Dice el tango que 20 años no es nada. Es cierto, porque la vida es un suspiro, un soplo. Pero hablando de periodismo y de un medio de comunicación que no pertenece a un gran grupo empresarial, 13 años son muchos. Toda una vida.
Imagino que si el inimitable Ángel Nieto decidiese felicitar a DIARIO Bahía de Cádiz por su cumpleaños lo haría sin duda recurriendo a su famoso 12+1. En definitiva, sean 12+1, 1+12 o directamente 13, lo importante es lo importante. Ya se sabe que el orden de los factores no altera el producto. Por cierto, cuando escribo esto, no es ni martes ni viernes 13, porque ya se sabe que este número tiene generalmente asociada la mala suerte por aquellas personas supersticiosas.
Pero el 13 dicen que también es un número mágico para ciertas culturas. Como imagino que así lo será para el alma de este medio de comunicación, Dany Rodway, un periodista que un día soñó ser dueño de su trabajo, hacer a su manera. Un joven (porque todavía lo es) al que tuve el honor de conocer en una época (la vida universitaria) y un escenario (un piso de estudiantes) donde los sueños son metas que parecen alcanzables. Entonces su sueño se fundamentaba en un proyecto visionario, que se adelantó a la transformación y a la crisis que más tarde azotó al periodismo. Él se encargó de demostrar que los sueños, a veces, se cumplen.
Cuando www.diariobahiadecadiz.com no era más que una idea, parecía una locura. Y, de hecho, puede que incluso aún hoy día se lo parezca al propio Dany Rodway, porque el sector está tan mal que es muy complicado tachar días en el calendario viendo que el periodismo muchas veces (por no decir casi siempre) no da para vivir dignamente, entendiéndose la dignidad laboral como ganar un suelo lo suficientemente aceptable como para poder pagar facturas y darse algún capricho de vez en cuando con los amigos y la familia. Sí, porque la conciliación laboral y familiar es otra guerra perdida para los periodistas.
En fin, hoy quiero felicitar al amigo y colega por seguir en la lucha, con más o menos acierto, con días mejores y peores, pero siempre demostrando que pertenece a esa casta de cobardes con especial valentía para decir sin tapujos lo que piensa. Es lo que tiene tener su propio medio de comunicación, es lo que tiene no depender de nada ni de nadie, aunque ello conlleve que a veces te den ganas de pivotar y mirar hacia otro lado. Es lo que tiene ser un obrero del periodismo, un pobre pero digno periodista. ¡Felicidades y enhorabuena, compañero!