Representantes de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Jerez han visitado este martes los trabajos de restauración de la margen derecha del río Guadalete que se desarrolla en el tramo situado entre el puente de la autovía A-381 Jerez-Los Barrios y el de la autopista AP-4 Sevilla-Cádiz, y que ha supuesto, también, la recuperación del antiguo molino de Cartuja, que se suma al aparecido a poca distancia, en La Corta, y en el que la administración autonómica asegura que ya trabaja para ponerlo en valor.
Las obras de restauración de la margen del río, en las que se invierten 132.000 euros (enmarcadas en la encomienda para la conservación de cauces 2021-2023), se están ejecutando a través de la empresa pública Tragsa y tienen prevista su finalización a finales del próximo mes de enero.
Los trabajos del cauce abarcan un tramo de unos 400 metros, en el que se ha procedido a extraer la vegetación leñosa (principalmente eucaliptos, especie exótica invasora), retirar sedimentos del lecho y mejorar la morfología del cauce.
Asimismo, la intervención incluye la restauración de la margen derecha del Guadalete en un entorno en el que, a raíz de la construcción de la autopista, fue instalada en los años 70 del siglo pasado una planta de producción de hormigón. Ello supuso el vertido de cientos de toneladas de hormigón, áridos y materiales diversos a orillas del río.
Durante esta visita, la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Ana Mestre, ha recordado que “este nudo de comunicaciones de Jerez Sur, uno de los más importantes de la provincia, resulta afectado periódicamente por inundaciones”. “Igualmente -ha detallado-, en este entorno la propia presencia de los puentes supone un obstáculo al desagüe del río durante sus crecidas, reduciendo la velocidad del agua. Ello se traduce finalmente en un alargamiento de los tiempos de inundación y en el depósito de sedimentos en el lecho del río, lo que a su vez reduce la capacidad hidráulica del cauce”.
La intervención, se resume en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, supondrá una reducción de los riesgos de inundación y al mismo tiempo una mejora ambiental y paisajística de este lugar, “que tradicionalmente fue un espacio de esparcimiento para los jerezanos”. Al mismo tiempo, la recuperación de elementos patrimoniales “incrementará el interés del lugar”.
RESTAURACIÓN DEL MOLINO DE CARTUJA
Y es que a raíz de estos trabajos de restauración fluvial, y bajo la dirección de la consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, se está desarrollando una actividad arqueológica preventiva por parte de los arqueólogos Luis Cobos y Esperanza Mata, dado que en ese entorno se cuenta con la presencia de importantes bienes patrimoniales junto al histórico Puente de Cartuja, que data del siglo XVI.
Las fuentes documentales acreditan la existencia, adosado al puente, del antiguo Molino de Cartuja, así como del canal de conducción de agua desde el azud ubicado 350 metros aguas arriba. Las excavaciones realizadas han permitido sacar a la luz importantes restos de estas infraestructuras, cuyos orígenes se remontan a los siglos XVI-XVIII, “lo que supone rescatar del olvido una parte de nuestro pasado”, ha resaltado Mestre.
Mientras, para el Ayuntamiento, la aparición de este molino “es un hallazgo relevante, una recuperación de valor patrimonial muy importante para la ciudad, un nuevo molino que se suma al de La Corta. Se trata de una prueba más del valor de las infraestructuras hidráulicas que existían en la ciudad y que debemos seguir protegiendo y recuperando”.