La Guardia Civil ha detenido a ocho personas, entre ellas una farmacéutica y médicos, como presuntos autores de los delitos contra la salud pública, de estafa al SAS, intrusismo profesional y falsificación de documentos, por la retirada de forma ilegal de miles de medicamentos con cargo a la Seguridad Social, y por poner en funcionamiento un “consultorio médico” en la barriada de La Constancia de Jerez, donde se dispensaban esas medicinas y se realizaban prácticas sanitarias “sin las más mínimas garantías”.
La Guardia Civil en el marco de la operación ‘Pharmakis’ llevada a cabo en Jerez, ha puesto a disposición judicial a ocho personas -entre ellos los responsables de una asociación “sin ánimo de lucro”, una farmacéutica y médicos- como presuntos autores de los delitos contra la salud pública, de estafa al Servicio Andaluz de Salud (SAS), intrusismo profesional y falsificación de documentos, por su presunta implicación en la retirada de forma ilegal de miles de medicamentos con cargo a la Seguridad Social, y por poner en funcionamiento un “consultorio médico”, donde se dispensaban medicamentos y se realizaban prácticas sanitarias “sin las más mínimas garantías”.
Entre los detenidos e investigados, se encuentran el responsable de este consultorio ilegal y su esposa, la farmacéutica que dispensaba los medicamentos y cinco facultativos de medicina familiar que cargaban “de forma abusiva e indiscriminada” medicamentos en las tarjetas de la Seguridad Social de pacientes que nunca aparecían por sus consultas.
En el registro en el domicilio del presidente de esta asociación en la barriada La Constancia se encontraron 210 tarjetas sanitarias, entre las que se encontraban las de varias personas ya fallecidas, y en el registro efectuado en la sede de la asociación se halló material de curas, ausencia de lavamanos y otros elementos para esterilizar los utensilios sanitarios, ausencia de contenedores adecuados para depositar los residuos peligrosos, material para realizar exudaciones vaginales, un sello de caucho con la inscripción Centro Médico Jerez SL, y abundante documentación.
SALUD ALERTÓ DE LA RETIRADA MASIVA DE MEDICAMENTOS
Según se relata en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la operación se inició cuando la Guardia Civil del Puesto Principal de Jerez, recibió el encargo de la Fiscalía de investigar una denuncia presentada por la Inspección de Farmacia de la delegación territorial de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía en Cádiz, de unas supuestas irregularidades en la retirada masiva de medicamentos que se habían cargado sobre tres usuarios, produciéndose en un primer momento lo que parecía un fraude de casi 20.000 euros.
Las investigaciones permitieron determinar que los usuarios que supuestamente habían retirado los medicamentos se encontraban fuera del área de influencia de la farmacia en cuestión, siendo además por la edad y condiciones físicas de los usuarios bastante improbable que hubiesen realizado un trayecto tan largo para retirar los medicamentos.
Se daba además la circunstancia que si hubiesen ingerido los medicamentos retirados posiblemente habrían fallecido. Por ejemplo, a una usuaria que decía haber retirado ocho envases de un medicamento muy concreto, que era además la prescripción normal, se le cargaron en su tarjeta un total de 96 envases, superando el cargo irregular los 2.100 euros. A otro paciente se le cargaron en su tarjeta un total de 109 envases de otro medicamento, cuando sólo decía haber retirado 12, siendo el cargo ilícito de casi 2.250 euros. Y el caso de una usuaria a la que cargaron en su tarjeta 27 envases de un medicamento de muy alto coste y que debía ser administrado por un facultativo, estando prescrita su conservación entre 2 y 8 grados centígrados; la usuaria solo había retirado seis envases, ascendiendo la facturación irregular a los 15.250 euros.
Tras las primeras investigaciones, quedaba claro que estas irregularidades no se podrían llevar a cabo sin la colaboración de farmacéuticos, que expendieran los fármacos y facultativos que cargaran cantidades enormes de medicamentos para cualquier usuario.
Todo lo investigado, apuntaba a una asociación “sin ánimo de lucro” que fomentaba el bienestar entre los vecinos de la barriada jerezana de La Constancia, desvelándose ante las primeras gestiones, que funcionaba como “un verdadero consultorio médico donde se almacenaban y expendían, enormes cantidades de medicinas y material sanitario, y donde se realizaban curas y otras actividades sanitarias, sin las mínimas condiciones higiénicas”. Además, estas prácticas eran realizadas por personal que o no tenía la titulación necesaria para realizarlas, o si la tenían carecían de contrato alguno, careciendo de todo seguro de responsabilidad civil, en el caso de existir algún tipo de problema.
Una vez constatado que el presidente de esta asociación, junto con otros colaboradores, se desplazaban a determinados centros sanitarios provistos de tarjetas sanitarias, para cargar en ellas ingentes cantidades de medicamentos, bajo demanda indiscriminada, los guardias civiles procedieron a seguirlos, determinando que realizaban largos trayectos pasando por numerosas farmacias, hasta llegar a la que generaba la estafa investigada. Aquí se aprovisionaban de todo el material, y cargando el turismo en el que se desplazaban “como si de una furgoneta se tratara”, volvían a la asociación.
En un control realizado por agentes, observaron que portaban de forma irregular medicamentos que tenían que conservarse a temperatura determinada, otros de administración por parte de facultativos, así como fármacos contra el cáncer, morfina o psicotrópicos.
Por todo ello y tras obtener el correspondiente mandamiento judicial, se registró el domicilio del presidente de esa asociación, a la vez que se controlaba la propia sede de la misma. Tanto en un lugar como en otro, los investigadores encontraron “verdaderos almacenes” de farmacia, donde sin las más mínimas garantías de conservación se almacenaban medicamentos caducados que se llevaban a casa de usuarios para ser consumidos por estos, medicamentos del ramo de los psicotrópicos, medicamentos indicados para el rechazo de trasplantes y que deben ser administrados por personal debidamente cualificado o píldoras abortivas, entre otros.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes del Área de Investigación del Puesto Principal de la Guardia Civil de Jerez y coordinada por el Juzgado de Instrucción número 4 de la ciudad.
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