Trabajadores de la planta de reciclaje y compostaje Las Calandrias, en Jerez, competencia del Ayuntamiento, han denunciado las temperaturas alcanzadas en las instalaciones durante los últimos días de ola de calor, “llegando hasta los 41 grados” y provocando a varias operarias síntomas de golpes de calor, vómitos y dolores de cabeza.
En un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, el comité de empresa subraya que no va a permitir “que se juegue con la salud de la plantilla”. La empresa concesionaria (FCC Medio Ambiente reemplazarla a la UTE Sufi-Verinsur, según anunciaba el Consistorio el pasado julio), “está incumpliendo la normativa laboral, las medidas adoptadas son insuficientes, y entendemos que existe una inacción ante las innumerables denuncias registradas desde el mes de junio”.
Además, el comité lamenta que la empresa tiene pleno conocimiento desde junio de estos hechos: “esta última vez, ante la gravedad, se llamó a la dirección y gerencia, pero ninguno se dignó a responder ni telefónicamente ni por otra vía. Asimismo, se envió al gerente un WhatsApp pidiéndole que la empresa diera la orden de evacuar las cabinas”.
Por otro lado, los representantes de la plantilla aseguran que también se ha intentado contactar con el nuevo concejal de Medio Ambiente, Jaime Espinar, “y aún no hemos recibido respuesta”. “No entendemos la inacción de este delegado (del PP) y la absoluta falta de respeto al no devolver los mensajes y las llamadas ante una manifiesta situación de emergencia”, se remarca.
“ESTÁ EN RIESGO LA SALUD Y LA VIDA DE LAS TRABAJADORAS”
“No vamos a permitir la dejadez y la inacción de la empresa y Ayuntamiento. Está en riesgo la salud y la vida de las trabajadoras, por lo qué, vamos a denunciar nuevamente ante la Inspección de Trabajo, así como emprender las medidas legales para que se cumpla la normativa y la dignidad laboral de la plantilla”, apostilla el comité de empresa.
Finalmente, CCOO le recuerda el nuevo equipo de Gobierno de derechas que el anterior, del PSOE, le abrió un expediente sancionador a la empresa concesionaria de las instalaciones por cuestiones similares de salubridad, pero “continua en la misma postura”. “Unos gestores que actualmente gestionan, tanto uno como otro, otras plantas que pagamos el conjunto de la ciudadanía”, se sentencia.