El Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) para la industria naval, que se viene anunciando desde hace unas semanas, y que es de esperar que tenga su incidencia en la Bahía de Cádiz (con tres astilleros públicos, y numerosas contratas a su alrededor -hace unos días la industria auxiliar mostraba su preocupación por la falta de pedidos-); un proyecto basado en la colaboración público-privada y centrado en la transformación de su cadena de valor mediante su diversificación hacia las energías renovables marinas y los buques de bajas emisiones, su digitalización, la mejora de su sostenibilidad medioambiental y la capacitación de sus empleados.
El desarrollo de este proyecto (asociado al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, o sea, los fondos europeos Next Generation) prevé una inversión total de 1.460 millones de euros con una contribución del sector público de 310 millones y una inversión privada de 1.150 millones. En la teoría, este PERTE Naval contribuirá a la modernización del sector en el Estado español mediante el incremento de su competitividad en alrededor de un 15% y la consecución de una tasa de crecimiento anual del 9% para el sector. Se espera que contribuya a la creación de cerca de 3.100 puestos de trabajo “de calidad”.
Con el PERTE Naval se busca impulsar la industria naval española, “un sector estratégico para contribuir a la autonomía industrial de España y Europa, y potenciar su diversificación y su desarrollo sostenible, tecnológico y digital”. El objetivo es generar importantes retornos económicos y sociales, así como reforzar las capacidades industriales del país y contribuir al desarrollo tecnológico y digital del sector naval y a la generación de empleo cualificado y de calidad.
EL SECTOR NAVAL CELEBRA EL PERTE
Por su lado, el sector naval celebra públicamente esta aprobación del PERTE Naval, y ha agradecido el “esfuerzo y trabajo” realizado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Navantia como astillero público y empresa tractora de todo un ecosistema industrial, los astilleros privados agrupados en Pymar, y Siemens como tecnólogo presentaron en 2021 un plan de transformación del sector naval alineado con los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, lanzado por el Gobierno central pensando en la post-pandemia.
“Tenemos ante nosotros una gran oportunidad para asegurar y orientar el futuro del sector naval hacia actividades de alto valor añadido, punteras, digitales y sostenibles que contribuyan a la soberanía industrial y transición energética de España”, apunta a colación el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez. “Afrontamos el desafío de que la transformación se extienda a toda la cadena de valor, incluyendo a un amplio número de pymes y sus trabajadores y Navantia trabajará por ese objetivo poniendo en valor su papel tractor”.
Por su lado, desde Pymar, sociedad que integra a los principales astilleros privados españoles, se señala que este PERTE Naval, “una oportunidad histórica”, va a suponer “un impulso fundamental para transformar la cadena de valor del sector y asegurar su futuro”,
“Siemens jugará un papel fundamental como socio tecnológico del PERTE Naval gracias a sus soluciones de transformación digital y a su amplia experiencia en el sector naval”, ha destacado a su vez José Ramón Castro, director general de Siemens Digital Industries para España y Portugal. Desde hace más de dos años, el gigante tecnológico ya colabora con Navantia en el proyecto del Astillero 4.0.
EÓLICA MARINA, DIGITALIZACIÓN, FORMACIÓN…
Dentro de los grandes pilares previstos en el PERTE Naval, según se subraya en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, cobra especial relevancia la oportunidad que ofrece para la diversificación de actividades del sector hacia el mercado de las energías renovables marinas, particularmente en el ámbito de la energía eólica flotante, donde Navantia Puerto Real lleva ya años asumiendo encargos.
Gracias al impulso del PERTE Naval, se perseguirá crear un modelo colaborativo, involucrando no solo a los astilleros sino a toda la cadena de valor del sector naval, para desarrollar sus capacidades constructivas y completar así la oferta constructiva actual de cara a la potencial demanda que se requerirá durante los próximos años, donde los astilleros podrán participar en el desarrollo industrial de prototipos de eólica marina flotante, en la fabricación y ensamblado de los componentes y las estructuras flotantes, o en la construcción de los buques de apoyo y mantenimiento para las infraestructuras eólicas marinas.
Por otro lado, otros ejes de este PERTE permitirán avanzar a la industria en ámbitos tan relevantes como la automatización y digitalización de los procesos productivos y de negocio para maximizar la productividad y crear economías de escala. También la creación de plataformas tecnológicas que sirvan al mismo tiempo a astilleros, suministradores, industria colaboradora y pymes del sector. Asimismo, está previsto el desarrollo de nuevos productos y servicios verdes y digitales que puedan incorporar los astilleros, junto con el desarrollo de la economía circular, ecodiseño y soluciones de eficiencia energética y protección del medioambiente aplicada a los procesos, a las instalaciones y al producto. Y la capacitación y formación en competencias digitales de los profesionales en este nuevo contexto digital en una apuesta clara por el empleo de calidad y la igualdad de género.
Para poder llevar a cabo estos procesos innovadores se utilizarán distintas tecnologías como el gemelo digital aplicado al diseño y fabricación del buque, Internet de las Cosas, robótica, realidad virtual, cloud computing, blockchain, impresoras 3D, combustibles limpios y almacenamiento de energía.
Este salto cuantitativo y cualitativo en el sector naval “mejorará la competitividad y sostenibilidad del mismo a medio y largo plazo y beneficiará económicamente al conjunto del país, contribuyendo a la vertebración del territorio nacional, así como al mantenimiento de la soberanía industrial”, se sentencia desde el sector.
LA INDUSTRIA AUXILIAR GADITANA ESPERA QUE SEA UN “REVULSIVO REAL”
Mientras, la asociación empresarial de la Industria Auxiliar Naval (IAN), miembro de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca), ha mostrado su interés en colaborar para que este PERTE signifique “un verdadero revulsivo para el sector en la Bahía y provincia de Cádiz”.
La organización empresarial espera que este proyecto liderado por el Ministerio de Industria “resuelva definitivamente las grandes incógnitas de nuestro sector auxiliar naval, que están poniendo en amenaza su subsistencia: el impacto de la reforma laboral, los costes salariales en función de la productividad, la falta de digitalización y de innovación y, especialmente, la inestabilidad de la carga de trabajo”.
Tanto Femca como IAN reclaman que las iniciativas “vayan respondiendo a las necesidades reales del sector”. “Esas necesidades se tienen que afinar muy bien con la realidad para que el sector se implique verdaderamente y lo asuma como una herramienta útil de futuro”, se sostiene.