“Una muy meritoria jornada de movilización en defensa de las cargas de trabajo y contra la represión”: de este modo ha valorado CGT la convocatoria de huelga general del pasado viernes día 4 en el sector del metal en la Bahía de Cádiz y La Janda, promovida junto a la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM).
Un paro acompañado por una manifestación desde el parking del astillero de Puerto Real hasta el Ayuntamiento de dicha localidad (donde la alcaldesa recibió a una representación), recorriendo diferentes empresas de la industria auxiliar, tanto del sector naval como del sector aeronáutico. Marcha arropada por representantes políticos de Adelante Andalucía.
“Va a ser un día histórico que marcará un antes y un después” en la Bahía de Cádiz, en el que “la voz de la clase trabajadora va a resonar muy fuerte enviando un mensaje de compromiso y lucha en defensa del empleo, de la seguridad laboral, contra las listas negras y la precariedad y por cargas de trabajo que garanticen el futuro de miles de familias”. Este era el mensaje previo a la huelga que finalmente no tuvo la repercusión deseada, y de la que rehuyeron los comités de empresa de los tres astilleros públicos.
Así, CGT llega a hablar de un seguimiento de “en torno al 40%” de las plantillas de contratas llamadas a parar. UGT, por su lado, llegó a calcular durante la jornada un seguimiento de entre un 5% y un 7%, advirtiendo además que muchos operarios no acudieron a trabajar al solicitar día de vacaciones.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, los convocantes subrayan eso de “muy meritoria jornada, mucho más si tenemos en cuenta las maniobras de los sindicatos mamporreros de la patronal que desde sus mayorías en los órganos de representación, durante toda la semana se habían dedicado a meter presión y miedos a las plantillas desincentivando su participación en la huelga”.
Igualmente, se muestra desde CGT satisfacción por la “importante participación” en la manifestación, realizada desde Matagorda hasta el Ayuntamiento de Puerto Real: unas 200 personas.
Tras la protestas, la alcaldesa, Elena Amaya, mantenía una reunión con un grupo de integrantes de la Coordinadora de Trabajadores del Metal, encabezados por su portavoz, Manuel Belber. Las partes pudieron conversar “sobre la necesidad de unir fuerzas sociales e institucionales para conseguir más carga de trabajo, así como la defensa de todos las condiciones laborales y el mantenimiento de los empleos, tanto de las personas que conforman la plantilla como, por supuesto, de la industria auxiliar”, señalan desde el Consistorio.
“DOSIFICAMOS LAS FUERZAS”
“No podemos dejar de resaltar –se subraya- el apoyo por parte de la gran mayoría de las plantillas a la lucha que mantenemos en solitario con la patronal y sus sindicatos, tal y como se viene demostrando con múltiples muestras de apoyo, mensajes y todo tipo de manifestaciones de quienes por distintas circunstancias como coacciones o amenazas se vieron obligados a no secundar la huelga y así lo pudimos comprobar insitu en los piquetes de la huelga”.
“Esto no ha hecho más que empezar y en breve se van a suceder los despidos por faltas de carga de trabajo en Navantia, expedientes de regulación de empleo como el de Alestis o Airbus y las plantillas de las contratas y subcontratas serán las primeras en verse afectadas, por ello hemos acordado mantener la presión sostenida en el tiempo sin generar sacrificios desproporcionados a quienes superan todo tipo de presiones y apuestan por defender sus puestos de trabajo y condiciones laborales, demostrando que sin lucha no hay futuro”, anotan desde CGT.
En este sentido, en esa “optimización de los sacrificios”, este sindicato suspende el ejercicio de la huelga indefinida, “aunque se mantienen intactos los objetivos que nos llevaron a convocarla”. “El desgaste físico, emocional, psíquico y económico nos pide que dosifiquemos las fuerzas puesto que estamos ante una situación conflictiva a largo plazo”, se sentencia.
CGT va a continuar estas semanas con permanentes asambleas en los tajos, llamando a la huelga general del sector metal el próximo día 18 y a participar en la manifestación que se desarrollará en Cádiz, junto al sector educativo, que también está llamado a la huelga ese día.
Cinco eran los motivos para esta convocatoria de huelga del 4-S: garantizar el futuro mediante compromisos de cargas de trabajo en el sector del metal; dar fin a la desigualdad en el ámbito laboral y económico y social de las personas trabajadoras en las contratas; garantizar las medidas preventivas que protejan la vida y la salud laboral de las plantillas: evitar la precariedad laboral en el sector; y la readmisión de todos los despedidos “y poner fin a la política disciplinaria de la patronal del sector”.
Ese mismo viernes, las secciones sindicales de CSIF en Navantia Puerto Real y San Fernando, con representación en ambos comités, condenaban en un comunicado “cualquier irregularidad e incumplimiento de la normativa laboral en las industrias auxiliares” y animaban a los trabajadores “afectados y discriminados” a que lo denuncien pertinentemente por vía legal.
Sin embargo, y a pesar de que entienden que las reivindicaciones de la Coordinadora “son justas”, CSIF considera que los métodos utilizados “no son los adecuados”: “no se pueden aceptar las intimidaciones, las movilizaciones no cursadas legalmente ni el menosprecio a los representantes legítimos de los trabajadores (constituidos en los comités de empresa a través de elecciones sindicales democráticas)”.