Bajo el lema ‘Reindustrialización de la Bahía. Cargada de derechos laborales’, unas 6.000 personas según la Policía Local han respondido este sábado 10-A a la llamada de la Confluencia Sindical de la Bahía de Cádiz. Sindicatos alternativos han podido celebrar al fin dos meses después su movilización para reivindicar “una reindustrialización que ponga en el centro los derechos de sus trabajadores”, después de que se aplazara la primera fecha prevista en febrero debido al descontrol de la pandemia del coronavirus.
La concentración a mediodía, convertida en marcha posterior, ha partido de la plaza de San Juan de Dios, donde se han leído los respectivos manifiestos. Y ni rastro de los sindicatos mayoritarios ni de representantes de partidos como el PP y el PSOE.
En la protesta sí han participado entre otros, además de representantes vecinales, mareas y movimientos sociales y trabajadores diferentes empresas y no sólo de la Bahía, la mayoría de concejales del Gobierno gaditano (Lola Cazalilla, Carlos Paradas, Martín Vila, Lorena Garrón, Montemayor Mures, Rocío Sáez y Helena Fernández), además de al propio alcalde, José María González ‘Kichi’, que en los últimos días hacía una llamada a la participación, y que ha lamentado que “estamos aquí reivindicando los mismos problemas que hace 50 años”,
Además, tras la pancarta de Adelante Cádiz se ha visto a la parlamentaria andaluza Teresa Rodríguez, que, con la mente en Airbus Puerto Real ha remarcado que “no renunciamos a ni una planta de producción en Andalucía, a ni un sólo empleo industrial, a pesar del servilismo empresarial de Moreno Bonilla y la tibieza del PSOE”; y al eurodiputado anticapitalista Miguel Urbán, quien ha reclamado que “los fondos europeos deben revertir en una transición ecosocial que asegure el futuro de la Bahía y no en aumentar beneficios de las multinacionales”.
Por su lado, el portavoz municipal de Podemos Cádiz, Vicente Camacho, presente también en la marcha junto a otros compañeros de la formación morada local y de otros círculos de la provincia, ha remarcado que “acompañar y apoyar las reivindicaciones, que desde el sector del metal se defienden, forma parte de nuestro compromiso con los trabajadores. Por eso apoyamos la lucha en defensa del trabajo y de los trabadores de la Bahía, que tan maltratada esta desde el gobierno neoliberal, un gobierno que nos ha estado manipulando y organizando nuestro trabajo y nuestra forma de vida. En este sentido, la desindustrialización afecta directamente a la industria naval de la que depende todo el contorno de la Bahía”.
“NO PODEMOS CONSENTIR TRABAJADORES DE PRIMERA Y DE SEGUNDA”
“Somos conscientes de que la sociedad gaditana debe manifestarse para frenar el proceso de desindustrialización que sufre la Bahía, resultado de políticas nefastas de gobiernos centrales y autonómicos”, señalaban en su comunicado previo desde la Confluencia Sindical (conformada por Ustea Cádiz, CNT El Puerto, CTA, SAT, CTM y Autonomía Obrera); y ahí están los últimos ejemplos: el posible cierre de Airbus en Puerto Real (que ya es un hecho para el presidente andaluz) o la clausura de gran parte de la actividad de la cementera Holcim en Jerez.
“Sin embargo –se añade-, este proceso de reindustrialización exigido se tiene que llevar a cabo anteponiendo necesariamente los derechos de los trabajadores: eliminando la precarización laboral, respetando los convenios y acabando con la subcontratación, práctica aberrante que fragmenta a la clase trabajadora y genera precariedad y desigualdad. La población gaditana no puede consentir por más tiempo que se haya generado trabajadores de primera y de segunda”.
En este sentido, la Confluencia Sindical insiste en que con sus movilizaciones no sólo pide carga de trabajo, sino que exige “trabajo cargado de derechos”.
Así, se subraya que “el pueblo trabajador gaditano no va a renunciar, por ejemplo, a su derecho a la Prevención de Riesgos Laborales, con garantías para la salud y la seguridad en el desempeño de su oficio. Porque un puesto de trabajo debe garantizar la estabilidad económica y social de las familias y no la desestructuración de estas, aplicando -como impunemente se está haciendo- la eventualidad y la deslocalización. Porque nuestro comercio, hostelería y todo el tejido productivo de la Bahía necesitan igualmente una población estable y solvente. Por eso, todos los sectores laborales y sociales hacen suyas nuestras exigencias y se unen a nuestra justa lucha”.
De la misma manera, estos sindicatos alternativos entienden que es “inaplazable” el establecimiento de una hoja de ruta para la diversificación de la producción de la industria de la comarca, “una producción que sea respetuosa con la biodiversidad y el medioambiente, orientada hacia una necesaria transición ecológica, lo que impediría además que los trabajadores sean rehenes del negocio de la guerra”, como ocurre con las corbetas que se construyen en Navantia para Arabia Saudí, un país que además no respeta los derechos humanos. DIARIO Bahía de Cádiz