“El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He aquí, por qué se nos escapa el presente”. (G. Flaubert).
Por dichas circunstancias, sea para el hombre, el presente, el más corto de estos estancados tiempos, durante el cual, analiza el pasado y hace cábalas para el futuro. Puede que se le escape, esta ocasión de aprovechar alguna oportunidad, durante este tiempo, para mejorar su clase de vida, ya que de hacerlo -en su debido tiempo-, siempre es más ventajoso y oportuno, pues al dilatarlo, puede que de nuevo no se le presente la misma ocasión y no pueda tomar partida.
Atrevido, en cuanto exponer un pensamiento, a pesar de reconocer que no será bien aceptado por el lector y considerado como una idea más propia de una utopía, algo que le es imposible de admitir, por creerlo fuera del contexto, y no encajar con sus pensamientos.
Si desean saber de dónde vienes y a dónde te diriges, responde, sin ambages, que provenimos del mismo lugar que lo hacen todos los seres, que pueblan la tierra, y que tras un breve tiempo de permanencia en ella, estamos obligados a dejarla, para no retornar. Este último lugar, oscuro y silencioso, del que jamás, nadie ha conseguido volver ni darnos noticias, marcará el fin de nuestra existencia.
Un paso obligatorio para todos los seres de este planeta, al igual, que todos los objetos, que gravitan en el espacio, la materia de la que están compuestos, contiene los mismos elementos químicos, y transformables, sujetos a las leyes que rigen el universo.
Al mismo tiempo que el hombre crece en experiencia y conocimiento, su sabiduría, le hace conocer, con mayor rigor y precisión, el motivo de su existencia, a la vez que le permite hacer cálculos de valoración y comparación, con otras especies, que le hacen conocer, la posición que ocupa entre los seres vivos.
Y sin que estas cualidades, arriba indicadas, valoren en su totalidad a la persona, ya que el lastre de imperfecciones que pesan sobre ella, le harán obrar incorrectamente, a la hora de tomar decisiones, conocerlas son de utilidad para librarnos de ellas.
Son en mayor o menor proporciones, estas, imperfecciones, que le impiden alcanzar, un mejor entendimiento y comprensión con sus semejantes, las siguientes: Hipocresía, Egoísmo, Mentira, Envidia, Ignorancia, Egocentrismo, Cobardía. Intolerancia, Fanatismo, Pereza, conformismo, Pesimismo, Vanidad, Avaricia, Mediocridad, y soberbia. Todas, o parte de ellas, obstáculos, que le impiden, alcanzar una más alta perfección y un buen entendimiento con su entorno.
Y aunque el hombre, en el deseo de perfeccionarse, se esfuerce, en adquirir valores humanos, si no guarda, una ética y una moral ejemplar, que le haga resaltar sus valores espirituales, de poco le servirá, querer abrirse camino como persona honrada y cabal, por muchos que sean sus conocimientos, generosidad, y valentía ante este reto.
Téngase en cuenta que entre lo creado, solo, al hombre, se le ha dotado de inteligencia. De la cual se vale, para mejorar su estado y condición de vida, incluso, conseguir, que su edad media de vida, se vaya prolongando., a la vez, que descubre, novedosos medios que palian en buena medida, el sufrimiento y dificultades, con las que se ha de enfrentar. Pero aún pendiente, le quedan muchos misterios por desvelar.
Al no existir ese hombre perfecto que obre correctamente, deberíamos ser, más tolerantes y compresivos, los unos con los otros, haciéndonos ver, nuestras imperfecciones de una forma sencilla y convincente, para mejorar, nuestra condición y calidad de vida. Y siempre a través del ejemplo, diálogo y el razonamiento, y nunca, por vías impositivas o falaces.
Millones de células, en continuo proceso de crecimiento y regeneración, contribuye a que nuestros tejidos y órganos, tengan vida, al igual, que ocurre con esas estrellas que nacen y mueren en el universo, funcionen con arreglo a las leyes que siempre han regido en el espacio, desaparecerán para que otras ocupen su puesto.
El día que el hombre, se haya hecho “mayor de edad” y tenga capacidad de inteligencia, para analizar el cosmos, en mayor medida que lo está haciendo ahora, podrá beneficiarse de las oportunidades, que puede obtener de estos conocimientos. Pero antes, habrá de encontrar, la forma, de entenderse con sus semejantes, y establecer unas reglas de convivencia, que les permita vivir en paz y ordene su casa.
Pues para esta empresa de “conquistar el universo” unidos todos, garantizará, nuestra supervivencia, y como enfrentarse a los nuevos peligros que puedan surgir una vez nuestra naves viajen por el espacio. De lo contrario, como dije en otra ocasión, si seguimos perdiendo el tiempo, guerreando entre nosotros., muy probable será, que el día que tenga la humanidad tenga abandonar la tierra, o enfrentarnos a otros peligros, nos encontremos matándonos los unos a los otros, y esta situación, será la responsable, de que la vida humana desaparezca de la faz de la tierra. DIARIO Bahía de Cádiz