada / como la pena de ser / ciego en Granada. DIARIO Bahía de Cádiz