CRÍTICA. El último día de julio coincidió con el cierre de las ‘Noches de Verano’ de Jerez programadas para ese mes. El ciclo tuvo un broche grandioso con el dúo Ara Malikian – Fernando Egozcue interpretando un programa que llevan paseando con éxito por toda España desde hace tres años, ‘Con los ojos cerrados’ y con algunas canciones de su anterior producción, ‘Lejos’. El público disfrutó con las travesuras escénicas de Malikian, habituales cuando trata de divertir al personal, quien se descubrió como un gracioso contador de monólogos, con relatos inventados sobre las andanzas de su compañero Fernando Egozcue y de él mismo.
Llamar éxito al concierto de Malikian en Jerez es poco. De todo el ciclo de las ‘Noches de Verano’, el concierto de Fernando Egozcue y Ara Malikian fue el evento con mayor concurrencia, hasta el punto de tener que disponer de sillas adicionales para atender a unos mil asistentes, número parecido al de los grandes acontecimientos en el Patio de Armas del Alcázar. ¿Previsible? Probablemente no, teniendo la referencia del concierto de Malikian del año pasado, con otra formación, que en esta ocasión se superó sobradamente. Lo que demuestra que el nombre de Ara Malikian arrastra a muchos, incluidos pequeños, a verle y escucharle. Porque Malikian es espectáculo en sí mismo; tanto, tanto, que a veces parece dejar de lado que su fama se labŕó por su excelencia y virtuosismo con el violín.
Me cuento entre los malikianfans, pero no tanto como para intuir que su empeño en divertir, por encima de todo, le esté llevando por derroteros no demasiado estimulantes para un melómano. No deja de ser intranquilizador que uno se divierta más con las hilarantes historias contadas con gracia por el propio Malikian -es un gran comunicador- que con las piezas interpretadas. Es paradójico que a uno le encantase más las gracietas verbales o medio chistes, que salpicaban los monólogos en las largas pausas que Malikian y Egozcue intercalaron entre las piezas, que la música creada por el dúo, por mucho aderezo de saltos y piruetas que Malikian incorporase a su interpretación como si tuviera un tic innato, y por mucha variaciones de estilo y registro que las composiciones de Fernando Egozcue mostrasen, en lo esencial, en la música, ‘Con los ojos cerrados’ fue un concierto con debilidades.
Si se despoja de los aderezos y complementos escénicos a cargo del genial violinista, la música desnuda ofrecida por el dúo resulta menos agraciada. Guitarra y violín tienen un maridaje incompleto y la magnífica ejecución de las piezas, ayudado por ese virtuosismo imperfecto de Malikian orientado a fascinar más que a deleitar con la música, no consiguieron vestir la endeblez de las composiciones cuando se interpretan a dúo. Canciones con alma, que notan demasiado la falta de contrabajo, piano y percusión con las que se diseñaron. Canciones que tienen cuerpo cuando Egozcue pone su quinteto al servicio de Malikian, o a la inversa, que tanto da, pero que en la noche jerezana sólo en ocasiones llegaron al alma de quien escribe. Una de ellas, con la magnífica sencillez de ‘Lágrimas de cera’ con la que cerraron el concierto, en su última y definitiva propina. Pero tuvieron que llegar a muchas almas, me limito a relatar lo que escuché “con los ojos cerrados”, porque los aplausos y vitores fueron constantes a lo largo del concierto. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL CONCIERTO:
Noches de Verano en Jerez 2014.
Con los ojos cerrados, Ara Malikian, violín. Fernando Egozcue, guitarra. Programa: Ruegos y Preguntas / Ser 2 / Cupa/ Lejos/ Saudade/ El boteyazo / Creo / Mil tristezas / Viejos aires / Cuidado con el perro /Rumba / Lágrimas de cera
Lugar y día: Alcázar de Jerez, 31 de julio de 2014. Asistencia: Lleno