No, no pongas el grito en el cielo porque tus hermanos, tus primas o tu amigo hayan lleven dos años en la cola del paro. Tampoco te rasgues las vestiduras si conoces a alguien sobradamente preparado que bien tiene que optar por hacer las maletas y poner rumbo a la incertidumbre o bien se queda en su tierra esperando un milagro mientras le hacen perder el tiempo con acciones improductivas durante su búsqueda activa de empleo.
Por supuesto, no es necesario que en tus redes sociales hables de política, porque ya dejaste claro que la política no te importa, no va contigo. Claro que no, al fin y al cabo, como quienes deciden tu futuro son los Reyes Magos, es decir, los padres, para qué vas a interesarte por qué deciden tus gobernantes en el país, tu comunidad autónoma o tu ciudad. Total, qué más te da tu presente. Y de tu futuro, ya ni hablamos.
Si quieres, te doy la razón, y te digo que está muy bien que pongas el grito en el cielo por el hecho de que consideres una prioridad absoluta cambiar una tradición por el simple hecho de que llueva. ¡Ni pensar quiero lo que ocurriría si lloviese café en el campo, como pedía Juan Luis Guerra!
No te preocupes, que queda anotado. Es más, si tienes suerte y cuentas con un empleo, quizás tu jefe el próximo lunes que anuncien lluvia te pedirá que vayas a trabajar el domingo. Ya sabes, todo sea para mantener la ilusión de ganar dinero y que las personas que están pendientes de tu labor no sufran un trauma.
Sí, porque quizás sea eso realmente lo que te preocupe, que los niños cojan un trauma por el simple hecho de ver llover y que los representantes de los Reyes Magos se mojen. Recuerdo que en alguna ocasión he visto alguna cabalgata correr más de lo habitual y aquí estoy, sin trauma. Y si te vale de algo, hace unos años no había 2.000 Reyes Magos en cada esquina o centro de comercial. No, es más, incluso puede que Sus Majestades de Oriente no fuesen tan espléndidos ni tan pudientes como muchas veces y en muchos hogares son hoy en día.
Insisto, no protestes si alguien que está para velar por el interés general se gasta el dinero público en negocios oscuros o si el dinero que pagas en impuestos acaba en una cuenta corriente en Suiza, Gibraltar o en algún paraíso fiscal. No te indignes si hay quien no tiene para comer o vivir dignamente, para plantar cara al frío o para beber agua potable. Mejor incendia las redes sociales con tu indignación para que te cambien la Cabalgata de día, para que así puedas hacer una ruta por la provincia y llenar bolsas y bolsas de caramelos que acabarán en la basura, caducados. E igual que de la Cabalgata, valen como temas trascendentales la victoria de tu equipo o el peinado y el beso que se han dado en Operación Triunfo, sin olvidar la operación de labios de tal o cual y el recurrente me voy para luego volver de Belén Esteban o cualquier otro integrante de Sálvame.
Tenemos lo que nos merecemos. Tienes lo que mereces. Lo sabes. La cuestión es: ¿Quieres realmente que la cosa cambie? Igual es que vas a ponérselo en la próxima carta que escribas a los Reyes Magos. DIARIO Bahía de Cádiz