Se escapa otro año más, y son fechas de borrón y cuenta nueva, y de mirar por el retrovisor para hacer balance. Resumir sin aburrir todo un 2022 (marcado por la guerra de Ucrania -y la casi única versión interesada que nos llega del conflicto, la occidental, mientras el punto de vista ruso se acalla-, y sus consecuencias económico-sociales a nivel planetario), no es misión sencilla.
En DIARIO Bahía de Cádiz, sin salirnos de nuestro ámbito de cobertura y obsesión, en esta ocasión repasamos lo más relevante ocurrido en estos últimos doce meses en nuestra comarca/área metropolitana a través de nuestra hemeroteca, rescatando veinte noticias publicadas en su momento. Sabemos que se nos escapan muchos hechos y acontecimientos importantes (para ello, tenemos nuestro anuario AQUÍ), pero las informaciones seleccionadas dibujan bien cómo ha sido el año que se va.
sabemos que se nos escapan muchos hechos y acontecimientos importantes, pero las informaciones seleccionadas dibujan bien cómo ha sido el año que se va
Un 2022 que sin duda es histórico ya en nuestra Bahía por la puesta en funcionamiento, tras años y años de demoras y promesas, del tranvía metropolitano, el llamado TramBahía entre Chiclana y Cádiz atravesando a paso de tortuga la calle Real de San Fernando. Con poco más de dos meses operativo, y más allá de la novelería, nadie puede negar que es un éxito, mientras el autobús interurbano se resiente.
Pero además, este año finiquitado se recordará por el adiós anticipado (de la política institucional) del alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, y de la líder de la refundada Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez. No todos los políticos son iguales, no. El año en el a la capital gaditana se le adjudicó, ante la crisis en Perú, ser sede del Congreso Internacional de la Lengua Española que soñaba para 2025, y que tendrá que improvisar para marzo de 2023. El año en el que se confirmó que Cádiz tendrá al fin nueva contrata de basuras en semanas; y en unos añitos, tendrá Facultad de Ciencias de la Educación en Valcárcel y Ciudad de la Justicia en los antiguos depósitos de tabaco.
También ha sido 2022 el año en el que parece que al fin se le ha dado el empujón definitivo al proyecto del nudo de carreteras de Tres Caminos y se confía en que los casi cuatro años de obras previstos se inicien en unos meses; en el que Navantia ha ido anotando carga de trabajo para la Bahía, sobresaliendo un potencial nuevo contrato para seguir construyendo buques de guerra para Arabía Saudi, un país que no respeta los derechos humanos; y en el que el Cádiz CF ha sorprendido con una inesperada y extraña operación: la compra de los terrenos de Delphi para levantar una ciudad deportiva tecnológica, sabiendo que estos mismos suelos los pretende desde hace años la Autoridad Portuaria, que de hecho ya ha iniciado los trámites de expropiación.
El mismo año en el que un tornado atravesó una noche Rota y Jerez, y en el que también arrasó el popular Juan Manuel Moreno Bonilla en las elecciones andaluzas de junio, con su disfraz bien vendido de ultra-moderado
En San Fernando, este 2022 durante la eternizada reurbanización “integral” de la plaza del Rey que aún continúa (aunque debería haber acabado en verano) se ha cumplido la ley y con nocturnidad se retiraba la estatua franquista de Varela a caballo pese a los lloros nostálgicos; y en el entorno de La Casería, Costas hacía cumplir también la ley, y echaba abajo las pintorescas casetas ilegales que hacían del lugar algo singular.
Además, en El Puerto se ha avanzado poco a poco en su futuro Plan General, que incluye el deseo de otro tranvía que le conecte con la Costa Noroeste; y la Junta de Andalucía ha decidido salir al rescate de la diluida y olvidada Fundación Rafael Alberti. Y en Puerto Real, el Ayuntamiento dice tener ya solución para los terrenos de Entrevías (donde se sigue planteando un centro comercial), tras proyectos frustrados desde hace 15 años.
Le quedan horas a un 2022 que también ha sido singular al disfrutar Cádiz de dos carnavales, el oficioso-por-cohones de febrero, y el oficial en junio, aplazado por la pandemia no sin controversias. Un Carnaval que ya ha presentado a nivel estatal sus credenciales a ser candidato a ser declarado por la Unesco como Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad, con todo merecimiento. Un año en el que la fórmula Uno del mar, el circo de la SailGP, ha vuelto encantado a aguas gaditanas, y ha anunciado que casi que no se quiere ir. Un año en el que, de milagro, el Cádiz CF (ya sin don Álvaro Cervera) se mantuvo en Primera división.