Navantia ha cortado el primer acero para los petroleros Suezmax en su astillero de Puerto Real. Este inicio de los trabajos se realiza para el bloque de quilla de los barcos contratados, tras meses de intriga, el pasado mes de julio entre la empresa pública estatal y Ondimar. El corte de chapa es un hito comprometido en el contrato, y con el mismo se da comienzo al cumplimiento del acuerdo de construcción de cuatro petroleros con la posibilidad de dos más, con la implicación además de Daewoo. Cada buque supone unas 725.000 horas de faena a repartir entre la Bahía de Cádiz y Ferrol, y para las empresas auxiliares.
Navantia ha cortado este miércoles 30 de septiembre el primer acero para los petroleros Suezmax en su astillero de Puerto Real. Este inicio de los trabajos se realiza para el bloque de quilla de los barcos contratados, tras meses de intriga, el pasado mes de julio entre la empresa pública estatal y Ondimar (sociedad naviera del Grupo Ibaizabal).
Los trabajos a realizar suponen el corte, elaboración y construcción de 350 toneladas de acero. Durante el último trimestre del año se pondrán las quillas de los primeros cuatro buques contratados, y si fuera el caso, también las quillas para los otros dos barcos cuya opción puede el armador ejercitar.
Este corte de acero es un hito comprometido en el contrato que se lleva a cabo dentro del plazo previsto, y con el mismo se da comienzo al cumplimiento del acuerdo con Ondimar, cuyos representantes realizarán una visita a primeros de octubre a las instalaciones de Matagorda para observar los trabajos que se están realizando, según avanzan desde Navantia en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Igualmente, durante la misma semana, visitarán el astillero gaditano miembros del equipo de DSEC (Daewoo) para verificar, a tres bandas, el estado del suministro de la ingeniería, materiales y equipos a Navantia.
La construcción de cada buque supondrá unas 725.000 horas de trabajo, es decir que para los cuatro primeros el volumen de mano de obra será de unas 3 millones de horas de faena a repartir entre los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz y en la Ría de Ferrol, y para las empresas auxiliares.
Esta carga de trabajo se lleva anunciado desde hace meses con preacuerdos y precontratos, concretamente en marzo y mayo, casualmente en la antesala de las elecciones andaluzas y las municipales, respectivamente, y a finales de junio. Finalmente, en los últimos días de julio la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de Navantia, autorizaba la firma del contrato del que llegó a cuestionarse su viabilidad económica.
Para lograr este acuerdo, se ha apostado por un “cambio en el modelo de negocio de la ejecución de estos proyectos”, reconocían desde Navantia en su momentos: se basa en un acuerdo con un astillero asiático (el coreano Daewoo), para utilizar su diseño y que sea el principal suministrador de la mayor parte de materiales y equipos, “aunque siempre dando oportunidad y prioridad a las empresas nacionales que ofrezcan precios competitivos”.
Este tipo de petroleros se denomina Suezmax porque sus dimensiones les permiten navegar por el Canal de Suez. Sus magnitudes más destacadas son: 274 metros de eslora, 48 metros de manga y un peso de 156.000 toneladas.
“GRAN NOTICIA” PARA ANTONIO SANZ
La primera reacción a este corte de chapa ha llegado en boca del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, quien también es presidente del PP de Cádiz. Califica este paso de “gran noticia” ya que “los astilleros gaditanos recuperan un mercado histórico después de veinte años”, y que se traduce en “empleo y riqueza para la provincia y el conjunto de la comunidad”.
Sanz ha aprovechado para destacar por enésima vez que este contrato es el resultado de “un trabajo muy intenso desarrollado por el Gobierno de España”, por lo que ha agradecido “la colaboración de todos los que han contribuido a lograr este objetivo”.
También, ha garantizado que el Gobierno de Rajoy “seguirá impulsando como hasta ahora” a la industria naval gaditana, lo que permitirá a los astilleros “volver a su etapa más dorada”, recuperando “el mercado histórico de construcción de petroleros después de veinte años”.
Este político jerezano ha recordado que “hace unos años los astilleros de Cádiz tenían cero carga de trabajo y hoy están trabajando a un nivel óptimo”, ya que los nuevos contratos, tras años de protestas y promesas de “faena inminente”, se suman al ya firmado con Royal Caribean para la reparación de cruceros en la factoría de Cádiz, al encargo de un solo Buque de Acción Marítima (BAM) para la Armada española del que ya se está cortando la chapa en San Fernando –aunque en 2011 se hablaba de cuatro BAM-, “y a la próxima firma del contrato para la construcción de un gasero para Gas Natural”. El llamado quinto gasero que se viene anunciando desde hace más de un año, y sigue sin concretarse, tras perderse la opción de construir los cuatro primeros gaseros, que se adjudicaron astilleros asiáticos.
Además, en Matagorda también se trabaja desde hace unos meses en su primer contrato de eólica marina, un encargo de Iberdrola: partes de la subestación del parque eólico Wikinger, en el mar Báltico.
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