Al fin la SEPI se ha manifestado. Su Consejo de Administración ha emitido las autorizaciones pertinentes y ha adoptado los acuerdos necesarios para el contrato de construcción de los petroleros tipo Suezmax, por parte de Navantia. Parece que este paso es ya el definitivo para la oportuna firma inminente de este acuerdo, prometido oportunamente en las dos últimas campañas electorales, y del que incluso se ha cuestionado en estas semanas su viabilidad económica. En principio supondría la construcción de cuatro buques, más las posibilidad de otros dos, entre los astilleros de Puerto Real y de Ferrol. Cada petrolero, diseñado por Daewoo, que además aporta materiales, supone unas 725.000 horas de faena.
Al fin la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se ha manifestado. Se ha hecho de rogar. Su Consejo de Administración, reunido en la mañana del miércoles día 29 ha emitido las autorizaciones pertinentes y ha adoptado los acuerdos necesarios para el contrato de construcción de los buques petroleros tipo Suezmax, por parte de Navantia (la SEPI es su principal accionista, por ello que su decisión fuera clave).
Carga de trabajo que se ha anunciando con preacuerdos y precontratos en marzo y mayo, casualmente en la antesala de las elecciones andaluzas y las municipales, respectivamente, y a finales de junio, pero que a estas alturas sigue sin ultimarse. Parece que este paso es ya el definitivo para la oportuna firma, en breve (podría ser esta esta misma tarde), de este contrato del que incluso se ha cuestionado en las últimas semanas su viabilidad económica.
Durante esta sesión del miércoles, la SEPI ha trasladado a los astilleros públicos su autorización “para hacer frente a los riesgos que se identifican en este proyecto así como su aprobación a las cartas de conocimiento propias de estas operaciones”.
No en vano, durante la jornada del martes, en una carta dirigida a Navantia, la SEPI ya manifestó al presidente de esta empresa naval, José Manuel Revuelta, tanto el interés con el que el accionista está siguiendo las negociaciones para la construcción de los petroleros como su conocimiento de que dichas negociaciones se mantienen abiertas.
Los referidos extremos, según señalan desde la SEPI en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, “han sido impulsados a través de la documentación oportuna para que sea conocida por todos los operadores presentes en las negociaciones entre armador y constructor con el objetivo de que no se produzcan modificaciones sustanciales”.
725.000 HORAS DE TRABAJO POR CADA PETROLERO
El último dato concreto y oficial que se conoce respecto a este eternizado posible encargo es que Navantia firmó a mediados de mayo un acuerdo con el armador Ondimar Transportes Marítimos LDA (sociedad naviera del Grupo Ibaizabal) que establecía las bases para el contrato de construcción de cuatro petroleros tipo Suezmax, ampliable a otros dos, “a precios internacionales para este tipo de buques”. Entonces se afirmaba que el contrato definitivo se cerraría en junio y que el inicio de la construcción de los barcos tendría lugar en el cuarto trimestre de este año. El plazo de ejecución es de 21 meses.
La construcción de cada buque supone unas 725.000 horas de trabajo, es decir que para los cuatro primeros el volumen de mano de obra sería de unos 3 millones de horas de faena a repartir entre los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz y en la Ría de Ferrol, y para las empresas auxiliares. Sin embargo, durante las últimas semanas han aparecido informaciones, no confirmadas, que rebajarían el encargo, pasando a dos petroleros inicialmente, con opciones a otros dos y otros dos adicionales.
Las bases acordadas en ese precontrato entre la empresa pública y el armador hacen referencia a las especificaciones del buque, los plazos de fabricación de cada uno y los hitos de pago. El pasado 9 de marzo ya se firmaba, además, otro documento expresando la intención de ambas partes de alcanzar un acuerdo pleno para la construcción de estos barcos.
Para lograr este acuerdo, se ha apostado por un “cambio en el modelo de negocio de la ejecución de estos proyectos”, reconocían desde Navantia: se basa en un acuerdo con un astillero asiático (el coreano Daewoo), para utilizar su diseño y que sea el principal suministrador de la mayor parte de materiales y equipos, “aunque siempre dando oportunidad y prioridad a las empresas nacionales que ofrezcan precios competitivos”.
Este tipo de petroleros se denomina Suezmax porque sus dimensiones les permiten navegar por el Canal de Suez. Sus magnitudes más destacadas son: 274 metros de eslora, 48 metros de manga y un peso de 156.000 toneladas.
LA PRESIÓN DE LAS ÚLTIMAS SEMANAS
La Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca) emitía un comunicado a principios de este mes aseverando que las empresas auxiliares del sector naval de la provincia están “preparadas y dispuestas” de cara a los anunciados proyectos de construcción de petróleos en los astilleros de Navantia. Femca se mostraba entonces “optimista” ante esta carga de trabajo para la industria auxiliar y no contemplaba la opción “de que la Bahía se pueda quedar sin estos deseados proyectos”.
Por otro lado, hace escasos días, la nueva presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García, y representantes de los tres comités de empresa de Navantia en la Bahía compartían su preocupación ante la cercanía del plazo límite marcado para la formalización de los contratos sin que se hubiera concretado aún los acuerdos. En este encuentro, los sindicatos alertaban una vez más de que la situación “crítica” de la empresa, aún concretándose el encargo de estos petroleros.
Mientras, desde el PP gaditanos, las declaraciones de las últimas semanas han ido siempre en el mismo sentido, de “confiar” en ‘su’ Gobierno central y ponderar su supuesto compromiso “con el futuro de Navantia y los trabajadores”, trabajando para que haya carga de trabajo para los astilleros, “porque el Gobierno, el presidente Mariano Rajoy, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; Navantia y la SEPI, siempre ha cumplido, cumple y cumplirá con los astilleros frente a cero carga de trabajo que dejó el Gobierno del PSOE y Zapatero”.
En las últimas horas, también se manifestaba al respecto el alcalde de Cádiz, José María González, mostrándose “esperanzado” con el anuncio del contrato de los petroleros. No obstante, ha recordado que no hay que olvidar otros proyectos prometidos en los últimos meses, como el del llamado quinto gasero que “supondría una auténtica carga de trabajo sostenible”.
En estos cuatro años con la derecha en el Gobierno central, y respecto a los astilleros gaditanos, más allá de reparaciones en la factoría de la capital, apenas se ha firmado la construcción de un BAM para la Armada española que se ejecuta en el astillero de San Fernando, cuando en principio iban a ser cuatro buques más de este tipo; y estructuras para un parque eólico en Matagorda.
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