La empresa Martín Casillas se encargará de la obra de peatonalización de la plaza de España de Cádiz, por cerca de 1,4 millones de euros. La consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía acaba de adjudicar esta actuación promovida por el Ayuntamiento y costeada por fondos europeos complementados con aportación municipal.
Junta y Ayuntamiento rubricaban a mediados de junio el convenio que da vía libre a esta intervención, que “busca potenciar desde el punto de vista social, económico y turístico este enclave del casco histórico mediante la eliminación del tráfico motorizado”.
Se contaba con un presupuesto de licitación de 1,8 millones de euros, de los cuales hasta 633.000 euros salían de las propias arcas municipales y el resto procede de fondos europeos de la ITI gestionados por la administración autonómica (que se encarga de las obras), y que el Consistorio gaditano conseguía en su momento (hace más de dos años y medio) a través de la convocatoria por concurrencia competitiva de su Programa de Regeneración de Espacio Público Urbano, Prepu (y que ahora el gobierno andaluz enmarca en algo que llama Plan Vive Tu Ciudad). En agosto salieron a licitación los trabajos que ahora se adjudican, según la información remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
LOS TRABAJOS PREVISTOS
La desaparición del tráfico en la emblemática plaza de España supondrá la creación de un corredor peatonal en continuidad, que enlazará el borde del casco urbano con el puerto, “potenciando la secuencia puerto-ciudad y permitiendo relacionar la trama urbana con su entorno más natural”. Asimismo, la prolongación de la plataforma única.
Esta peatonalización supondrá, además, la eliminación de los aparcamiento del entorno de la plaza, “lo que propiciará igualmente una mejora paisajística y de movilidad, al ganar más zonas verdes y superficies ajardinadas”. En paralelo, se instalarán juegos infantiles, espacios de actividad física para mayores y nueva iluminación.
Igualmente, las obras permitirán reurbanizar dos amplias zonas “infrautilizadas”. Una se sitúa en la cara principal del monumento, que “se convertirá en un espacio para la celebración de eventos de todo tipo”. El segundo enclave se encuentra en el acceso al Palacio Provincial, sede de la Diputación, un espacio que se encuentra en la actualidad “totalmente degradado”.