La delegación territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía no ha aceptado ni una de las 207 alegaciones presentadas por Ecologistas en Acción al Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) y al Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Natural Bahía de Cádiz, actualmente en tramitación.
“Todo un récord de intransigencia y de desprecio a la participación ciudadana”, lamenta públicamente esta asociación verde de cara a la convocatoria, este lunes 3 de mayo, de la Junta Rectora del Parque Natural para informar del PORN y el PRUG, y donde se evidencia que desde el Gobierno andaluz de derechas se descarta totalmente la posibilidad de ampliar los límites de esta zona protegida incorporando los espacios colindantes de alto valor ecológico.
Ecologistas presentó el pasado verano un ambicioso proyecto para ampliar el Parque Natural Bahía de Cádiz, incorporando un total de 14.899,7 hectáreas, un 141,6% más; por lo que pasaría de las 10.522 actuales, a más de 25.400 hectáreas. El colectivo hizo partícipe de su iniciativa a ayuntamientos del área metropolitana en diferentes reuniones, aunque es verdad que no encontró todo el respaldo esperable.
Por ejemplo, en la capital el Ayuntamiento aprobaba en diciembre una moción apoyando esa ampliación pero con la abstención de las derechas y el no del PSOE, que también lo rechazó en Puerto Real, aunque la moción también salía adelante. A su vez, los plenos del Ayuntamiento de San Fernando y de la Diputación provincial han dado luz verde mociones apoyando la apertura de un debate participativo sobre las alegaciones presentadas por Ecologistas. Y se han opuesto a arropar dicha ampliación desde El Puerto y Chiclana, “y sólo con los votos en contra del PSOE, y en base a falacias, como que el parque natural es una traba para el desarrollo socioeconómico, o que la mayoría de las zonas son privadas, cuando sólo se incluye un pinar privado, que supone el 1,17% de la superficie a ampliar”. O sea, se defiende, “ha habido más apoyo institucional que oposición”.
Además, representantes de Ecologistas en Acción se reunieron en enero con el director general de la Red de Espacios Naturales Protegidos de la Junta de Andalucía para abordar el proyecto de ampliación, y “lo valoraba positivamente”. “Nos comunicó que la admisión de las alegaciones supondría modificar el PORN y PRUG, por lo que se iba a abrir un nuevo periodo de información pública”, se relata desde la asociación. Sin embargo, la consejería responsable, en manos del PP, ha incumplido este compromiso, y propone ahora aprobar el PORN y PRUG sin ninguna modificación de límites, “y sólo admitiendo casi en exclusiva las alegaciones presentadas por las empresas del sector piscícola semi-intensivo, en detrimento de la acuicultura tradicional de estero y de las propuestas de conservación y regeneración de ecosistemas”.
RECHAZO A LAS ALEGACIONES “SIN BASE JURÍDICA NI CIENTÍFICA”
“Es muy lamentable que un proyecto técnica y jurídicamente riguroso, y solvente desde el punto de vista científico, se rechace sin analizar ninguna de las propuestas”, se cuestiona en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz; subrayando que en el informe que lleva la delegación territorial de Desarrollo Sostenible a la reunión de la Junta Rectora del Parque Natural, la referencia a las alegaciones de Ecologistas “ocupa medio folio, en el que se indica que no se acepta ninguna alegación sin argumentos de ningún tipo”. “Queda en evidencia que la consejería se opone a esta ampliación por una decisión política miope, sin base jurídica ni científica”, se interpreta.
En este sentido, Ecologistas en Acción va a proponer en esta reunión del lunes que no se adopte decisión alguna sobre sus alegaciones presentadas, y especialmente sobre la propuesta de ampliación hasta que la consejería no responda de forma razonada a las mismas, “una obligación legal”. Es entonces –se sentencia- cuando se podrá abordar en la Junta Rectora “un debate serio, con argumentos científicos, técnicos y jurídicos” sobre la conveniencia de la ampliación y sobre las propuestas para abordar los retos de regeneración de los ecosistemas litorales de la Bahía de Cádiz, máxime ante el reto del cambio climático.
UN PARQUE NATURAL CON UNA HISTORIA “PECULIAR”
Sobre una gran zona húmeda, se halla este espacio natural protegido desde verano de 1989. Se extiende por los municipios de Cádiz, San Fernando, El Puerto, Chiclana y Puerto Real. La intrusión del mar y la desembocadura de los ríos Guadalete y San Pedro, junto con el suave clima mediterráneo, determinan las características ecológicas de este humedal y su gran diversidad paisajística: playas, dunas, lagunas, marismas y esteros.
Al localizarse en una zona de paso para las aves entre Doñana y el estrecho de Gibraltar, sirve de hábitat para ciertas especies singulares como el charrancito, cigüeñelas y avocetas. Y a pesar de la elevada presión humana (la mayoría de vecinos muchas veces vive ajena a este entorno natural), aún se conservan zonas casi intactas como las marismas de Sancti Petri o la Isla del Trocadero, declaradas Parajes Naturales.
Recuerda Ecologistas que el Parque Natural Bahía de Cádiz tiene una historia “peculiar”, pues es el único de Andalucía que se aprobó por el Parlamento en base a un proyecto de las asociaciones ecologistas. “Este proyecto tuvo detractores, como el Ayuntamiento de San Fernando o los empresarios, con argumentos tan absurdos como que la conservación de salinas, marismas, playas vírgenes y pinares hipotecaría el futuro económico de la Bahía”. Sin embargo, el Parque Natural es ya una realidad consolidada que cuenta con un amplísimo apoyo social e institucional. Con todo, “hay responsables políticos que vuelven a plantear la falsa dicotomía entre conservación de la naturaleza o desarrollo económico, y se oponen a la ampliación de este parque natural, el único de la provincia que no se ha ampliado desde su declaración”.
Se defiende que la ampliación del Parque Natural supondría “un impulso histórico, configurando un espacio protegido unitario que incluya todos los hábitats naturales de interés, algunos ya protegidos a nivel europeo, pero ignorados por la legislación autonómica”.
Las áreas propuestas por esta asociación verde para su inclusión en el Parque Natural Bahía de Cádiz son:
– Orla forestal noreste: la conforma un conjunto de pinares del término municipal de Puerto Real: Dehesa de las Yeguas, Cetina y La Zarza. La Dehesa de las Yeguas es el bosque con mayor biodiversidad de Cádiz, con unas 500 especies de plantas registradas, lo que supone casi el 25% del total de la provincia; algunas, como el tomillo blanco (Thymus albicans), catalogadas en peligro de extinción. Pero, quizás, la especie más destacada de su flora es el enebro enano (Juniperus navicularis), que fue encontrada por primera vez en España en este pinar. La Zarza es una finca que fue talada y que se pretendió urbanizar. La movilización ciudadana lo impidió, y Ecologistas en Acción puso en marcha un proyecto de reforestación participativa. “Hoy es un bosque regenerado con una rica biodiversidad”.
– Salinas de Santa María y Cetina: son dos salinas construidas en las antiguas marismas desecadas del río San Pedro con posterioridad a la declaración del parque natural. En estas salinas, las mayores de la Bahía, se concentra una enorme biodiversidad, destacando las aves acuáticas, habiéndose registrado más de 100 especies, y se ha censado hasta el 20% de las aves invernantes en la Bahía de Cádiz, con importantísimas concentraciones de espátulas, flamencos y águilas pescadoras. Existen importantes colonias reproductoras de avoceta (Recurvirostra avosetta), chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) y charrancito (Sternula albifrons). Son, asimismo, una de las escasas zonas en las que se reproduce el tarro blanco (Tadorna tadorna) en la provincia.
– Humedal dulce de las Yeguas: es una interesante zona húmeda de agua dulce, hábitat muy escaso en la Bahía, con una gran riqueza de especies de flora y fauna asociadas. Se encuentra en estos juncales el mayor dormidero de la provincia de aguiluchos laguneros (Circus aeroginosus) durante la invernada de la especie, habiéndose censado más de 100 ejemplares. También ha sido el único lugar de Cádiz en el que se ha citado al pequeño grillo de los carrizos (Natula averni) y una de las dos localidades de la península donde se ha encontrado a la araña Thyene phragmitigrada. Está también presente en esta zona la nutria (Lutra lutra).
– Las Aletas: tras el fracasado proyecto de convertir esta antigua marisma de dominio público en Puerto Real en un macropolígono industrial “revulsivo para la Bahía” (tumbado hasta en dos ocasiones por los tribunales), este colectivo entiende que “la mejor opción es su restitución como zona marismeña y su inclusión en el parque natural”.
– Sistema dunar, playa y plataformas rocosas entre Cortadura y Torregorda: conforma todo el istmo del tómbolo de Cádiz, con playas y dunas vírgenes, plataformas de abrasión y lagunas episódicas: “supondría llevar el parque natural a las puertas de la capital”.
– Coto de La Isleta: ubicado en El Puerto de Santa María, es uno de los pinares públicos más extensos y valiosos de la Bahía de Cádiz.
– ZEC y ZEPA de la Bahía de Cádiz: existen tres espacios naturales protegidos por la Unión Europea, e incluidos en la Red Natura 2000, que, “incomprensiblemente, no están integradas en el parque natural”, lamentan desde Ecologistas. Está la Zona de Especial Conservación (ZEC) Fondos Marinos de la Bahía, que incluye todas las aguas marinas, y se entiende importante para la conservación de las praderas de fanerógamas existentes en sus fondos; la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Espacio Marino de la Bahía, conformado por la franja desde el sur de la ciudad de Cádiz hasta dos kilómetros al sur de las marismas de Sancti Petri, importante para las aves marinas; y la ZEC Salado de San Pedro, un arroyo que mantiene una importante población del pez endémico andaluz salinete (Aphanius baeticus).
– Y además se ha planteado en estas alegaciones la inclusión en el parque natural de otros lugares de menor entidad superficial, como un sector de Los Toruños colindante con Valdelagrana, la desembocadura del arroyo Zurraque y el tramo del río San Pedro que discurre por el parque natural.