“Le falta a millones de personas, los recursos básicos, para poder subsistir dignamente. Siendo tratados, en muchos casos, peor que a las bestias”.
En numerosos lugares, organizaciones no gubernamentales, realizaron manifestaciones y otras actividades contra el hambre y la pobreza en el mundo, con motivo de conmemorarse cada 16 de octubre, el ‘Día Mundial de la Alimentación’, de acuerdo a la resolución 35/70 de 5 de diciembre, aprobada en sección plenaria por la 83ª Asamblea de las Naciones Unidas. Siendo, según la Asamblea General de las Naciones Unidas, los fines de esa conmemoración: “Considerando que la alimentación es un requisito para la supervivencia y una necesidad humana fundamental. Insta a los gobiernos y a las organizaciones regionales, nacionales e internacionales, a que contribuyan en la mayor medida posible, a la celebración efectiva del ‘Día Mundial de la Alimentación’ ”.
El último informe de Cáritas, sobre la pobreza en España, fue demoledor. Hasta el punto que, el ministro Cristóbal Montoro, se sintió molesto por las cifras ofrecidas, al ocupar España el segundo lugar de Europa en pobreza infantil… Habiéndose, por el contrario, ensanchado las diferencias sociales, en los últimos años entre ricos y pobres, de tal forma que, según el informe publicado, el martes 14 de octubre, por Credit Suisse, sobre la Riqueza Mundial de 2014. Los millonarios en el último año han crecido en España un 24% (89.000 personas). Habiéndose duplicado la cifra del año anterior… Existiendo un total de 465.000 millonarios españoles con más un millón de dólares. Y entre los que tienen más de 50 millones de dólares hay unos 1.766 españoles.
Con este desigual panorama, que perjudica a las clases menos favorecidas, por culpa, entre otros motivos, de la crisis económica y de la injusta distribución de la riqueza y de la renta española. La política económica colocó en el umbral de la pobreza a cientos de miles de españoles. Con el agravante, además, de que prosiguen imponiéndonos más impuestos directos e indirectos, asfixiándonos, aún más, mientras cierta casta de la política española “vive a cuerpo de rey”, a pesar de que hace unos años, saltara por los aires “su gallina de los huevos de oro” (burbuja inmobiliaria.). Porque tras desmantelar el mucho o poco tejido industrial competitivo existente… Los políticos erigieron a los ladrillos como uno de los principales motores económicos del país junto al turismo. Siendo ellos, en el grado de responsabilidad que a cada uno les corresponda, los culpables de esta situación.
Azotando la desnutrición y la miseria a muchos sectores poblacionales, excepto a los privilegiados. Por ello, bien cerquita de nuestros lugares de residencia, en mayor o menor medida, se observan a personas allegadas y conocidas que no tienen absolutamente nada para subsistir. Y al anochecer, es probable, que nos lo encontremos rebuscando en los contendores de basuras. O acudiendo a comedores sociales en busca de alimentos. Existiendo en el mundo más de 800 millones de personas que pasan hambre. A pesar de, haber alimentos suficientes para erradicarlo. Estando, por tanto, muy acertado, el científico Georg Cristoph Licntenberg, al afirmar: “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto”.
Por lo tanto, ¡qué respeto, le debo tener a la política mundial y a la española!, cuando el hambre y la pobreza no les roza, ni mínimamente, a la gran mayoría de los que la ejercen, al vivir en esferas hasta superiores, sin combatir los desequilibrios sociales como debieran. Porque es posible, también, que nos gobiernen a todos los niveles, personajes sin ningún escrúpulo, debido a que a la política nacional e internacional accede cualquiera. Y, a veces, las codicias y ambiciones de algunos, no les dejan ver las miserias existentes a su alrededor. No importándoles, absolutamente nada, que el sistema capitalista que defienden, tengan a almas inocentes, en el más atroz de los olvidos en asuntos sanitarios, alimenticios… Faltándoles a millones de personas, los recursos básicos, para poder subsistir dignamente. Siendo tratados, en muchos casos, peor que a las bestias… Con el agravante, además, de la descomunal suma de dinero que destinan los gobiernos en la carrera armamentista, para ser usado en guerras sanguinarias…
Pero, menos mal que, gracias a la bondad de muchos seres de corazones nobles. Diariamente y sin ánimo de lucro realizan una gran labor social, tanto en Cáritas, Cruz Roja… Ayudando y alimentando a cientos de miles de necesitados y pobres existentes. Y a ellos, a esos voluntarios anónimos, sí que les tengo el mayor de mis respetos. Porque en esta sociedad hipócrita, falsa, trepadora, corrupta y putrefacta que me cerca, reprime y atormenta. A la única superioridad que admiro y reconozco, es aquella que brota de las almas de las personas decentes, buenas, honradas e insignes. DIARIO Bahía de Cádiz