El tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz sigue sin ponerse en marcha, pero continúa siendo cuestión del anodino rifirrafe político entre PSOE y PP en la provincia. En esta ocasión, a raíz de unas manifestaciones inesperadas del consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía, Juan Bravo, en un acto “desayuno empresarial” celebrado hace unos días en la capital gaditana.
Según este político balear colocado por el PP en el cogobierno andaluz de derechas, no existe “ningún compromiso” de que el proyectado tren-tranvía en su línea 1, entre Chiclana y Cádiz, cruzando por el centro de San Fernando, y cuyos trabajos se iniciaron allá por 2007, pueda llegar hasta la capital por las vías del ferrocarril. A decir de este consejero, a los anteriores responsables de la Junta, del PSOE, “se les olvidó contar que Adif dice que un tren no puede circular por las vías establecidas, que no existe la figura del conductor del tranvía que pueda ir por esas vías”.
Unas palabras que chocan con lo que apuntaba la consejería de Fomento, por ejemplo, hace algo más de dos años: “la coordinación entre la Junta y el Ministerio de Fomento para la culminación del tren tranvía de la Bahía avanza de manera muy favorable”; y se concretaba que a efectos de la infraestructura, “ya se han obtenido todas las autorizaciones de Adif para la conexión física de las vías del tranvía y el ferrocarril en Río Arillo, así como para la construcción de la parada de intercambio; y con Renfe Operadora ya se adjudicó un contrato de asistencia técnica para la futura explotación.
Y es más, el Consejo de Gobierno de la Junta, ya con Gobierno de PP y Cs, con el aliento de la ultraderecha de Vox, acordaba a finales de marzo de este año “impulsar la terminación de los trabajos y puesta en servicio” de esta línea 1. Este acuerdo contemplaba, se remarcó, “ultimar los convenios necesarios con Renfe y Adif”, por lo que se sobreentiende de que ya había trabajo previo. Además, se incluía la homologación final de los trenes, formalizar los últimos contratos, negociar con la Comisión Europea una nueva prórroga (para no tener que devolver unos 100 millones), acabar la parada intermodal del Río Arillo (en las últimas semanas se ha avanzado la obra a medias) y retomar las pruebas dinámicas (que se supone que se reiniciaron a finales de mayo, aunque apenas se ha vuelto a ver a los trenes circular entre Chiclana y La Isla).
EL PSOE ACUSA A LA JUNTA DE “CREAR UNA ALARMA SOCIAL INNECESARIA”
La parlamentaria andaluza del PSOE por Cádiz, Araceli Maese, a colación de las declaraciones del consejero Bravo, ya ha anunciado que registrará una iniciativa para que el nuevo Ejecutivo andaluz “aclare cuáles son sus intenciones” respecto a la puesta en marcha de dicha infraestructura. Y acusa al titular de Hacienda de “crear una alarma social innecesaria como ya hicieron con los fondos y proyectos de esta provincia vinculados a la ITI”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Maese ha exigido al Gobierno liderado por Juan Manuel Moreno Bonilla que “mientan menos y trabajen más para demostrarle a los gaditanos que son capaces de gestionar y cumplir con la planificación de obras reiniciadas como la del tranvía” y en este sentido, ha apuntado que “de esta manera verán tanto los ciudadanos como las autoridades europeas que no existe riesgo, y que al igual que en el resto de inversiones europeas en sistemas de transporte ferroviario metropolitano, Andalucía cumple y lleva a buen puerto esos fondos”.
Es más, esta parlamentaria isleña llega a afirmar que “el objetivo del Gobierno anterior era a 31 de marzo (fecha límite dada por la Comisión Europea, bajo amenaza de exigir el reintegro de casi 100 millones de euros de ayudas) tener la obra completamente finalizada y las pruebas totales en funcionamiento, la inversión completada y el tren andando por la vía rindiendo cuentas ante Europa de los fondos asignados”.
“El anterior Gobierno cuando reanudó las pruebas dinámicas (en diciembre de 2018) era ya para que no se suspendieran en ningún momento hasta su puesta en marcha, sin embargo, el nuevo Gobierno las suspendió no las ha reanudado hasta hace unas semanas y por tanto, es un nuevo retraso únicamente imputable a su gestión”, señala Maese, subrayando que “lo que tienen que hacer es acelerar todos los requisitos técnicos previos pendientes para la puesta en servicio comercial”.
Emplaza en este sentido a la Junta a que “ponga todo su empeño para que la Agencia Estatal de Seguridad ferroviaria finalice su trabajo de autorizar la puesta en servicio comercial, y para ello hay que completar los kilómetros de recorrido necesarios para que las pruebas arrojen la fiabilidad del sistema, además de la marcha en blanco”.
La diputada gaditana agrega sobre el contrato de prestación de servicio para la explotación con Renfe, que “es una cuestión trabajada desde hace años por ambas administraciones y únicamente queda pendiente de los informes jurídicos definitivos para poder autorizar su celebración por el Consejo de Ministros del Estado y Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía”. En este sentido, hace ya unos años incluso durante un tiempo aparecía en la web de Renfe, entre las estaciones de Cercanías de Cádiz, las diferentes paradas del tranvía…
Luego, entienden desde el PSOE que el actual Gobierno andaluz “lo que tiene que hacer es continuar con la previsión del Ejecutivo socialista de haberlo llevado antes del verano a ambos Consejos”.
En cualquier caso, recalca que “un retraso en la puesta en explotación nunca ha supuesto una descertificación de fondos, a lo sumo una corrección financiera, que podría suponer una pequeña penalización, pero nunca la pérdida de 99 millones como se está alertando, trasladando además una imagen a la Comisión Europea del todo incierta sobre los riesgos de que el tren tranvía se ponga en marcha”. “Desde el Gobierno anterior se admitía un retraso, nunca un riesgo, no tiene por qué significar pérdida de fondos ni que no se pueda finalizar este gran proyecto que la Junta tiene la responsabilidad de ejecutar y poner al servicio de la ciudadanía”, sentencia.
EL PP RESPONDE QUE EL PSOE “TIENE CREDIBILIDAD CERO” AL HABLAR DEL TRANVÍA
Por su lado, desde el PP provincial se defiende que con el PSOE en el Gobierno autonómico “el tranvía jamás hubiera entrado en servicio”, y se considera sorprendente que los socialistas se atrevan a decir que el anterior Ejecutivo “iba a tener la obra en servicio en marzo de 2019 cuando es algo que no pueden creer ni ellos”
Al respecto, el secretario general del PP de Cádiz Antonio Saldaña, destaca la “desfachatez y caradura política del PSOE” al atacar al nuevo Gobierno por la obra del tranvía, “llegando al límite de sacar pecho de la desastrosa gestión de la obra”.
Según la versión de la derecha (que siempre ha estado en contra del paso del tranvía por el centro de Chiclana y de San Fernando, y no han sido pocas las trabas que ha puesto a nivel local), cuando el nuevo Gobierno toma posesión, la situación en que se encuentra el proyecto “es la de una obra sin terminar, no se había firmado el convenio con Adif para el uso de la parada de Río Arillo, no se contaba con la homologación del material por parte de Adif, la formalización del contrato con Renfe Operadora para gestionar el servicio ni la autorización de puesta en servicio comercial por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria entre otras actuaciones”.
Añade que “apenas quedaban dos meses para que se cumpliera la fecha de 31 de marzo puesta como tope por la UE para poner en marcha el tranvía, algo que era materialmente imposible y que al Gobierno socialista parecía no importarle nada porque la obra estaba totalmente paralizada”.
Con todo, este político jerezano defiende que el nuevo Ejecutivo de PP y Cs se puso a trabajar “desde el minuto uno” para desbloquear la puesta en servicio del tranvía, “y lo primero que hizo fue pedir una prórroga a la UE para intentar evitar tener que devolver 99 millones de ayudas europeas debido a la incompetencia socialista; además de impulsar todas las actuaciones pendientes”.
En resumen, Saldaña califica de “escandalosa” la gestión que el PSOE ha hecho de esta obra y remarca “cómo un proyecto con un plazo de ejecución de 4 años y una inversión de 140 millones de euros se convirtió en 12 años de obras y un coste de más de 256 millones de euros y sin acabar”. Por ello, entiende que “los socialistas tienen credibilidad cero para recriminar ni exigir nada al nuevo Gobierno”.