El nuevo Gobierno andaluz de derechas se ha pronunciado por primera vez formalmente sobre el proyecto del tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz (que el propio PP y sectores cercanos han tratado de boicotear desde sus inicios tanto en San Fernando como en Chiclana), y evidencia públicamente lo que ya se sabía, que están en peligro los fondos europeos de los que se ha nutrido la obra.
De este modo, se asegura que la consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio trabaja ya en una planificación que “despeje las incertidumbres” que condicionan la terminación y puesta en servicio comercial de esta línea 1 entre la capital y Chiclana cruzando La Isla, cuya entrada en servicio fue comprometida por el anterior Gobierno del PSOE de la Junta para antes del 1 de abril, “fecha tope para cumplir con los requerimientos de la cofinanciación europea”. Esta infraestructura acumula ya un retraso de unos siete años, ya que se anunció que su inauguración sería en 2012.
Desde el actual Ejecutivo de PP y Cs aclaran en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que la negociación con la Comisión Europea para salvaguardar la cofinanciación Feder (otorgada en 2014 mediante la declaración de Gran Proyecto), así como la formalización del contrato para que Renfe preste el servicio de operación y los contratos para culminar remates de obra que garanticen la continuidad de las pruebas dinámicas (que tras reiniciarse tras las navidades, han quedado diluidas, pese a que se dijo que ya no pararían hasta su puesta en marcha comercial), “constituyen los principales obstáculos heredados”.
El proyecto del tranvía de la Bahía (en esta línea 1) supone una inversión global, incluidas actuaciones asociadas en materia de apeaderos, estaciones de autobuses y de una vía ciclista paralela, de 256 millones de euros. El importe subvencionable, en virtud de la declaración de Gran Proyecto Feder y conforme a la certificación acreditada, asciende a 99 millones, equivalente al 38,6% del presupuesto total. De acuerdo a las directrices sobre el cierre del programa operativo Feder anterior (2007-2013), que se comunicaron en 2016, esta infraestructura debía estar concluida y en uso antes del 31 de marzo del presente año 2019 para garantizar así la preservación de dicha cofinanciación.
VISITA DEL VICECONSEJERO
En este contexto, el viceconsejero de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Jaime Raynaud, ha realizado este viernes una visita técnica a esta infraestructura acompañado por responsables de Adif.
La comitiva se ha desplazado desde los talleres y cocheras de Chiclana, ubicados en el Polígono de Pelagatos, donde tiene origen el trazado tranviario, hasta el tramo urbano de San Fernando, donde concluye la plataforma y en su momento se conectará con la vía del ferrocarril.
Acompañados también por el nuevo gerente de la Agencia de Obra Pública de la Junta, Julio Caballero, y la delegada territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio en Cádiz, Mercedes Colombo, han podido comprobar los trabajos que se desarrollan en la última actuación de obra civil pendiente aún de culminar, correspondiente al apeadero de Río Arillo, donde se encuentra también el punto de conexión física entre las vías del tranvía y de la línea férrea Sevilla-Cádiz, que permitirá la continuidad de los trayectos hasta la estación de la plaza de Sevilla, en la capital.
Los trabajos actuales en Río Arillo consisten en la pavimentación y solería de los andenes del apeadero, así como la introducción de una gran tubería del Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana, de 800 milímetros de diámetro, bajo la autovía CA-33.
La Junta actual acusa además los anteriores gobernantes en la administración regional de no formalizar el contrato de prestación de servicio para la explotación ni obtener de Adif aún la homologación del material móvil, “por lo que está pendiente la autorización de puesta en servicio comercial por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria tanto para la circulación de unidades del tren tranvía por el tramo ferroviario, como por el tramo mixto”.
La Agencia de Obra Pública de la Junta sí adjudicó a principios de año el contrato para la formación práctica del personal de operaciones y otras actividades asociadas a la futura explotación comercial del tranvía. Renfe, como era evidente, se hizo con el contrato por algo más de 286.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses. Entonces se dijo que esta asistencia técnica comenzaría en paralelo a las pruebas móviles tras el parón navideño.