El isleño Alberto Cervantes Sánchez ha sido nombrado nuevo director del Negocio de Corbetas y Buques de Acción Marítima de Navantia. Enmarcado en la recién creada Dirección de Operaciones y Negocios de la compañía naval estatal, asumirá la responsabilidad de los programas de construcción naval militar en la Bahía de Cádiz. Se hará cargo de la parcela de la que era responsable en los últimos años José Antonio Rodríguez Poch, fallecido repentinamente días atrás, con quien colaboró estrechamente.
Alberto Cervantes, de 48 años de edad, está vinculado a Navantia desde el año 2002. Es ingeniero técnico naval por la Universidad de Cádiz y titulado del Programa de Desarrollo de Directivos de la IESE Business Schools.
“Es un honor y una responsabilidad asumir esta tarea en un momento en el que los astilleros de Bahía de Cádiz tienen por delante no solo un volumen muy importante de carga de trabajo, sino que también tienen que culminar la tarea de su transformación digital y productiva”, afirma en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
NUTRIDO HISTORIAL DENTRO DE NAVANTIA
Entre los cometidos que Cervantes Sánchez ha desarrollado hasta ahora en Navantia está el haber sido jefe de Ingeniería (2017-2019) del programa Avante 2200 (la construcción de las polémicas corbetas para Arabia Saudí en el astillero isleño) y, posteriormente, director del componente de Training del programa.
En 2020 fue nombrado director de la Oficina de Gestión y Seguimiento de Operaciones de Navantia y desde enero de 2023 era director del Negocio de Servicios, desde donde ha liderado las operaciones de Apoyo al Ciclo de Vida para la US Navy y la Real Marina Noruega, así como todas las actividades de Training, modernizaciones de buques militares, la Fábrica de Motores y el Centro de Excelencia de Servicios Inteligentes (ambos ubicados en Cartagena). Desde este puesto ha sido también responsable de la Oficina del Dato de Navantia.
A partir de ahora, al frente del Negocio de Corbetas y Buques de Acción Marítima, liderará los diferentes proyectos que ya confirmados (o en marcha) para las factorías gaditanas en los próximos años: un buque de acción marítima de intervención subacuática (BAM-IS) y dos buques hidrográficos costeros (BHC) para la Armada española, un patrullero de altura (PHM) para Marruecos, y la participación en el programa de buques de apoyo logístico (Fleet Solid Support, FSS) para Reino Unido.
Además, se resalta, tanto el astillero de San Fernando como el de Puerto Real “se encuentran inmersos en una importante transformación que impulsará su productividad y competitividad”, con los trabajos que permitirán a la antigua Bazán contar con un nuevo taller de unidades abiertas planas y, en el caso de Matagorda, un nuevo taller de paneles planos.