La presidenta de la Diputación de Cádiz, Irene García, se ha mostrado este lunes preocupada por la “deriva” de las protestas que han promovido trabajadores de la industria auxiliar de los astilleros gaditanos, aunque en esta misma jornada, en asamblea, han decidido interrumpir el paro indefinido que comenzaran hace una semana.
García considera que “las malas noticias y la imagen de conflictividad nunca traen efectos positivos; y hoy menos que nunca a tenor de la competitividad del sector naval y la coyuntura socioeconómica y sanitaria que estamos viviendo”; e insiste en que el sector naval también depende de la imagen que se proyecta y, sobre todo, “del grado de cumplimiento de los plazos de entrega” por lo que reclama “unificar esfuerzos” para que las factorías de Navantia en Cádiz, Puerto Real y San Fernando, junto al tejido de empresas auxiliares, “sean reconocidas por la calidad de su servicio y su capacidad innovadora”.
Por otro lado, la presidenta de Diputación también quiere que “se respeten los cauces institucionales, al objeto de establecer una unidad de acción auténtica y legítima”. Al respecto defiende que “sin entrar en este conflicto puntual, las relaciones laborales tienen unos interlocutores legalmente establecidos”, en clara alusión a los comités de empresa de Navantia, que a su vez han cuestionado duramente estos días a la Coordinadora de Trabajadores del Metal de la Bahía de Cádiz, que está detrás de las movilizaciones en las contratas.
Desde un punto de vista político-institucional, quien es también secretaria general del PSOE en la provincia no descarta que la Diputación “pueda ser el foro donde se concrete una voz única”, si bien entiende que “en este momento deben ser los alcaldes y alcaldesas que cuentan con plantas en sus términos quienes lideren la interlocución con los representantes de los trabajadores de las factorías. Me comprometo a tratar de buscar ese punto de encuentro, pero siempre a partir de las demandas de nuestros municipios”.
Curiosamente, las primeras ediles socialistas en San Fernando y Puerto Real han plantado este lunes a su homólogo de la capital, que había convocado una reunión para abordar la situación de la industria naval y la aeroespacial, argumentando que primero deben hablar con los comités de empresa de Navantia.
El mensaje que dice trasladar Irene García, se remarca en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, viene precedido de diferentes contactos que ha mantenido con representantes de Navantia, de la Federación de Empresas del Metal (Femca) y con alcaldes (no se concreta cuáles): “y todos coinciden en la necesidad de mantener la prudencia, apostar por el diálogo y alejarse de posiciones extremas”, ha reiterado.
GARCÍA QUIERE REUNIRSE CON LA PRESIDENTA DE NAVANTIA
Termina subrayando que “el asunto verdaderamente crucial es asegurar carga de trabajo y dar estabilidad a las empresas”, tareas que implican directamente al Gobierno de España -en lo que concierne a la consecución de más contratos, teniendo en cuenta que Navantia es una empresa estatal- y a la Junta de Andalucía, “en lo referido a los planes de formación”.
La presidenta de la Diputación gaditana, para tener “un conocimiento cercano y fiable” de las expectativas de Navantia, ha solicitado reunirse con la presidenta de la compañía naval, Susana de Sarriá. Ambas ya se reunieron a finales de 2018; en aquella ocasión García pudo conocer las previsiones del Plan Estratégico diseñado para los astilleros.