EDITORIAL. Pocos (casi naide) podían predecir con la cabeza (otra cosa es el corazón y el hastío) que los nuevos ayuntamientos que se configurarían en este ‘histórico’ 13 de junio tras las elecciones municipales del 24 de mayo iban a ser radicalmente (no va con segundas) distintos a los constituidos tras los comicios de hace cuatro años…
Entonces, en 2011, con el movimiento 15-M en ciernes y el PSOE en caída libre por el desgaste de la crisis-estafa, la ola ‘azul’ también inundaba una gris Bahía de Cádiz y sus ayuntamientos, quedándose el PP con seis de las siete Alcaldías; solo Puerto Real, territorio impenetrable para la derecha, se coloreaba de verde con un PA sorprendentemente arrollador. De la voluntad de aquellas urnas y sus posteriores pactos, surgieron siete mayorías absolutas: una de los andalucistas, dos holgadas del PP en solitario en Cádiz y Jerez, y cuatro bipartitos liderados por los populares, apoyándose en el ‘bastón’ siempre predispuesto del PA o de partidos locales e independientes.
Ahora, tras los resultados del 24-M de 2015, las negociaciones de última hora, y los infructuosos lloriqueos para que se deje gobernar a la lista más votada (como si eso fuera más democrático…) frente a “radicales, extremistas, anticapitalistas y populistas” (las candidaturas ciudadanas avaladas o apoyadas por Podemos, evolución ordenada de aquella explosión de indignación del 15-M, han provocado dolores de cabezas a más de un político ‘profesional’, que siguen aferrados a la campaña del miedo), los plenos de investidura de este risueño sábado para el recuerdo dejan un panorama muy muy diferente en la comarca (y mandan al paro a un puñado de asesores y cargos de confianza), sobresaliendo que no queda ni rastro de ese irritado y escocido PP en los siete gobiernos municipales que nos ocupan y preocupan.
Un PP que, con todo, ha ganado (victoria en votos, no por muchos, con sabor a derrota) en Cádiz, Jerez y El Puerto, pese a la pérdida de confianza que sufren los conservadores en todo el Estado por los incontables casos de corrupción en los que andan enfangados y por la propia gestión de la crisis económica de Mariano Rajoy y los suyos a base de insistir en la ‘herencia recibida’ (de Zapatero, sí, todavía), mentir e incumplir sin rubor promesas electorales desde el minuto uno, ejecutar maquillados recortes sociales/laborales y de derechos y libertades, y vender una “recuperación” de cifras macroeconómicas mientras en la calle hay más paro y precariedad, desigualdad y pobreza.
No hay dudas de que en el seno del PP gaditano, vistos los movimientos en estos raros días post-elecciones de diálogos, pactos y acuerdos, tendrán que hacer una mínima autocrítica (si saben qué es) y reflexionar el porqué, donde ha habido posibilidad, otras fuerzas se han unido de una u otra manera para impedir que la derecha siga ‘mandando’. Y nadie, ni las franquicias de Ciudadanos, su socio más afín (a priori y en teoría), les ha escuchado con verdadero interés.
De este modo, el mapa político municipal resultante en la Bahía en principio hasta mayo de 2019 se resume en: cinco alcaldes del PSOE (ha sido la lista más votada en tres localidades) y dos alcaldes de agrupaciones de electores promovidas por Podemos (donde ha sido la segunda fuerza, nunca la primera), cinco gobiernos en minoría (y uno de ellos bipartito) y dos gobiernos tripartitos con mayoría.
Comienza un mandato apasionante y con la sonrisa en el rostro de la mayoría, en el que se acabó la soberbia, el ordeno y mando y los rodillos, y que debe estar marcado por el debate, el consenso, el mirar por lo común… que puede estar estigmatizado por los bloqueos partidistas, las zancadillas insolidarias y la ingobernabilidad generalizada.
SIETE CIUDADES, SIETE AYUNTAMIENTOS ‘NUEVOS’
JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ ‘KICHI’, ALCALDE DE CÁDIZ
La coyuntura en nuestra área metropolitana más mediática para los medios centralistas de Madrid ha sido el fin de un largo ciclo de veinte años de omnipresente Teófila Martínez al frente del Ayuntamiento de Cádiz, desde 1995 renovando por inercia mayorías absolutas, ante una no-oposición desnortada. Pese al desgaste evidente de su persona y de su partido (con el logo bien escondido en la propaganda electoral), y de una gestión agotada y estancada en re-vender un puente que construye otro, se volvió a confiar en ella, y en la bendita abstención. Pero este 24-M la capital ha sido una de las ciudades con porcentaje de participación más notable de todo el país. Había ganas de votar.
Y aunque la derecha ganó, se desangró, perdió siete representantes. Desde la noche del domingo electoral Martínez y los suyos (casi las mismas caras de siempre: Blas Fernández, Romaní, Colombo, Ortiz, Sánchez…), se sabían derrotados con la calculadora en la mano, sumando ediles del resto de fuerzas que durante la campaña apelaron a eso del “cambio” y de “echar a Teófila”. Y solo les quedaba, más allá de invitar ahora a dialogar entre todos el futuro (demasiado tarde) y a reivindicarse como el gobierno que quieren los gaditanos (una mera interpretación), el rezar para que el PSOE fuera “responsable” y desde Sevilla o Madrid se le prohibiera a los socialistas de aquí pactar con “la izquierda radical” de Podemos.
Pero, aunque con ¿forzado? suspense, debido a unas torpes negociaciones aplazadas y lastradas por la presunta arrogancia de uno y las dudas del otro, al final Cádiz ha estallado de júbilo (las imágenes de la plaza de San Juan de Dios tomada por el pueblo lo dicen todo, y sin vallas… tan diferente a las protestas indignadas de hace cuatro años) y estrena alcalde, de 39 años, que vive en Cádiz y siente Cádiz, profesor, sindicalista y carnavalero: José María González ‘Kichi’, de la agrupación de electores Por Cádiz sí se puede. Un novato en política que en principio gobernará en solitario, gracias al ‘sí’ en la investidura de PSOE y de Ganemos Cádiz en Común, que se mantendrán vigilantes en la oposición (quizá Ganemos pudiera participar en el Ejecutivo si se les llama), y expectantes de que este equipo de Gobierno pipiolo cumpla sus esperanzadoras promesas y asuma puntos de sus propios programas.
Esta bancada de la oposición la completarán los dos concejales de Ciudadanos (ignorados por Kichi en sus ‘conversaciones’) y los diez del PP. La exalcaldesa santanderina ya vive sus primeras horas en una silla que desconocía (y fue despedida tras el pleno con gritos de “fuera, fuera”)… no sería nada descartable que el partido le buscará pronto una ‘salida’ digna: ¿una secretaría de Estado o un ministerio, ahora que dicen que Rajoy prepara una remodelación de su Gobierno? ¿Podría acabar Martínez inaugurando ‘su’ segundo puente pero como ministra de Fomento?
MAMEN SÁNCHEZ, ALCALDESA DE JEREZ
En Jerez, también se ha escenificado este sábado el cambio de actores en el Ejecutivo de un Ayuntamiento que sigue tan endeudado (rondando los 1.000 millones) como hace cuatro años. El Gobierno en mayoría del PP de María José García Pelayo, tras perder cuatro concejales y aún siendo todavía el partido más respaldado, es reemplazado por un débil Gobierno en minoría del PSOE (siete concejales), que ha contado con el muy negociado apoyo en la investidura de Ganemos Jerez y de IU, fuerzas que además de imponer una serie de condiciones a los socialistas, han optado por no mojarse y quedarse en la oposición “constructiva y colaborativa”, con la predisposición de no hacer imposible la gobernabilidad.
Mamen Sánchez se convierte en la nueva alcaldesa, y asume (obligada) como primer compromiso renunciar a su acta de diputada en el Congreso a la mayor brevedad para centrarse exclusivamente en la ciudad. Y a todo esto… ¿Jerez se queda entonces este verano si su ‘playa’?, esa inusitada promesa del PP…
PATRICIA CAVADA, ALCALDESA DE SAN FERNANDO
San Fernando estrena alcaldesa: la socialista Patricia Cavada se convierte en la primera mujer que alza el simbólico bastón de mando de una localidad que en lo esencial permanece igual de abúlica que al inicio del pasado mandato, pese a que el PP y Loaiza presuman de dejar una “buena herencia”. El PSOE, la lista más votada el 24-M, no ha permitido que le ocurra lo que ya sufrió en sus carnes en 2007, cuando como partido vencedor, acabó frustrado y exasperado en la oposición por el pacto PP-PA. Ahora, esos andalucistas que llevan dos legislaturas sosteniendo a la derecha en el Gobierno municipal, no tienen ningún rubor de cambiar de socio, y ya han acordado entrar en el nuevo Ejecutivo socialista, que aún así, seguirá sin sumar mayoría. Por lo que se necesitará de consenso para todo.
“Ninguna persona puede sola, ahora más que nunca debemos hacer todo juntos, como un pueblo unido que necesita salir de esta situación”, ha subrayado Cavada durante su discurso en la investidura, trámite en el que solo ha contado con el negociado respaldo de los tres ediles del PA. Sí se puede San Fernando, a quien se le ha tentado a participar también de este equipo de Gobierno, se ha negado desde el principio imponiendo además unas negociaciones “públicas” inexistentes; y una vez verificado que la derecha no podría volver a la Alcaldía (algo que no hubieran permitido apoyando a la socialista), se ha votado a sí mismos. Y los populares, que en el resto de la Bahía (y en España) han defendido el discurso de que debe gobernar el partido más votado, en La Isla, donde no lo han sido, han culpado a Ciudadanos de no querer comerciar con ellos (y presumiblemente con el PA) un gobierno alternativo para ‘robarle’ otra vez el poder al PSOE… todo muy coherente…
DAVID DE LA ENCINA, ALCALDE DE EL PUERTO
El Ayuntamiento de El Puerto sí contará en este mandato que ahora se inicia con un nuevo Gobierno estable, un tripartito de ‘izquierdas’ que reemplaza al bipartito PP-PA. La derecha ganó sin fuerza las elecciones perdiendo dos concejales pero su socio desde 2007 se ha pegado el batacazo, quedándose con un único representante. Por lo que por mucho que Alfonso Candón se haya postulado estos días para seguir al frente de la ciudad, las tres formaciones “de progreso” (PSOE con seis concejales, Levantemos El Puerto con cuatro e IU con tres), han sabido limar los recelos iniciales, y entenderse y concretar un Gobierno que estará liderado por el socialista David de la Encina. Un equipo (único y “transversal”, no tres, subrayan) que se presenta con “medidas concretas, no utópicas”, y que se quiere basar en “transparencia, honradez, participación real del ciudadano, transversalidad de las políticas de igualdad y vocación de crecimiento”.
Ya se sabe que el PSOE asumirá las áreas de Presidencia, Gobierno y Organización, y Promoción de la Ciudad, Cultura y Turismo; la agrupación de electores respaldada por Podemos se ocupará de Economía y Hacienda, Bienestar Social, y Fomento y Empleo; y los izquierdistas se encargarán de Urbanismo y Medio Ambiente.
JOSÉ MARÍA ROMÁN, ALCALDE DE CHICLANA
Chiclana, donde más del 50% de su censo electoral pasó de votar hace tres semanas, vuelve a tener alcalde del PSOE, tras cuatro años (o tres, para ser más exactos) de bipartito PP y PVRE, ese partido que impulsado entre propietarios de viviendas ilegales ya se ha caído de la Corporación. José María Román, en plena Feria de San Antonio, regresa a la Alcaldía con un Gobierno en minoría, aunque con el apoyo en la investidura, y algo más, de los tres ediles de IU, que se han comprometido a realizar su labor de oposición “sin boicotear, facilitando la gestión y con la obligación de contribuir a que salgan adelante las medidas que hemos prometido durante la campaña”. La derecha, encabezada por Ernesto Marín, no ha convencido tras estos cuatro años “adornando calles” y se va sin tener aprobado el PGOU. Retorna a la oposición junto a dos de las novedosas opciones ciudadanas: la agrupación de electores Por Chiclana sí se puede y Ganemos Chiclana, con dos y un representantes respectivamente.
ANTONIO ROMERO, ALCALDE DE PUERTO REAL
Si Cádiz tiene alcalde ‘podemita’, en la vecina Puerto Real no iban a ser menos. Así, y quizá no es coincidencia, las dos poblaciones que soportan las dos patas del futuro segundo puente sobre la Bahía de Cádiz, tienen ya un primer edil de Podemos. En el caso de la Villa, su nombre es Antonio Romero: encabezaba la candidatura de Sí se puede Puerto Real, agrupación de electores que prácticamente empató con el PA, la lista más votada por un centenar de papeletas, tras la celebración del 24-M. Ambos alcanzaron los siete concejales.
A partir de estos ajustados resultados, la andalucista Maribel Peinado ha buscado negociar para continuar en el Gobierno, pero el PSOE pronto le puso los pies en el suelo y dijo no; y Equo, como era esperable, no ha dudado en apoyar a sus ‘hermanos’ de la formación emergente. De este modo, la clave la ha tenido el único concejal electo de IU, cuya asamblea terminó aceptando el votar a Romero en la investidura, pero a la vez, permanecer en la oposición para que el bipartito entrante “no se relaje”. Sí se puede Puerto Real y Equo afrontan así cuatro complejos años en minoría, dependiendo de la mayoría de la oposición (integrada por PA, PSOE e IU).
JAVIER RUIZ ARANA, ALCALDE DE ROTA
Y este 13 de junio se puso fin a doce años de gobiernos consecutivos RRUU-PP y PP-RRUU en el Ayuntamiento de Rota. Este bipartito, casi un matrimonio de conveniencia pero inseparable, acaba después de que las urnas dejaran a ambas fuerzas con solo cuatro ediles cada una, lejos de poder reeditar su pacto. Y con la noticia, en plena vorágine postelectoral, de las desmesuradas penas de cárcel a las que se enfrenta la alcaldesa saliente, la conservadora Eva Corrales, por el caso ‘horas extras’; su socio Lorenzo Sánchez, ha sido absuelto.
El PSOE, con Javier Ruiz Arana al frente, ganaba claramente con diez concejales, y se ha querido asegurar un mandato tranquilo dando entrada en su nuevo Gobierno a IU, apuntalando así una mayoría absoluta, rubricando un pacto con “la transparencia, la participación ciudadana, la racionalización del gasto y la emergencia social” como ejes prioritarios. E incluso la composición del Ejecutivo está ya decidida, quedando el izquierdista Antonio Franco como segundo teniente de alcalde y responsable del área de Participación Ciudadana, Bienestar y Calidad de Vida y su compañera de partido Lourdes María Couñago como concejala de Servicios Sociales. La novedad de Sí se puede Rota, desde el principio, apostó por quedarse en la oposición, y desde ahí estará vigilante con su único edil. DIARIO Bahía de Cádiz Dany Rodway