El tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz sigue dando pasitos definitivos de cara a la ansiada y prometida puesta en servicio de la línea 1 (entre Chiclana y la capital, atravesando San Fernando) a lo largo de julio, de este 2022, sí. Tras años viendo los tranvías circulando vacíos de un lado a otro del trazado, este 10 de junio se ha dado por activada la llamada fase de pruebas en blanco: la simulación de la marcha comercial de las unidades, reproduciendo fielmente las características del futuro servicio comercial (cuya explotación estará en manos de Renfe).
Para llevar a cabo este test final previo a la puesta en servicio (que llegará unos 14 años después de que se iniciaran las primeras obras del proyecto en la calle Real de La Isla, y más de 15 de los primeros trabajos en el nudo de La Ardila), la Agencia de Obra Pública de la Junta ha coordinado todo el operativo junto a Adif y Renfe, ya que las marchas en blanco se desarrollarán en el trazado completo entre Chiclana y la capital gaditana, incluyendo la circulación por el tramo compartido en la línea férrea Sevilla-Cádiz, es decir, entre el apeadero de Río Arillo y la estación término de Plaza de Sevilla, en Cádiz.
Esta fase de pruebas finales, que en una segunda etapa contempla viajes con usuarios (parece que se invitará a diferentes colectivos) una vez vayan avanzado las simulaciones sin pasajeros, viene a completar los diferentes ensayos con trenes llevados a cabo en el trazado de esta línea 1, que contado el trazado del tranvía y el compartido con el tren consta de 24 kilómetros y 21 paradas.
En estas pruebas en blanco, según se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, los trenes circulan siempre en interacción con el conjunto de sistemas instalados (energía, comunicaciones y señalización), pero reproduciendo fielmente las características del futuro servicio, en términos de horarios, frecuencias de paso y tiempos de viaje, si bien estas pruebas se llevarán a cabo en la semana laboral.
Al respecto, siguen sin desvelarse esos horarios y frecuencias, y si todos los trayectos llegarán hasta la capital o sí muchos de ellos (como se viene temiendo públicamente el alcalde de Chiclana) se quedarán en la parada del Río Arillo, levantada en la nada para servir de punto de trasbordo entre usuarios del tranvía metropolitano y de los trenes de Cercanías entre Cádiz y Jerez. Lo que sí se conoce es el precio del billete: usando la tarjeta del Consorcio de Transportes Bahía de Cádiz, el coste será similar al del autobús interurbano.
El desarrollo de las marchas en blanco, se añade, será progresivo y se compaginará con la formación que aún requieren para la incorporación plena de todo el personal de operación, que llevan desde enero inmersos en la pre-explotación. En abril concluyó la fase de reciclaje de este personal, y sólo resta completar la incorporación de algunos conductores y reguladores, así como del personal más vinculado a la atención al viajero, como los supervisores comerciales e informadores de Atención al Cliente.
SERÁ POR PRUEBAS…
Con carácter previo a estas marchas en blanco, el tranvía de la Bahía ha abordado pruebas funcionales en todo el trazado tranviario y en la zona mixta o de transición a la RFIG (a la altura de Río Arillo), así como pruebas de integración (con interacción del conjunto de sistemas de comunicación y señalización), junto a las pruebas que se precisaron para la homologación del material móvil por la vía férrea estatal.
En este sentido, en octubre de 2020 se obtuvo la homologación por la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) de las unidades tranviarias para su circulación por vía ferroviaria, desde la bifurcación de Río Arillo y hasta la estación de Adif en Cádiz. Unas circulaciones por vía férrea que, desde febrero del presente año, se han desarrollado ya exclusivamente en la línea de ferrocarril Sevilla-Cádiz para la formación de los maquinistas de Renfe.
Con carácter previo, el pasado 11 de febrero se llevó a cabo el primer trayecto completo entre Chiclana y Cádiz “a modo de demostración” y, a partir de esa fecha, se ha trabajado en la coordinación de todos los agentes para posibilitar estas pruebas en blanco en el recorrido completo.
Y en paralelo, se están desarrollando también las pruebas de robustez, que consisten en simular posibles incidencias en el futuro servicio o situaciones críticas, como el remolque de unidades supuestamente averiadas, situaciones de aglomeraciones en traza urbana o de incidencias en las subestaciones de tracción o en otros sistemas imprescindibles para el correcto y seguro funcionamiento del servicio comercial, que parece más cerca que nunca. Y no tiene nada que ver con que hayan elecciones andaluzas en unos días, no…