“El hombre que no es capaz de luchar por la libertad no es un hombre, es un siervo”. Hegel.
El 29 de octubre, aniversario del proyecto constitucional republicano del Estado Andaluz rubricado en Antequera en 1883, representa para nosotros el día de nuestra gran fiesta de la democracia. Otros pueblos basan su concepto de ‘nación’ contemporáneo en el seguidismo de casi toda la ‘intelligentsia’ alemana del S. XIX, junto con algunos chovinistas de su órbita al este y norte de Europa, por el complejo identitario de su procedencia: pueblos nómadas empujados por otros desde el levante asiático, en aluvión migratorio hacia Europa durante milenios. Resulta paradójico que sean esos mismos países los más xenófobos, cuando muchos de ellos no se constituyeron en Estado hasta el S. XIX o el XX. Curioso resulta también en el clericalfranquismo ramplón que demonice a árabes mediterráneos, al tiempo que glorifica en su ‘historia’ para consumo interno a los godos, de procedencia aún más oriental. Por eso aborrece, en sus versiones doctrinarias pardas o coloradas, del universalismo, la pluriculturalidad, el multilingüismo y las libertades de conciencia y expresión: resaltan su dogmático supremacismo caduco.
Niegan incluso que la milenaria Andalucía, al no estar dotada de articulación política soberanista o, en apariencia, de lengua autóctona, no debe considerarse Nación. Como si por padecer la postergación socioeconómica y el despotismo más atroces, no tuviésemos abierta en carne viva una Conciencia prostituida y mercenaria. Como si en Latinoamérica se hablase otra cosa que no sea el Andalú, siendo el autodenominado ‘castellano’ un fósil lingüístico anacrónico en regresión, cada vez más artificial (incluso la mayoría de los dobladores al ‘castellano’ de las películas de Hollywood son catalanes escondiendo su acento… ¿cabe mayor esperpento?)
Puede constatarse desde los comienzos de la mal llamada transición o tardofranquismo, que padecemos hasta hoy ya va para medio siglo. Gran parte de la autodenominada ‘izquierda andaluza’ representa la cara B de la misma colonización secular, desculturizándonos por el cielo y por el suelo. A nadie debe sorprender, por tanto, que una campaña de marketing político de la Banca y PRISA, fingiendo laicismo, catapulte al modelito barcelonés Rivera, diseñado por el director de teatro españolista Albert Boadella, y aspire al ‘sorpasso’. Liderazgos devenidos caudillajes, encumbramiento de los ‘intelectuales’ del servil cuerpo docente del Estado, complicidad activa o tácita con los eclesiásticos de obediencia foránea, a través de su tropa seglar, medios de comunicación y colegios confesionales hasta la náusea… patético.
Observad que entre las prioridades de los guardianes de las esencias socialistas en la Colonia-’sur’ no están la desclericalización de Andalucía, al contrario de la senda marcada por la Constitución Andaluza de 1883, y el andalucismo revolucionario histórico. Se perora sobre “municipalismo” sin interés por los sistemas asamblearios directos, de cooperación y ayuda mutuos entre vecinos, como eran los Concejos Abiertos, de los que los más ancianos aún guardan recuerdo en muchos lugares. Por no referir además su grosero e ignaro desprecio por los combates emancipatorios del Movimiento Libertario en Andalucía, sin los cuales solo con suma dificultad cabe hablar de lucha por liberación alguna en nuestra tierra desde la segunda mitad del S.XIX hasta el surgimiento genial de Blas Infante. En su ‘federalismo’ de opereta no quieren darse cuenta, por su esclerosis teórica disfrazada de verdiblanca, que la Liberación Política -los esfuerzos por dotarnos de una democracia formal o verdaderamente representativa, solapados bajo la humeante cortina de ‘asaltos a los cielos’ postizos-, es prepolítica, trans-ideológica, suma en ese noble esfuerzo a los más posibles, sin discriminar ni encizañar de modo inquisitorial.
Por mucho que se pregone la redención social, desde el púlpito o la asamblea oligárquica del partido al uso, sin Libertad Política colectiva para todos sin excepción, nada hay mas que montajes propagandísticos.
Casi la mitad de la población andaluza está ya en riesgo de pobreza y exclusión social, más de tres millones y medio de personas, más de la mitad de los niños. Una tasa de mortalidad, enfermedades, emigración, paro… mucho más alarmantes que el norte peninsular, y por si fuera poco un envejecimiento poblacional intolerable, con una natalidad de 1,2 hijos por mujer, una de las más bajas del mundo. Desmasculinizar la sociedad, alienando al hombre para castrarlo con un sexismo de confrontación vergonzante, ha provocado la esterilidad: entre los que podían haber nacido y no lo han hecho por la inducida depauperización, y sumado al exilio económico, igual que si desde el setenta y cinco hubiesen pasado cuatro guerras civiles como la del 36… Ante está realidad espantosa podrían esperarse movilizaciones a diario y la Izquierda desfogándose a todas horas por las calles, en justo clamor, exigiendo un plan de emergencia internacional. ¿Por qué ello no sucede?
En realidad ‘izquierda’ y derecha en la Colonia son las dos caras de idéntica opresión colonial en Andalucía. Partidos-órganos del Estado, subvencionados por él, o aspirantes a serlo, carecen de la legitimidad para representar a la sociedad civil. Por eso deben fingirla mediante la farsa permanente. Por ello no cuestionan el pago de peaje y la supeditación política de facto al Estado extranjero vaticano, creado por el dictador fascista Mussolini. La próxima vuelta de tuerca para ahondar el foso discriminador se dará con el órdago soberanista de Catalunya, el cual pretenderán contenerlo como siempre en forma de condonación de su deuda o nuevos privilegios.
Ha llegado el momento de gritar basta. Y dado que nuestro Pueblo es pacífico debe contestar a los hipócritas esbirros de la metrópoli, con olor a incienso, como merecen. Si permiten a sectas destructivas vaticanas expoliarnos y proliferar en los aparatos del Estado en secreto, colaboremos con la masonería. Tratémosles como ellos a nosotros, infiltrémonos en sus filas usurarias, ¿no tratan a la sociedad civil cual ganado al que esquilmar, como el adversario a batir? Si Roma tiene patente de corso para apropiarse de inmuebles de viejas viudas sin hijos, si no se les fiscaliza su opulencia disimulada, y hasta se les consiente que usurpen bienes públicos como la Mezquita de Córdoba, devolvámosles tanta falsía zorruna con piel de cordero.
En los Pueblos de América Latina pagarán tantos desafueros avarientos. Apoyemos a sus peores enemigos: las comunidades evangélicas que se extienden imparables, y exhortemos a que los andalú-hablantes latinoamericanos impongan la gramática, según lo que se habla en la calle, por ser mayoría. Impidamos o boicoteemos sus astutas operaciones mercantiles internacionales sin escrúpulo, con la excusa de las ‘misiones’ u ONGs. Si esta barbarie cínica imperial-papista continúa, con una miseria y emigración imparables, con la complicidad desaprensiva de los EEUU desde sus bases de Rota y Morón, yanquilandia y su cultura deben declararse non gratas en la Nación del Guadalquivir. Y vosotros, el más de un millón de residentes británicos en el Estado español, si persisten en su vil nacionalcatolicismo antidemocrático, expandid vuestro nacional-anglicanismo con base en Gibraltar.
Lo mismo que los marroquíes: ¡no cejad en vuestro nacional-maliquismo! Toda oposición a esa rapiña consentida sea bienvenida. No os importe hacerlo en las catacumbas del anonimato: los clericalistas -y sus sicarios camuflados de la ‘izquierda’- que nos saquean, lo hacen bajo el paraguas cobarde de la clandestinidad y el más absoluto desprecio por la justicia, con total impunidad. Frente a ese Terror inhumano Liberación Andaluza nació un Cinco de Octubre hace treinta años, nuestro Día del Partido, en recuerdo a una lucha libertaria de los trabajadores no vendidos, como los que se levantaron ese Cinco de Octubre de 1934 frente al mismo lerrouxismo y mezquindad de hoy. Y seguimos anhelando la culminación de nuestro Proceso Constituyente iniciado el 29 de Octubre 1883. DIARIO Bahía de Cádiz