Faltan más de tres horas para que amanezca, el día todavía no ha comenzado, por no empezar, no ha empezado ni el programa de la Pepa Bueno en la radio, y llevo un rato dando vueltas en la cama. Estos edredones que te dan con los cupones del periódico es lo que tienen, que como de plumón nada, todo es algodón de ese sintético, si te los echas encima te suda hasta el corvejón, si te los quitas te hielas, así que a dar vueltas toca, del frío al sudor, y volver a empezar, esperar que amanezca un poco y salir a ver cómo llevan las diferentes obras de la ciudad, observar por los huecos en las vallas a modo de ventana a la actualidad, para esto hemos quedado los jubilados y prejubilados.
Hasta hace poco era en los clubs sociales, Hogares del jubilado y demás donde nos podíamos reunir para arreglar el mundo, sacar toda nuestra bilis, pero con los ajustes presupuestarios de obras sociales y consejerías del ramo se jodieron las tertulias del cara a cara. Luego, ya en la calle, fueron esos huecos que hacíamos en las vallas, qué buenas direcciones de obra hacíamos a los obreros de la construcción: que si has puesto mucha arena en la masa, que si ese nivel está mal echado…
Pero entre que la Teofila y PPBlas nos han puesto, gracias al Jorge Moreno, una retransmisión en directo, «in life» que seria en ingles, de la marcha de las obras del nuevo puente, y los planes esos de la Junta que organiza el Ayuntamiento -bueno lo de organizar es un decir-, en los que pone a chavales que no han cogido en su vida una paleta, un martillo o cualquier herramienta, a arreglar verjas del parque, bases de monumentos, o muros del Paseo del Vendaval,… que no y que no, que se ha perdido toda profesionalidad a la que poder criticar con cierto fundamento a pie de obra.
Ahora recuerdo que mis sudores mañaneros de hoy son debidos, al edredón de fibra que decía por una parte, por otra al sueño que tuve, o mejor dicho pesadilla. La culpable, la radio, que por la noche me duermo con la radio puesta, y hay cosas que no distingo sin son verdad, sueños o noticias. Sea como sea, he escuchado que mi Teo ha dicho que entrar a Cádiz por el nuevo puente iba a ser como entrar a Cádiz desde el mismo cielo celestial. Creo que a partir de aquí empezaba el sueño pesadilla. Vi el cuadro de la Inmaculada de Murillo, pero ¡dios!, era su cara, su pelo rubio-montañes, con sus escoltas y todo, como recién llegada por el puente nuevo desde El Puerto.
Distingo entre los angelotes que la acompañan al futbolero metido a cultureta, a Romaní, a PPblas… que cuando se dan cuenta que estoy soñando con ellos, me miran y a coro dicen, “¿no ves como, aunque es del PP y alcaldesa, esta libre del pecado original de la corrupción?”. Yo, todo esto en sueños, les digo que me cuesta creer eso, pero ni más ni menos que lo de la virginidad antes, durante y después -me refiero a la virgen no a Teofila- pero que si hay que creerse que después de lo de los 30.000 euros, es virgen de todo pecado de… bueno ya… de eso -me refiero a Teofila no a la virgen-. Pues nada, que muy bonita estampa la de la inmaculada esta. En medio de esta reflexión con los angelotes asexuales del cuadro me desperté sudando, como dije. Normal ¿no?
Mientras amanece voy a ver que dicen por el face…
-Abuelo, le tengo dicho que no utilice mi portátil para la cuentas esas de usted, que luego se las deja abiertas y los compañeros de clase se descojonan con sus proclamás a favor de Podemos. DIARIO Bahía de Cádiz