El 1 de enero de 2015, como estaba previsto, acabará el veto a la construcción civil en Navantia. Lo acaba de confirmar la Comisión Europea, y al PP de Cádiz le ha faltado tiempo para mostrar su satisfacción “después de 10 años de sufrimiento”; además, Sanz, Teófila y Loaiza coinciden en que “se abren las puertas a la capacidad de competir” y están “seguros” de que la nueva dirección de Navantia “aprovechará esta oportunidad para contratar nuevos barcos”.
El 1 de enero de 2015, como estaba previsto, acabará el veto a la construcción civil en Navantia. Lo acaba de confirmar la Comisión Europea, y al PP de Cádiz le ha faltado tiempo para mostrar su satisfacción “después de 10 años de sufrimiento”.
El veto establecía que los contratos civiles de la empresa naval pública española no podían superar el 20% de la facturación total de la compañía; un veto pactado en la reconversión acometida en 2004 y que culminó con la creación de Navantia a partir de Izar.
La Comisión Europea declaró ilegales las ayudas públicas por valor de más de 800 millones de euros concedidas a Izar –en tiempos de Aznar- y ordenó al Gobierno recuperarlas. Además, una decisión más antigua solicitaba la recuperación de otros 100 millones. Esto significa que Izar tenía que devolver casi 1.000 millones de ayuda ilegal. Para evitar la sanción, España creó Navantia y admitió este veto durante diez años. Cualquier modificación obligaba a devolver esas ayudas. Con todo, la derecha insiste en reprochar al comisario de Competencia, Joaquín Almunia, del PSOE, que “no haya sido capaz de adelantar algo que ya estaba previsto”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz; la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez; y el alcalde de San Fernando, José Loaiza, califican, al unísono, de “positivo” el fin de la limitación de la construcción civil, y acusan Almunia de “apuntarse tantos que no le corresponde”, ya que “sólo viene a ratificar lo que estaba previsto y será el nuevo comisario europeo el que haga efectivo el fin del veto”.
Los dirigentes populares afirman que ahora “se abren las puertas a la capacidad de competir” de los astilleros “españoles y gaditanos” en el sector civil y se manifiestan “seguros” de que la nueva dirección de Navantia “aprovechará esta oportunidad para contratar nuevos barcos” –de momento, se han logrado pocos contratos…- y situar a la industria naval gaditana en el lugar que se merece, “después de 10 años de sufrimiento”, provocado por “un veto que los socialistas consintieron en 2004”, limitando la capacidad de los astilleros. Pese a que en los años siguientes sus centros han contado con carga de trabajo, fundamentalmente militar, para la plantilla y para la industria auxiliar.
El líder de la derecha gaditana llega a decir que “se acaba con 10 años de ostracismo, de un veto injusto, que permitió el PSOE de Zapatero, de Solbes, de Almunia, de Irene García y de Fran González en perjuicio de la economía española y gaditana no se sabe por qué intereses”.