Organizaciones locales tienen elaborado un informe que repasa “las principales amenazas que se ciernen sobre la conservación del patrimonio arbóreo” en Jerez, señalando principalmente las “prácticas inadecuadas” llevadas a cabo por la concejalía de Medio Ambiente o consentidas por esta. El Gobierno local reconocía en marzo errores, pero meses después la situación “no ha mejorado”.
Preocupadas por “la nefasta gestión del arbolado urbano” en Jerez que entienden que lleva años realizando el Ayuntamiento, diferentes organizaciones locales, entre ellas Ecologistas en Acción, han elaborado un informe (AQUÍ, completo) que repasa “las principales amenazas que se ciernen sobre la conservación de nuestro patrimonio arbóreo”.
“Las prácticas inadecuadas llevadas a cabo por la concejalía de Medio Ambiente, o consentidas por esta, acaban todos los años con numerosos árboles. De entre ellas destacan el daño producido por desbrozadoras, las talas innecesarias y las podas excesivas”, se remarca como conclusión en dicho informe, que aunque se da a conocer ahora está fechado a finales de 2021.
Entre esas actuaciones “incomprensibles” realizadas por la delegación municipal que dirige José Antonio Díaz, también concejal de Urbanismo, destaca para los colectivos firmantes del estudio “la eliminación sistemática de árboles en algunas calles en las que se realizan obras”. Prueba de ello son las talas realizadas en la avenida República Saharaui o en Álvarez Beigbeder.
Otro de los “mayores impactos” derivados de malas prácticas son los daños producidos en las cortezas de los árboles por el mal uso de las desbrozadoras empleadas por los operarios que “limpian” los alcorques: “ello está provocando daños y la muerte de centenares de árboles”.
Asimismo, se señala a los daños producidos por el “estrangulamiento” causado por los protectores de alcorques que debilitan y matan a numerosos árboles. Estos daños son fácilmente constatables en lugares como la plaza de la estación de trenes, la de la Merced, o la calle Lealas.
Por otro lado, “las podas excesivas e inadecuadas, además de un gasto innecesario, producen daños que derivaran en pudriciones y por tanto en caídas de ramas y árboles con el consiguiente riesgo para personas y propiedades”. Aunque la normativa prohíbe la poda o tala durante la época de cría de la avifauna, “el Ayuntamiento incumple sistemáticamente las normas causando daños a las aves y la indignación de numerosos ciudadanos”.
“en marzo el Gobierno local reconocía algunos de los impactos recogidos en el informe y se comprometía a corregirlos; meses después la situación no ha mejorado en absoluto”
Con la voluntad de contribuir a corregir estos impactos, se recuerda que representantes de diferentes organizaciones se reunieron con la alcaldesa Mamen Sánchez y con su concejal de Medio Ambiente el pasado mes de marzo, y se les expuso el contenido del informe entregándoseles copias del documento. “Reconocieron algunos de los impactos recogidos en el mismo y se comprometieron a corregirlos”, y incluso Díaz, se añade, “se comprometió a cumplir la normativa municipal que prohíbe la poda o tala durante el periodo reproductor de las aves”.
Meses después de la reunión, en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz se lamenta que “la situación no ha mejorado en absoluto”. Así, “las talas prosiguen en las zonas en obras, como la cometida en la plaza Salvador Allende o la más reciente de los pinos de las antiguas Bodegas Croft; los operarios siguen destrozando con las desbrozadoras la corteza de numerosos árboles; se ha seguido podando durante toda la época de nidificación afectando a las aves y privando a los ciudadanos de sombra en los meses más calurosos; los protectores de alcorques continúan estrangulando árboles por toda la ciudad, y siguen asfaltando los parques”.
Por todo ello, Amigos del Jerez de los Árboles, Ecologistas en Acción, Noname, la federación vecinal Solidaridad, Tempul, CCOO, UGT y CGT (o sea, las organizaciones firmantes del informe), avanzan que van a emprender en los próximos meses una serie de acciones con el objetivo de dar a conocer a la ciudadanía los problemas que amenazan la conservación del patrimonio arbóreo de la ciudad. Se barajan conferencias, rutas guiadas para mostrar el arbolado y los daños que se le están ocasionando, intervención en los medios de comunicación, o concentraciones.
“Dentro de la estrategia local de lucha contra la emergencia climática -se recoge entre las conclusiones de dicho estudio- es fundamental seguir aumentando el número de árboles y la salud de los mismos. Es necesario aumentar los controles sobre los trabajos relacionados con el mantenimiento de la vegetación urbana o aquellos que pueden generar impactos sobre esta. En caso de incumplimientos de la normativa debe ejecutarse el régimen sancionador”.