El campus de la Universidad de Cádiz en Jerez contará con un segundo aulario, infraestructura demandada desde hace años por su comunidad universitaria. Llevará el nombre del catedrático Carmelo García Barroso y se incluye dentro de una estrategia de fortalecimiento de este campus de La Asunción, uno de los cuatro campus de la UCA por toda la provincia.
Con un coste aproximado de 5,4 millones de euros y una superficie construida estimada de 5.800 metros cúbicos, el edificio tendrá una capacidad para ser usado en simultáneo por 2.100 estudiantes, incluye un total de 15 aulas, además de dos laboratorios y un salón de actos para 400 personas que, una vez finalizado, será el de mayor aforo de la UCA.
Con su futura construcción, este aulario dará respuesta a las necesidades del campus jerezano, epicentro de los estudios en Ciencias Jurídicas y de la Comunicación y en donde desarrolla su actividad académica y científica una comunidad universitaria integrada por más de 6.500 personas entre profesorado, alumnado y personal de administración y servicios. De esta forma, se garantiza su crecimiento, así como el desarrollo pleno de la docencia y de las actividades de su diversa oferta académica, compuesta por nueve títulos de grado, cinco dobles grados, nueve másteres oficiales y tres programas de doctorado.
El proyecto del nuevo aulario, cuyo diseño fue adjudicado en concurso público a Planho Consultores en 2018 por 142.000 euros, incluye un importante conjunto de dotaciones que refuerzan las ya existentes.
De este modo, contempla un aula grande (220 puestos), siete aulas medianas (entre 100 y 125 puestos), cinco aulas de seminarios de 75 puestos, dos aulas de informática de 48 puestos, un laboratorio de idiomas (64 puestos) y otro de simulación de enfermería (50 puestos). El conjunto de estas dependencias se distribuye en tres niveles: semisótano, planta baja y primera planta.
El planteamiento del edificio está pensado y diseñado para su plena integración en el campus, respetando su estructura urbana basada en avenidas ortogonales y en edificios de baja altura. De esta forma, busca la máxima integración y accesibilidad, especialmente a la planta baja, donde se desarrolla el 75% de la actividad.
Además, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, se trata de un edificio de una elevada ocupación donde los espacios libres tienen un peso muy importante en su organización, “como puntos de encuentros imprevistos e intercambios informales”. Una construcción que responde a los estándares más exigentes en cuanto a mejora energética. En consecuencia, la orientación, organización y tamaño de patios, protección de fachadas e integración de vegetación en los patios y en el entorno se han pensado para su mejora energética, priorizando la reducción de los consumos y el aprovechamiento máximo de los recursos naturales. Su construcción incluye la instalación de paneles fotovoltaicos y solar térmica capaz de producir 70.000 Kwh/año.
“CRECIMIENTO Y DIVERSIFICACIÓN DEL CAMPUS”
El rector de la UCA, Francisco Piniella, en compañía del vicerrector de Digitalización e Infraestructuras, Carlos Rioja, y del responsable del área de proyectos de Planho Consultores, Manuel Pérez, ha presentado este martes los detalles del proyecto de este segundo aulario que “amplía las potencialidades del campus como sede para actividades académicas y para la organización, también, de actos sociales y culturales”.
“Hablamos -ha añadido el rector- de un edificio modular, funcional, accesible y sostenible, de espacios diáfanos y abiertos y con gran presencia de luz natural: “con el que hemos querido hacer oportunidad de la necesidad, ya que incluye todos los aprendizajes en el uso de espacios públicos que nos ha dejado la pandemia. Se han dimensionado todos sus espacios para adecuar fórmulas de distanciamiento e integra un sistema de climatización capaz de renovar por completo el aire de cada aula en seis minutos”.
En palabras de Piniella, “damos un paso adelante fundamental para la materialización de esta demanda histórica de la comunidad universitaria de Jerez”. Con la dotación de estas nuevas instalaciones, “estamos a la altura de un campus que no ha dejado de crecer desde su inauguración en 2004 y que requería de una actuación de estas características para no detener este crecimiento y diversificación”.
“Pese a las dificultades del momento, que todos conocen, hemos redoblado el esfuerzo para seguir fortaleciéndolo con nuevas infraestructuras que mejoren aún más sus excelentes equipamientos. Este segundo aulario resuelve esta petición y sienta las bases para continuar con esta estrategia de crecimiento”, ha repetido el rector. En todo caso, ha concluido, “para nosotros las infraestructuras no son un fin en sí mismas. Tienen un valor instrumental. Son instalaciones y recursos que ponemos al servicio de la excelencia de nuestra docencia e investigación, de nuestra comunidad universitaria y, como universidad pública que somos, de la sociedad en su conjunto”.