Investigadores de la Universidad de Cádiz están trabajando para poner en valor las algas de la Bahía gaditana como recurso nutricional y de fomento del emprendimiento, teniendo en cuenta que su extracción y cultivo en Europa viene despuntando en los últimos años por ofrecer una interesante oportunidad de negocio. El proyecto, en colaboración con Ctaqua, tiene como objetivo aumentar las posibilidades de cultivo de las macroalgas que complemente en la zona a la tradicional producción de sal y a la acuicultura.
Por sus propiedades nutricionales y organolépticas, las algas están conquistando los paladares de medio mundo y suelen ser un recurso cada vez más empleado en el sector de la gastronomía. Además, su extracción y cultivo en Europa viene destacando en los últimos años por ofrecer una interesante oportunidad de negocio con capacidad de generar empleo dentro de lo que se está llamando Economía Azul.
Actualmente el consumo de algas no se limita a los países asiáticos, donde representa un porcentaje significativo de la dieta habitual de sus habitantes. En países como Chile, Brasil, México, España, Francia o Alemania se ha empezado a observar un incremento en la explotación y consumo de este tipo de recurso. Un ejemplo en el Estado español es Galicia, la principal productora nacional de algas, que ha pasado de dos empresas en 2009 a las cinco actuales, con una evolución económica muy positiva, ya que sus cifras de ventas se han incrementado un 260% en el último año.
En la Bahía de Cádiz se dan interesantes oportunidades de explotación gracias a sus grandes superficies para recolección y cultivo; por ello, y conscientes de las oportunidades que puede ofrecer este entorno privilegiado para este recurso, científicos de la Universidad de Cádiz están desarrollando un proyecto centrado en la optimización de la recolección y el cultivo al aire libre de macroalgas en esteros. Una iniciativa que se desarrollará ahora parcialmente en colaboración con el Centro Tecnológico de la Acuicultura Ctaqua, en El Puerto.
Durante el desarrollo de este proyecto, los investigadores están estudiando las propiedades fundamentales que determinan la calidad de las algas que se encuentran en nuestro entorno natural para su empleo en la industria alimentaria.
Básicamente, según se ha trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, se busca aumentar las posibilidades de cultivo y extracción de las macroalgas: conocer dónde y cuándo se pueden extraer los mejores especímenes para el consumo, dónde se pueden cultivar en campo algunas de las especies, qué mejora medioambiental producen los cultivos y qué nuevas especies podrían ser explotadas.
“UNA ALTERNATIVA SOSTENIBLE A LA PRODUCCIÓN DE SAL Y A LA ACUICULTURA”
“Nuestro objetivo es aumentar el conocimiento de las macroalgas de la Bahía de Cádiz como recurso alimentario. Trabajaremos en la mejora de la calidad y el cultivo y finalmente seleccionaremos las especies de algas de acuerdo a su composición, características organolépticas y presencia estable en los esteros”, explica el profesor titular del área de Tecnología de Alimentos, Víctor Manuel Palacios.
Por su lado, la directora de proyectos de Ctaqua, María del Mar Agraso, señala que “pondremos en marcha el cultivo experimental de macroalgas en un estero de la Bahía que reúna las condiciones óptimas para su adecuado desarrollo, realizaremos un seguimiento específico del cultivo y, una vez las algas cultivadas lleguen a talla comercial, realizaremos diversos ensayos, entre ellos análisis nutricionales”.
Para permitir una mayor independencia frente a la estacionalidad natural de la abundancia de las especies de interés, los cultivos se desarrollarán y optimizarán en jaulas, mallas o cuerdas. Además, se buscará la mejora ambiental que proporciona la extracción y cultivo de las macroalgas, ya que debido al actual estado de abandono de las salinas y esteros se producen fenómenos de regresión ambiental por falta de circulación del agua.
“Los esteros en la Bahía de Cádiz se han dedicado tradicionalmente a la producción de sal y más recientemente a la acuicultura tanto extensiva como semi-intensiva. Sin embargo, un porcentaje nada despreciable de esta superficie se encuentra actualmente en desuso. El abandono de las salinas y esteros genera una regresión ambiental por la colmatación de los estanques y la falta de circulación del agua, lo que causa una pérdida de biodiversidad. El cultivo de macroalgas para el consumo puede ser una alternativa sostenible que complemente nuevos usos de estos sistemas ancestrales”, añade el catedrático de Ecología e investigador principal del proyecto, Ignacio Hernández.
Esta iniciativa de tres años de duración comenzó en 2014 y en 2016 se desarrollará en colaboración con Ctaqua. En el proyecto participa una decena de investigadores de los Grupos de Investigación de la UCA Estructura y Dinámica de Ecosistemas Acuáticos e Ingeniería y Tecnología de los Alimentos, y se enmarca en los incentivos a proyectos de investigación de excelencia en equipos de investigación de la consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía a través de los fondos europeos Feder.
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