Ni los españoles que votaban masivamente al PSOE hace años ni los que votan ahora al PP son borregos, analfabetos, cautivos o traidores y vendidos. Son ahora la mayoría de nuestros conciudadanos, exactamente 13.330.894 españoles. Creo que merecen un respeto.
Personalmente no comparto ahora con esa abrumadora mayoría mi voto ni mis planteamientos políticos, pero creo que sus votos y sus planteamientos políticos son tan respetables como los míos.
Posiblemente sea más sencillo culpar al otro, despojarlo de su dignidad y cuestionar sus razones democráticas, cuestionando así la misma democracia. Es más fácil entender que votan a ladrones y corruptos sin tener en cuenta otras cuestiones, es más tranquilizador para reforzar mis ideas y mi absoluta posesión de la verdad, pensar que todos esos españoles son unos borregos y unos ladrones.
Permítanme que les diga que ahí está la primera causa de ciertas sorpresas electorales: en los prejuicios y el resentimiento.
Segunda conclusión: el mundo no son las redes sociales, hay campo para seguir.
Ojalá todos aprendamos algo, aunque lo dudo. Ojalá consigan los dos partidos mayoritarios limpiar su casa y la de todos con eficacia, ojalá hayan entendido que aunque hayan ganado sus resultados distan mucho de ser buenos. Aprovechen la confianza y hagan buen uso de ella.
Espero y deseo que entre todos consigan un gran pacto nacional por la educación, déjense de líneas rojas y vetos carentes de sentido. Las formaciones emergentes también deben aprovechar su respaldo y hacer una oposición constructiva. Intenten sacar adelante los grandes temas. Tienen la oportunidad de marcar la diferencia.
Cuanto peor no es nunca mejor. Demuestren de verdad que lo que importa son los ciudadanos de este país y pónganse a trabajar para gestionar este espacio compartido. Dejen de apelar a nuestro corazón y apelen a nuestra inteligencia de una puñetera vez.
Y por lo que más quieran ¡Hagan un poquito de autocrítica! DIARIO Bahía de Cádiz