El domingo, de buena mañana, cuatro gaditanos salen de sus casas camino a Trnava, en Eslovaquia, a más de 3.000 kilómetros de la Bahía de Cádiz. Manolo Tirado, Paco Moreno, Antonio Marchante y Fernando Mangano tienen que buscar en el centro de Europa aquello que su tierra les niega: el trabajo.
Estos gaditanos tienen en común su origen, la Bahía gaditana. No son el tipo de emigrantes, que de unos años para acá ha sido más frecuente, no son jóvenes titulados universitarios, no van buscando su primera experiencia laboral. Sus edades están comprendidas entre los 51 y los 56 años. Una buena parte dejan aquí hijos. Los cuatro llevan la etiqueta de exDelphi (la factoría puertorrealeña echaba el cerrojazo en 2007), y los cuatro son lo que se conoce como trabajadores en paro de larga duración.
Manolo, Paco, Antonio y Fernando, en primer lugar gracias por acceder a esta entrevista. Y empezamos por lo más próximo: ¿qué tal el viaje, cómo ha sido el ‘aterrizaje’ en Trnava, cómo os habéis sentido?
Manolo: Triste por tener que abandonar mi tierra, con una sensación entre la frustración y la rabia por el engaño en el que hemos vivido estos últimos años.
Paco: Con rabia por tener que emigrar, y qué te voy a decir de dejar allí a tu gente.
Antonio: Sí, sí, como decís vosotros, un poco triste, la familia…
Fernando: Pues como habéis dicho, la carga de tristeza es difícil no sentirla, pero también alegría. Intento explicarme: alegría y hasta cierto orgullo de poder tener esta oportunidad a mis años, que no son pocos, ya no soy ningún Erasmus (risas).
¿Cómo surge la posibilidad de veniros a trabajar a 3.000 kilómetros de la Bahía? ¿Cuánto tiempo pensáis estar en Eslovaquia?
(Los cuatro): Fíjate qué curioso, la posibilidad de venir aquí se nos ofrece a través de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT), y en principio hemos firmado un compromiso de un año. Luego es difícil aventurarse, si pasado el año la empresa nos mejora el contrato que tenemos, si otras empresas se interesan por nuestro trabajo, si… un año da para mucho y en verdad hoy no sabemos qué pasará, pero hay que ser optimistas.
“han sido años duros, nos sentíamos como un muerto, sin futuro (…) ahora también somos exiliados, aunque seamos exiliados económicos”
Juanito Valderrama, en la canción de ‘El emigrante’ dice que llevaba como equipaje “un recuerdo, una pena y un rosario de marfil”. ¿Qué traéis en vuestro equipaje?
Paco (con el asentimiento del resto): Evidentemente con la misma pena de dejar tu casa, tu ciudad, tu familia y tus amigos atrás, y eso se te mete en la maleta quieras o no quieras; pero a la vez con ilusión de empezar algo nuevo, de aprender, contentos y orgullosos de poder llevar “dinerito” a casa, de mejorar nuestro currículum cuando todos tenemos más de cincuenta años. La empresa en la que trabajamos aquí en Trnava es una multinacional con fábricas en muchos países y siempre hay posibilidades de “acercarse” más a Andalucía.
Fernando (con una medio sonrisa): Sabéis que cuando Valderrama escribe la letra de ‘El emigrante’ la dedica a los españoles republicanos que el franquismo expulsó fuera de España, es decir a los exiliados políticos; y nosotros en cierta forma también somos exiliados, aunque seamos exiliados económicos. Lo que en Andalucía se nos niega, el trabajo, nos hacen buscarlo a 3.000 kilómetros. (Hace una pausa). Yo, además de la pena, de los recuerdos… lo que no metí es un rosario, sin embargo “la tricolor” sí vino en mi maleta.
En Cádiz llevabais, al menos desde el año 2012 en paro. ¿Cómo han sido estos años, en los que ninguno de vosotros ha dejado de luchar por un puesto de trabajo?
(El silencio se impone, las miradas se entrecruzan y Fernando actúa como portavoz de los cuatro): Duros, han sido muy duros sin duda. Quizás lo peor ha sido el día a día, uno tras de otro, entre la frustración de no tener trabajo y el cabreo de ver cómo nos engañaban. Sabes que si quieres subsistir tiene que ser a base de ñapas, chapucillas que van saliendo, o bolos que dicen los chavales. Encima llegan las denuncias, los juicios…, yo en esa situación me sentía como un muerto, sin futuro.
“nos han llamado de todo, entre otras cosas vagos, flojos, cuando estaban en plan moderado; estamos a 3.300 kilómetros de casa, demostrando lo que valemos”
Esta situación tan prolongada tiene responsables con nombres, apellidos y siglas. ¿A quiénes queréis “agradecer” que hoy os encontréis aquí ahora?
(Antonio toma la palabra): Claro que hay responsables con nombres y apellidos, empezando quizás por nosotros mismos. Fijaos que nos han engañado tela de veces, ingenuos de nosotros, nos lo creíamos o queríamos creerles. Nos han dejado solos, nos han abandonado a un destino que estaba prediseñado. La Junta de Andalucía incumpliendo acuerdos y compromisos adquiridos al “calor electoral”. Nos han dejado solos los sindicatos, quizás porque les complicábamos la vida. Nos han dejado en la cuneta más de un partido, que sólo se acordaba de nosotros cuando las urnas se ponían, y todo esto apoyado por algunas “plumillas” locales y redacciones de periódicos que nos han llamado de todo, entre otras cosas de vagos, flojos, cuando estaban en plan moderado… Y fíjate tú, ahora estamos a 3.300 kilómetros de casa, demostrando lo que valemos, con un par, y no olvidemos que nada se escribe de los cobardes.
En Trnava anochece casi dos horas antes que en Cádiz, lo que significa que amanece dos horas antes; la jornada laboral empieza muy pronto y están en periodo de aprendizaje en sus puestos de trabajo, y esto a los 50 o 60 años es duro y hay que descansar para empezar un nuevo día. Seguro que en Carnaval o cuando juegue el Cádiz CF, incluso en Semana Santa, algún ordenador estará conectado con Cadiz desde Eslovaquia.
Alguien en Cádiz ha escrito, creo que Pepe Pettengui, que las salidas para la juventud empiezan por C: el Cadiz CF, las cofradías y el puente Carranza. Estos cuatro gaditanos se han visto obligados a tomar la salida del puente Carranza hacia su exilio laboral. Aunque no se encuentran en la franja de edad para considerarse jóvenes, el empuje, las ganas y el empeño, junto a la nostalgia, la frustración…, como al resto de exiliados, no les son ajenos. DIARIO Bahía de Cádiz Fermín Aparicio