Una empresa familiar almeriense, Astilleros y Varaderos de Garrucha, será la encargada de construir los nuevos catamaranes para el servicio de transporte marítimo en la Bahía de Cádiz; buques que la Junta de Andalucía viene prometiendo desde hace ya unos años. Los primeros de la flota sí salieron del astillero público de Navantia San Fernando, aunque más adelante ya se encargó un cuarto catamarán a otra firma privada, la barcelonesa Drassanes Dalmau.
En la última semana de noviembre se firmó el contrato para construir los tres nuevos catamaranes, con una inversión de 8,9 millones de euros, según ha desvelado la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta, Rocío Díaz, durante una comisión parlamentaria.
Estas futuras embarcaciones que se incorporarán a la flota del catamarán de la Bahía (con dos líneas que unen la capital gaditana con El Puerto y con Rota) tendrán más capacidad, pasando de 150 a 200 pasajeros. Además, “reducirán más de un 30% las emisiones de CO2, ya que usarán tecnología híbrida, eléctrica y diésel”. Al ser la navegación cien por cien eléctrica a baja velocidad, “cuando lleguen a la dársena del puerto de Cádiz, al río Guadalete o a la entrada del puerto deportivo de Rota, lo harán sin humo ni ruido”, ha resaltado esta consejera del PP.
El contrato adjudicado a dicho astillero familiar de la localidad almeriense de Garrucho (con 40 años de trayectoria, centrada en la construcción de cualquier tipo embarcaciones en poliéster reforzado con fibra de vidrio) se formalizó el 28 de noviembre y a lo largo de diciembre, la empresa tiene previsto redactar el proyecto de construcción necesario y se ocupará de su tramitación y aprobación ante la Marina Mercante en Madrid.
A decir de la consejera, la renovación de estas embarcaciones “es una de las apuestas del Gobierno andaluz para mejorar la movilidad en la Bahía de Cádiz”, que viene a sumarse “al impulso del Trambahía (proyecto del que la misma derecha presume ahora, pero boicoteó en San Fernando y Chiclana en sus inicios cuando lo promovía el anterior gobierno del PSOE) y a otras iniciativas dirigidas a promover el transporte público como la alternativa más sostenible y útil para todos”.
Un transporte público que a partir de 2025 se queda sin las bonificaciones extras del Gobierno central de los últimos años, y además, sufrirá una subida de tarifas de más del 3%, por lo que (salvo que la Junta mantenga propios descuentos extraordinarios) viajar en autobús interurbano, el catamarán o el tranvía ya no será tan atractivo para el bolsillo.
MÁS DE 7,7 MILLONES DE VIAJEROS ACUMULADOS
La implantación de un servicio marítimo integrado en la red de transporte público es una de las aportaciones “más singulares” del Consorcio de Transportes Bahía de Cádiz, en funcionamiento desde junio de 2006, y que se ha prestado de modo continuo desde entonces, con la salvedad de unos meses con motivo de la pandemia. Aunque en los últimos años, problemas con los envejecidos catamaranes han suspendido no pocas veces el servicio. Se calcula que en estos alrededor 18 años en funcionamiento ha sumado 7,7 millones de usuarios.
El sistema cuenta con cuatro embarcaciones tipo catamarán con una capacidad de 150 pasajeros en tres de ellos y de 200 pasajeros en la cuarta embarcación, la más moderna. Cuenta igualmente con tres terminales marítimas propias situadas en los puertos de Cádiz, El Puerto de Santa María y Rota.
En su momento, se barajaron otras líneas marítimas que enlazaran a la capital con Puerto Real (hasta el Río San Pedro) y hasta con San Fernando (hasta Bahía Sur), pero como la segunda línea del tranvía por el segundo puente, han quedado en el limbo.