Navantia ha culminado el proceso de puesta de las seis quillas de los petroleros Suezmax que se van a construir, en gran medida en el astillero de Puerto Real, para el armador Ondimar Transportes Marítimos. Así lo ha certificado la sociedad de clasificación Lloyd´s Registers, dando cumplimiento a una de las obligaciones contractuales.
Navantia ha culminado el proceso de puesta de las seis quillas de los petroleros Suezmax que se van a construir, en gran medida en el astillero de Puerto Real, y algunos bloques en Ferrol, para el armador Ondimar Transportes Marítimos LDA (sociedad naviera del grupo Ibaizabal).
Así lo ha certificado la sociedad de clasificación Lloyd´s Registers, dando cumplimiento a una de las obligaciones contractuales de que las puestas de quilla se produjeran antes de acabar el año 2016, “para adecuarse a la actual normativa internacional en la construcción de este tipo de buques”. Se trata de la operación con la que inicia la construcción de un buque, que consiste en la colocación sobre grada de las primeras planchas del casco.
Estos barcos se construirán en España a precio del mercado internacional, para este tipo de buques. Los contratos, se insiste desde la empresa pública en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, “suponen el regreso con rentabilidad económica para la compañía a la construcción de petroleros después de casi dos décadas sin fabricar este tipo de buques”.
El primero de los barcos se entregará a finales de 2017. La construcción de cada barco supone en teoría unas 725.000 horas de trabajo, es decir que para los cuatro primeros el volumen de mano de obra será de unos 3 millones de horas de faena a repartir entre los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz y en la Ría de Ferrol, y las empresas auxiliares.
Tras meses de intriga –y promesas en marzo y mayo en sendas campañas electorales-, el pasado mes de julio se confirmaba ya este contrato de cuatro petroleros con opción de otros dos más. Y a finales de septiembre, comenzaban los trabajos en el astillero de Puerto Real con el corte de las primeras chapas de acero.
La consecución de contratos para la construcción de estos buques en el mercado global, está marcada por el precio y el plazo, dando por supuesto que la calidad es la requerida por la normativa y las sociedades de clasificación de buques. Navantia impulsa este modelo de negocio para poder competir en el mercado global ofreciendo un precio competitivo y un plazo adecuado para las necesidades del cliente.
Para lograr este acuerdo, se ha apostado por un “cambio en el modelo de negocio de la ejecución de estos proyectos”, reconocían desde Navantia en su momento: se basa en un acuerdo con un astillero asiático (el coreano Daewoo), para utilizar su diseño y que sea el principal suministrador de la mayor parte de materiales y equipos, “aunque siempre dando oportunidad y prioridad a las empresas nacionales que ofrezcan precios competitivos”.
A primeros de diciembre, y también en plena campaña electoral del 20-D, Navantia y Ondimar escenificaban la firma del acuerdo de la estructura financiera del tercer y cuarto petrolero tipo Suezmax. Además se trabaja para la consecución del quinto, que se espera se alcance en el primer trimestre de 2016 e incluso de un sexto a lo largo del próximo año.
Este tipo de petroleros se denomina Suezmax porque sus dimensiones les permiten navegar por el Canal de Suez. Sus magnitudes más destacadas son: 274 metros de eslora, 48 metros de manga y un peso de 156.000 toneladas.
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