De celebrarse hoy elecciones al Parlamento andaluz, el PSOE volvería a ganar estos comicios autonómicos (que si no hay adelanto, deberían convocarse para diciembre de 2022). Sin embargo, el PP tendría más cerca seguir gobernando en San Telmo con un Ciudadanos como muleta (en vías de irrelevancia, o todo lo contrario, llave de gobierno que decante el gobierno a un lado u otro) y tragando con los chantajes de una extrema derecha en ascenso.
Tras más de dos años de legislatura, socialistas y populares recuperan confianza entre el electorado (el bipartidismo superaría de nuevo el 60% de los votos, frente a menos del 42% del total que sumaron los de Díaz y Moreno Bonilla en las elecciones de finales de 2018), Vox crece y se coloca como tercera fuerza en la cámara regional, la franquicia naranja se desploma, y las fuerzas verdaderamente de izquierdas (Podemos, IU, Anticapitalistas…) desunidas y peleando entre ellas caen pero sin estrellarse.
Son algunas de las conclusiones que se entresacan del estudio sociopolítico independiente elaborado por la empresa de servicios estadísticos Deimos Estadística con motivo del 28-F, Día de Andalucía, a partir 1.500 entrevistas telefónicas realizadas del 15 al 24 de febrero entre empadronados en la comunidad (con un margen de error para los datos globales del 2,53%); informe cedido en exclusiva a ocho medios de comunicación andaluces, uno por cada provincia. En el caso de la gaditana, se vuelve a confiar como en ediciones precedentes en DIARIO Bahía de Cádiz.
Precisamente en la provincia de Cádiz, donde se eligen 15 parlamentarios para ocupar las bancadas en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, PSOE y PP mejorarían su representación actual según este sondeo de intención de voto, la mantendrían más o menos igual los neofascistas y los partidos más a la izquierda de los socialistas, y la formación ahora liderada por la jerezana Inés Arrimada bajaría notablemente.
Antes de desgranar el estudio hay que hacer una observación aclaratoria sobre uno de los partidos que aparecen en el mismo, Adelante Andalucía, que concurrió en 2018 como coalición conformada por Podemos, Izquierda Unida, Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza. No obstante, la confluencia se ha ido deteriorando en los últimos tiempos a partir de la inclusión formal en la marca de Anticapitalistas y el distanciamiento de estos de una formación morada centralista donde Pablo Iglesias parece no tolerar disidencia alguna, y a su vez la polémica expulsión del grupo parlamentario alentada desde Madrid de los afines a Teresa Rodríguez (la mayoría) acusados de transfuguismo por los que eran sus compañeros, los mismos que, ya manejando la asignación parlamentaria, ahora quieren rebautizar las siglas con las fueron elegidos… Un triste capítulo más en la repetitiva historia de la dispersión de la izquierda.
De este modo, el sondeo de Deimos pregunta por un lado por Unidas Podemos (a imagen y semejanza de la marca estatal, la unión de Podemos e IU), y por otro por Adelante Andalucía, refiriéndose al nuevo partido-movimiento (que no se sabe si se podrá denominar así) sin tutela más allá de Despeñaperros que ya están cocinando Rodríguez y Anticapitalistas junto a otras pequeñas fuerzas andalucistas progresistas, a través del debate-iniciativa Andalucía no se rinde.
VUELVEN A SUMAR LAS DERECHAS
En cuanto a la estimación de voto de esas hipotéticas elecciones al Parlamento andaluz que plantea este estudio, como en los comicios de diciembre de 2018, ningún partido obtendría una mayoría suficiente (establecida en 55 escaños) para formar gobierno en solitario.
Las únicas posibilidades (más allá de la ¿impensable? unión PSOE-PP) serían, mirando a la derecha y más allá la suma de PP, Cs y Vox (llegarían a los 60 representantes, observando sus mejores resultados posibles), reeditando el ‘pacto’ de la presente legislatura (con coalición formal o sin ella).
O bien, hacia el centro-izquierda del tablero la compleja comunión de PSOE con Unidas Podemos y la franquicia naranja (formación veleta que no hace ascos a gobernar con quien sea, como ponen de manifiesto sus alianzas con gobiernos de derecha y ultraderecha, y otros pactos con socialistas como el de la pasada legislatura en la misma Junta de Andalucía o actualmente en ayuntamientos como el de San Fernando): se llegaría a hasta 57 parlamentarios (se descarta incluir en la suma a Adelante Andalucía, ya que uno de sus máximas es no gobernar junto al PSOE, otra cosa sería un hipotético aliento desde la oposición frente a las derechas).
El PSOE mejoraría algo sus resultados de 2018 y ganaría otra vez las elecciones de celebrarse hoy día con entre 38 y 40 parlamentarios y el 32,29% de sufragios (en los últimos comicios obtuvo 33 y el 27,9% de los votos; y en 2015, hasta 47 representantes).
Y el PP volvería a su nivel de las penúltimas elecciones autonómicas: se quedaría con entre 33 y 34 escaños y el 28,54%, maquillando sus malos resultados de 2018, que con todo le bastaron para alcanzar por primera vez el Ejecutivo en Andalucía gracias a las otras derechas: hoy tiene 26 parlamentarios y el 20,75% de los votos.
El partido de Santiago Abascal (con sus mentiras y postulados machistas, xenófobos, homófobos… y sin creer en el estado de las autonomías) se convertiría en la tercera opción en el tablero andaluz con entre 18 y 19 sillones y el 15,74% de apoyos; en 2018 logró sorprender y estrenarse en una institución con 12 representantes y el 11% de votos (cuando tres años antes apenas cogieron esta papeleta el 0,46% de andaluces).
Por detrás se situaría Unidas Podemos, con entre 8 y 10 escaños y el 8,80% de sufragios; y último quedaría Adelante Andalucía, que lograría arañar entre 2 y 3 obteniendo un 3,32% de votos totales. Si se contabilizan los mejores resultados de ambas formaciones sumarían en estas imaginarias elecciones 13 parlamentarios; en 2018, juntos en confluencia, pudieron llegar a 17 y casi el 16,2% de papeletas.
Pero sin dudas, el partido que más perdería y que parece no rentabilizar para nada su presencia en el Gobierno andaluz es Cs. Si en los últimos comicios estuvo más o menos cerca de ‘sorpassar’ al PP, logrando 21 representantes (y el 18,3% de votos), este sondeo le adjudica entre 5 y 7 (con menos del 7% de respaldo total). El globo naranja se va deshinchando rápido (en las recientes elecciones en Catalunya ha perdido 30 escaños) y no es descartable que acabe disolviéndose en el PP (o el PSOE) o bien en la irrelevancia como aquellos de UPyD. Se puede intuir que esos entre 14 y 16 representantes que se deja Cs por el camino ayudan a la subida de PP y Vox, mientras lo que pierde UP/AA (entre 4 y 7) lo absorbe los socialistas.
PODEMOS SUPERA A VOX EN INTENCIÓN DIRECTA DE VOTO
Si se atiende a la intención directa de voto, el PSOE sigue liderando esta ‘clasificación’ con el 27,5% y por detrás estaría el PP (20,7%). Y tercera opción sería Unidas Podemos (9,3%) frente a Vox (8,1%). A Cs lo elegiría probablemente el 6,9% de consultados en toda la comunidad autónoma y a Adelante Andalucía poco más del 3%. En este apartado resalta que casi un 11,9% reconoce que no votaría, un 6,7% no sabe ni contesta, y más del 3% optaría por la papelera en blanco.
Por sexos, las mujeres tienen más simpatías por los socialistas, la extrema derecha y Adelante Andalucía; mientras PP, Unidas Podemos y Ciudadanos logran más probables electores entre los hombres. La diferencia más acusada entre géneros se encuentra en los populares, unos 8 puntos.
Y respecto a la edad, el PSOE suma votantes en la mayoría de grupos, sobresaliendo un poco más entre personas de 65 a 79 años (el 34,5% de votos de este estudio). En el caso del PP, su mayor masa de electores la encuentra entre quienes tienen 45 y 54 años (el 26,08%), y apenas congenia con el grupo de 25 a 34 años (un 8,01%). Vox tiene la mayoría de sus votantes a partir de los 65 años; Cs, en un rango de 25 y 44 años; y Unidas Podemos y Adelante Andalucía se nutren principalmente de los más jóvenes, de 18 a 24 años. Los consultados más abstencionistas están en la franja de 35 a 44 años y en la de más de 80 años.
Igualmente subraya este informe que los votantes socialistas se reparten en ciudades pequeñas, medianas y grande (destacando algo estás últimas). A los populares se le vota más en localidades intermedias (de 20.000 a 100.000 habitantes); los ‘naranjitos’ y Unidas Podemos sobresalen en las grandes poblaciones, donde el partido de ultraderecha obtiene menos apoyos. Y la futura formación de Teresa Rodríguez distribuye equitativamente sus simpatías entre todo tipo de municipios, independientemente de su tamaño.
También es curioso observar, en la predicción electoral de Deimos, cómo cambia el sentido de voto declarado de los consultados, con respecto a los comicios andaluces de hace algo más de dos años. El 15,7% de votantes del PSOE ahora reconoce que no se acercó a las urnas entonces y más del 8% admite que se decantó por lo que era Adelante Andalucía. El PP, con electores más fieles (cerca del 87% de los que confiarían ahora en el partido, lo hicieron en 2018), sumaría un 7% de exvotantes de la franquicia naranja y un 5,8% de exvotantes de Vox. Quienes respaldarían en la actualidad a este partido anclado en el pasado reconocen que eligieron a PP (un 6,7%) y a Cs (un 6,04%). Resalta igualmente que más del 24% que confiaría en la coalición de Podemos e IU en 2018 votó a otro partido (a ninguno de los que hoy tienen representación). Ningún votante actual de las tres derechas recuerda haber votado a Adelante Andalucía; y de la misma forma, nadie con simpatías por las formaciones de izquierdas (incluyendo al PSOE) e incluso por Cs declara haber elegido a Vox en los comicios precedentes.
APROBADO PARA EL GOBIERNO ANDALUZ, PERO NO SU GESTIÓN DEL COVID
Los consultados en toda Andalucía aprueban a casi todos los principales líderes políticos regionales. El mejor puntuado es el presidente de la Junta y rostro del PP andaluz, Juanma Moreno, con un 5,86 de media; seguido de la expresidenta socialista Susana Díaz, con un 5,55. Juan Marín (Cs) y Martina Velarde (Podemos) se escapan del suspenso por los pelos (un 5,03 y un 5,02 de nota, respectivamente). Y por debajo del cinco quedan Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía), con un 4,68; y con peor reputación Alejandro Hernández (Vox) con un 2,98 de calificación media.
De estos seis nombres, los que tienen menos notoriedad son la flamante líder andaluza de la formación morada (que sucedió a Rodríguez) y el actual portavoz del grupo neofranquista (que relevara al que fuera candidato, el juez Francisco Serrano, que el pasado verano dimitió y pasó al grupo de los no adscritos tras ser acusado de presunto fraude de subvenciones).
Finalmente, el 51,82% de encuestados aprueba la gestión del Ejecutivo autonómico: la nota se queda en un 5,05, a lo justito. Sin embargo, el 52,96% suspende a este mismo Gobierno de derechas por cómo está afrontando el Covid-19 (la sanidad, las medidas y restricciones, etc.). En este caso, la valoración media baja al 4,51.
SONDEO DE DEIMOS ESTADÍSTICA
Deimos Estadística está detrás de esta encuesta especial del 28-F de 2021 ofrecida a ocho medios de la comunidad autónoma. Esta empresa andaluza de servicios estadísticos y encuestas de opinión pública, remarca que lleva a cabo este estudio sociopolítico “de manera independiente y sin ningún tipo de injerencia, por medio de los profesionales de su organización, como encuestadores, estadísticos y analistas; con la finalidad de medir y analizar el desarrollo social y político autonómico”.
Además de DIARIO Bahía de Cádiz, el sondeo para su análisis provincial concreto se difunde desde este domingo en exclusiva en La Voz de Almería, Diario Córdoba, Granada Digital, Huelva Hoy, Hora Jaén, Marbella Confidencial y El Correo de Andalucía. Dany Rodway