La concesionaria de las actividades aeroportuarias de la Base Naval de Rota, la estadounidense Louis Berger Aircraft, sigue su “cacería de trabajadores”, según denuncian desde CCOO. Acaba de despedir a otros seis trabajadores y al secretario del comité de empresa, tras haber sancionado recientemente al presidente de dicho órgano con 16 días de desempleo y sueldo “con el afán de generar terror entre la plantilla, inventándose la empresa una segunda adjudicación de transportes no recogida en el contrato de la Marina de los EEUU”.
Mientras, el convenio colectivo sigue en vigor y por ello dicha empresa ha sido sancionada en más de cuatro ocasiones por la Inspección de Trabajo.
Para este sindicato, según expone en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, estos últimos despidos se producen “en una clara venganza” de la empresa por las sanciones recibidas por la Jefatura Provincial de Tráfico al no respetar las normas de seguridad e inspección de vehículos de España, además coinciden los despidos con sentencias recaídas y condenas al Gobierno central y a la propia concesionaria por imposición de servicios mínimos abusivos y contra el derecho constitucional de huelga.
De este modo, ya se han convocado más movilizaciones y huelga en el centro de trabajo que dará comienzo el próximo 22 de diciembre y tendrá duración hasta el próximo 14 de enero; los paros serán de cuatro horas por turnos de trabajo y afectará al total de la plantilla, si bien queda pendiente la negociación de servicios mínimos que a partir de la sentencia, CCOO espera que tanto la Subdelegación del Gobierno como la empresa “se ajuste a lo recogido en materia de derecho fundamental”.
Louis Berger ya practicó una docena de despidos meses atrás. Las primeras sentencias –desde el Juzgado de lo Social número 3 de Jerez- que se conocían hace un mes, dan la razón a los trabajadores declarando la improcedencia de los mismos y condenando readmitir o indemnizar a estos. La empresa pretende justificar estos ajustes en los recortes económicos de la concesión para gestión de operaciones aeroportuarias, sin embargo el fallo viene a confirmar que “no se está ante una circunstancia económica sobrevenida en el curso de la adjudicación, pues la empresa ya era adjudicataria de un contrato anterior con la US Navy y colocaba a la empresa en una posición inmejorable para llevar a cabo un análisis de la viabilidad económica del servicio para participar en la licitación”.